El experimento que demuestra por qué es tan importante lavarse las manos antes de comer

Todos los años se recuerda a los alumnos en las escuelas que deben lavarse bien las manos varias veces al día, ya que arranca una nueva temporada de gripe. También pasa en algunas empresas: alguien cuelga un cartel en el baño en el que se detalla cómo se deben lavar las manos los empleados para reducir el riesgo de transmisión de este y otros virus.

Sí, la teoría nos la sabemos. Pero, seamos sinceros con nosotros mismos: ¿realmente la llevamos a la práctica? ¿Nos lavamos (bien lavadas) las manos todos los días? ¿Nos lavamos las manos SIEMPRE después de usar el baño y antes de comer?

Bueno, si has contestado a todo que sí, no necesitas seguir leyendo (a no ser que te pueda la curiosidad). Pero si has contestado que no, lo mejor será que veas estas imágenes.

Se trata de un experimento llevado a cabo por una profesora estadounidense en un instituto de North Carolina. Donna Gill Allen quería mostrarle a sus alumnos las consecuencias de manipular alimentos con las manos sucias.

Para ello, cogió tres rebanadas de pan de molde y tres bolsitas de plástico. La primera rebanada fue introducida en la bolsita con un guante esterilizado. La segunda rebanada fue introducida con sus propias manos después de lavárselas correctamente. La tercera, antes de ser guardada en su bolsita, pasó por las manos de varios alumnos de la clase. Esas manos no estaban sucias adrede, eran las manos en el estado normal de alumnos que llevan varias horas en clase.

Lo que pasó a continuación no sorprendió a nadie. Pero dejó las cosas muy claras. Los alumnos pudieron comprobar con sus propios ojos como, con el paso del tiempo, el pan iba cambiando de manera diferente. La rebanada que había pasado por varias manos sin lavar sufrió unas alteraciones bastante llamativas en comparación con las otras dos.

El mismísimo director del Laboratorio de Salud, Belleza y Medio Ambiente felicitó a esta profesora por su experimento: "Consiguió ilustrar perfectamente la utilidad del jabón a la hora de frenar la transmisión de los gérmenes. Lavarse bien las manos es la mejor prevención para transmitir enfermedades, y los alumnos deben aprender esto cuanto antes para crear un hábito para toda su vida".