Primero experimentaron con el cruffin, una mezcla croissant y muffin. Luego con el cronut, ídem pero con donut. Y ahora se han lanzado con el 'crossuchi', un mix del desayuno francés por excelencia con el pescado crudo y el arroz más japonés. Un matrimonio intercontinental cuyo hijo ha ido a nacer al otro lado del mundo, en la cadena pastelerías Mr. Holmes Bakehouse, con sedes en San Francisco y Los Ángeles.
Claro que también tienen una sucursal en Seul, Corea del Sur, y quizá ahí fue donde se les encendió la bombillita instagramera y estomacal. Un universo, el de redes, que tienen muy presente, a juzgar por el neón rosa, azulejos blancos con filos oscuros, el packaging en el que te dan lo que compras y la propia cuenta instagram de estas pastelerías 'cuquis'.
Si aún no visualizas el crossushi, el crossover más gourmet, mira este de la foto de abajo: una reinvención del ya típico California Sushi Roll, que lleva salmón, algas marina, wasabi y jengibre enrollado en una masa de hojaldre croisanera. ¡Ah, y servido con soja de Kikkoman para que mojes los cuernos!
No sabemos cuánto va a tardar en llegar a Malasaña o Gracia, pero tiene pinta de que no mucho. Aunque quizá la tendencia se contenga, como pasó con el Dausage (rosquillas + salchichas) y la Pizzushi (pizza y sushi) y el helado de chetos. También se han sacado de la manga pastelera el Matcha Croissant, un cruasán con sabor a té y color verde intenso.
Si el 2014 fue el año de las cervezas artesanas y el renacer de la masa madre, en el 2015 todo vino en foodtrucks (incluso el ramen), en el 2016 nos obsesionamos los baos y el food porn, y el año pasado la cocina de todo lo vegetal se llevó el premio, este veroño puede ser el de las mezclas internacionales. ¡Que nadie les hable de la paella o del cocido montañés!