Una de las cosas que más me llamó la atención la primera vez que entré en Tinder fue ver cómo se repetían ciertas tendencias en muchos perfiles de sus usuarios masculinos: poner la altura en la descripción, subir fotos practicando deportes 'fuertecitos' (escalada, surf, ciclismo de montaña, etc.), instantáneas de ensueño en el sudeste asiático (en serio: ¿qué regalan?)... o en países subdesarrollados haciendo voluntariado. Por lo visto, según me comentaron algunos chicos con los que hice match, estos patrones también se repiten en bastantes perfiles femeninos. Interesante, así que en 4 fotos y una frase la gente pretende optimizar su esencia y mostrar que son sexys, deportistas y humanitarios. Esto sí que es construir una marca personal y no lo que hacemos en LinkedIn.
Este último caso (el de los altruistas), parece que no me llamó la atención solo a mí y también despertó la curiosidad de otros usuarios. Uno de ellos, un cineasta de Estados Unidos llamado Cody Clarke, incluso ha creado un blog y una página de Facebook llamada 'Humanitarians of Tinder recogiendo todas esas estampitas que han subido algunos de estos usuarios para ligar en esta app: foto con un cubo de agua en la cabeza, foto bailando con alguna tribu, instapic probando algún plato típico con un autóctono, bien de selfies con niños africanos, pose desprevenida enseñándoles algo en el colegio... ¿Te suenan? Pues ojo porque este blog reúne más de 800 fotos de este tipo.
"Dudo que se tomen esas fotos para su perfil de citas. Obviamente la intención original es: Oigan, amigos, miren dónde he estado", comentaba el creador del blog en una entrevista para Fast Company. "Si ves a muchos en fila, se convierte en tendencia y en algo desagradable. Es como si estuvieran de pie rodeados de accesorios". Clarke comenzó a subir estas fotos que encontraba en la app o que le enviaban otros usuarios y, aunque sigue recibiendo muchas a diario, lleva tiempo sin actualizarlos porque afirma no tener tiempo para ello.
El caso es que aunque ese blog no se actualice ya con tanta frecuencia, la gente sigue subiendo este tipo de fotos a sus perfiles. ¿Qué pretende mostrar esa gente cuando sube estas fotos: que de verdad han ayudado o lo guays que son por haberlo hecho? ¿Es necesario mostrar esa faceta “ayudadora” con estos actos altruistas y más para ligar? ¿Es narcisista mostrar este tipo de vivencias o da puntos de cara a una posible cita? Haciendo un poquito de scroll por la página podemos comprobar cómo se muestran esas facetas de voluntariado y cómo se ensalza la figura del “blanquito/a salvador/a”, un término ligado a la época colonial usado por los europeos que tenían la misión de "civilizar" el continente africano. Como recoge este artículo de El Diario a la hora de hablar de este fenómeno, "aunque estas publicaciones suelen hacerse con buenas intenciones, a menudo presentan a los retratados como personas pasivas e indefensas en condiciones deplorables, y a quien hace la foto, o sale en ella, como el "héroe" que acude a salvarlas". Precisamente, hace unos días Dulceida también fue blanco de muchas críticas por mostrar fotos así.
Otra cosa sobre la que merece la pena pensar un poquito en esta historia es en la gente que hace capturas de pantalla (que bueno, eso lo hemos hecho todos para salsear con nuestros amigos) y lo expone públicamente en este blog o en un página de Facebook... ¿Cómo puede proteger Tinder su privacidad en estos casos? Pues veamos, en su web la app de citas se lava un poco las manos y dice: "Tomamos medidas de seguridad para ayudar a proteger su información personal de accesos y divulgación no autorizados. Sin embargo, ningún sistema es completamente seguro. Por este motivo, y aunque damos los pasos necesarios para asegurar su información, no prometemos, ni usted debe esperar, que su información personal, chats u otras comunicaciones permanezcan siempre seguras. Los usuarios también deben tener cuidado con cómo gestionan y divulgan su información personal, y deben evitar enviar información personal a través de correo electrónico no seguro". Vamos, que si has subido tus 'humanifotos', pues puede que acabes ahí.
Tinder, la máquina autodidacta de marketing
Si hace 18 años Gran Hermano nos parecía uno de los experimentos sociológicos reales más interesantes del momento, hoy en día las apps de dating no se quedan atrás: son escenarios fantásticos en los que observar cómo liga la gente, la creatividad (o la falta de creatividad) que se gastan algunos para llevarte a la cama, cómo liga la gente de otros países cuando viajas a otro país, etc.
Desde el minuto cero cuando te abres tu perfil, descubres que Tinder es una de las mejores plataformas para aprender marketing y cómo construir una marca personal de forma autodidacta (aunque tu de eso no tengas ni idea y ni siquiera sepas que lo estás aprendiendo). Con un puñado de fotos y un textito (a veces la gente ni se molesta en escribir y solo pone emojis) tienes que venderte bien e intentar destacar entre tropecientos millones de perfiles. Entonces tendrás que elegir qué faceta tuya y qué cualidades quieres destacar… Quizás por eso la gente sube esas fotos “humanitarias”, para mostrar que a la vez de sexys y aventureros son compasivos o quizás es un ejercicio ególatra más. Who knows...