Es oficial: la fiebre por parecernos a las Kardashian es una realidad. A ellas les debemos -¡gracias queridas!- que cuando unos vaqueros no nos entran por el tamaño de nuestras posaderas, en lugar de suspirar con tristeza, sonriamos. A ellas les debemos, en definitiva, que por fin muchas mujeres hayan aprendido a amar sus curvas pero, ¿por qué queremos parecernos, de golpe, a Kim Kardashian? Las redes sociales y la moda lo dejan claro: porque parecernos a ella da trabajo y… dinerito fresco.
La campaña de Yeezy es el mejor ejemplo de ello. La misma Paris Hilton, la que fuera la amiguísima de Kim Kardashian antes de que el famoso vídeo sexual de Kim la convirtiera en la estrella que hoy es, ha tenido que convertirse en su reflejo para que la moda le haya dado una segunda oportunidad. Una peluca idéntica a la que Kim luce en la campaña de la firma de su marido y el mismo atuendo y pose que la empresaria en dicho anuncio son los que ha tenido que emular Paris para formar parte de la campaña de Yeezy, esa que hoy vigila Times Square desde todo lo alto. No es la única. Las Clermont Twins también se han convertido, junto a Jordyn Woods, Amina Blue, Sierra Skye, Kristen Noel Crawley, Stassie Baby, Sarah Snyder, Abigail Ratchford, Chinq Pink, Sami Miro y Sahara Ray en el reflejo de Kim Kardashian para formar parte de esta aclamada campaña.
El querer ser una Kardashian es el responsable de que las ventas de sus perfumes y de sus productos de belleza se disparen. Si para tener sus esculpidas facciones has de hacerte con su kit de contouring y si para oler como ella has de hacerte con su fragancia, ¿por qué no vas a hacerlo? Mientras tanto, la cuenta corriente de Kim sigue hinchándose y su arsenal de marketing con el que parecernos a ella, también.
La firma Missguided sacó una línea llamada, sin ningún pudor, The New Essentials: Season 1. No solo el nombre recordaba a los que Kanye West elige para dar nombre a sus colecciones, sino que tanto las prendas como la modelo eran auténticos clones de Kim Kardashian y de sus looks de Yeezy.
Pero, ¿cuál es el precio de parecerte a Kim Kardashian? Para comenzar, has de hacerte con su peluca rubia modo Rapunzel, cuyo creador es Tokyo Stylez, que ha trabajado con celebrities como Naomi Campbell, Rihanna y Nicki Minaj. La peluca ‘Season 6’ cuesta, por cierto, 959 dólares. ¡Auch! Para conseguir su silueta puedes seguir el coaching online de su entrenadora, Melissa Alcantara, que cuesta 150 euros mensuales. Oler a Kim es posible a partir de 35 dólares, que es el precio del tamaño más pequeño disponible de su perfume. Por 48 dólares puedes hacerte con su kit de contouring e iluminadores, por 45 dólares, con su kit de cuatro labiales nude, y por entre 50 euros por la entrada estándar y 350 euros por la VIP, asistir a la masterclass en Albania -a la que hay que sumar el billete, por supuesto- de maquillaje de su maquillador, Mario Dedivanovic, para aprender a aplicarte sus productos exactamente como ella.
Para conseguir emular la forma de cejas, has de concertar cita en el salón de Anastasia Beverley Hills -para el que lógicamente, has de viajar a Beverley Hills-. Dar forma a tus cejas te costará 50 euros. En definitiva, parecerte un poquito a Kim no es barato, pero es la única forma de formar parte de alguna de las campañas de Yeezy o de ser modelo de alguna de las firmas que emulan los diseños de su marido y que ahora únicamente pueden lucir aquellas tops que parezcan clones de Kardashian.