Habíamos visto a personas disfrazadas para Halloween. A perros disfrazados para Halloween. A gatos, a conejitos. Pero, ¡¡gallinas!! ¿No se nos estará yendo de las manos nuestra pasión por ponerle disfraces a las mascotas?
Seguramente muchos estaréis pensando: "no, no, disfrazar animales es supergracioso, los animales necesitan más disfraces". Otros, quizás piensen: "los animales no disfrutan de estar disfrazados, los que disfrutamos somos nosotros y ellos pueden llegar a sentirse incómodos o incluso a sufrir, somos unos egoístas". Pero seguro que ninguno está pensando "disfrazar animales puede llegar a convertirse en un serio problema de salud".
Pues el pensamiento correcta era el último. Vale que disfrazar animalitos es supergracioso. Vale que somos unos egoístas cuando disfrazamos a nuestra mascota. Pero el tema aquí es que somos unos inconscientes.
Resulta que oh, sorpresa, los animales pueden transmitir enfermedades. Y a los perros, gatos, hamsters y conejos y demás mascotas más "caseras" los tenemos muy bien controlados gracias a los cuidados veterinarios (y a que la ley obliga a vacunarlos y tal). ¡¡Pero los pájaros que viven al aire libre son otro tema, amigos!!
En Estados Unidos ahora mismo están sufriendo una ola de salmonelosis resistente a los antibióticos que se está convirtiendo en un problema serio ya que ha afectado a personas de 29 estados diferentes. El Gobierno en general y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDS) se lo está tomando muy en serio, tanto, que ha tenido que pedir a los ciudadanos estadounidenses que por favor no disfracen a sus pollos y gallinas por Halloween, porque si los pones monísimos y graciosísimos vas a fomentar que la gente quiera acercarse a ellos y hacerse fotos o incluso abrazarlos.
Las gallinas y otras aves de corral pueden ser portadoras de la salmonella, aunque parezca que están sanas como una rosa. Porque realmente lo están. Solo son portadoras, no sufren la enfermedad. Pero los humanos sí que la sufren. De hecho, desde el año 2000 ha habido 4794 infecciones de salmonella en Estados Unidos. Encima, los niños tienen más probabilidades de contagiarse de esta enfermedad, y fíjate por donde que los niños son los que más ganas van a tener de abrazar a una gallina si la ven disfrazada. No los culpamos, las gallinas disfrazadas son muy monas.
En España no somos muy dados a disfrazar gallinas porque no solemos vivir en granjas. Muy poca gente tiene gallinas en el lugar en el que vive. Sin embargo, también podemos aprender una valiosa lección de todo esto. Bueno, dos. La primera: no abuséis del disfraz animal. Es muy gracioso, somos los primeros que nos morimos de amor con un animalito disfrazado, pero igual él se está muriendo de ansiedad por verse atrapado en una tela. La segunda: los animales transmiten enfermedades, por muy monos que sean. No descuides su salud y ten sus visitas al veterinario al día.