Pasar tiempo con nuestras amigas siempre es reconfortante. Nos llena de vitalidad y energía porque ellas son medicina y un chute de conexión casi astral. Las amigas, de vez en cuando, necesitamos una reunión, sin nadie más, para ponernos al día, contar cómo nos sentimos, desahogarnos, reírnos hasta que nos falte el aire, abrazarnos (cuando las circunstancias lo permiten) y recordar batallitas.
El primer reto que nos marcamos es conseguir ponernos de acuerdo para quedar, porque encontrar un hueco en la agenda para juntarnos todas es casi misión imposible, pero cuando eso ocurre, lo teneos claro: ¡se viene un planazo!
Cada quedada es especial, y hagamos lo que hagamos pasará a la historia, pero si además encontramos una actividad diferente que nos haga salir de la rutina conseguiremos crear momentos inolvidables para el recuerdo. Porque lo que más nos gusta es sumar experiencias, y si es con nuestras hermanas elegidas, mejor.
Muchas veces el problema, además de la agenda completa, es encontrar un plan que nos guste a todas y se ajuste a todos los bolsillos. Pero el tiempo nos ha enseñado que los planes de amigas no tienen por qué ser lujosos, con champán, caviar, un jet privado, yate, limusina, un reservado en una discoteca y una tarjeta sin fondos. Estos son planes están tan basados en el consumismo que a veces nos hacen tan sentir vacíos. En la mayoría de las ocasiones, los mejores planes con amigas son los más modestos o incluso los que surgen del aburrimiento, el típico día o noche “de tranquis” que ya sabemos cómo acaba.
Para poder combinar todos estos elementos podemos preparar un planning para la quedada que nos haga pasar una tarde para el recuerdo llena de anécdotas risas y cariño. Una buena fórmula para poder vernos todas puede ser acordar un día y a una hora de quedada, mínimamente semanal, para poder seguir manteniendo en contacto y alimentar los lazos afectivos. Es probable que no todas puedan estar todos los días, pero desde luego vamos a aumentar mucho las probabilidades de vernos.
Para ir más allá, vamos a evitar planes consumistas, que impliquen gastarse el dinero que no tenemos, y vamos a fomentar la creatividad para buscar ideas low cost que, además, respeten el medio ambiente. Porque con imaginación todo se vuelve más especial. ¿A qué tú también valoras más las cosas que te curras?
El picnic con amigas es unos de los planes infalibles. Durante el verano es mejor hacer cenas y el resto del año algún ‘brunch’ o picnic de mediodía. Rodeadas de naturaleza y tranquilidad es el momento idóneo para poder hablar y contarnos nuestras confidencias. Los días previos, podéis repartiros las tareas y que cada un aporte algo de comida, hacer sus mejores platos para deleitarlos todas juntas. ¡Y que no falte un buen dulce!
El deporte en grupo siempre es reconfortante, pero todavía más cuando se practica al aire libre, disfrutando de la naturaleza y cuidando el medio ambiente. Descubrir nuevos paisajes, vivir aventuras, conocer a otros viandantes o ciclistas, respirar aire puro, lanzarse en tirolina… Hay muchísimas rutas y opciones increíbles para elegir muy cerca de tu pueblo o ciudad.
Los pueblos de España esconden historias sorprendentes, calles pintorescas y una gastronomía para deleitarse. Investiga para encontrar ese parque, esa ruta verde o ese edificio diferente que te gustaría visitar.
Un buen baile siempre es capaz de alegrarnos cualquier momento. Seguir el ritmo (o no), inventar una coreografía, o simplemente coordinar unos movimientos de yoga en el parque nos hace conectar con nosotros mismos, con nuestras amigas y con la naturaleza.
Darle algún toque picante o cómico. Transformar los juegos populares que nos trasladan a nuestra infancia con un poquito de picardía para que se nos hagan más amenos, buscar pruebas divertidas o hacer un recorrido histórico…
Y si se puede, no está nada mal crear una rutina de diaria de salir a dar un paseo con las amigas, para mover un poco el cuerpo y estar en contacto día a día.
En todos estos planes es obligatorio llevarse una cámara fotográfica para inmortalizar los mejores momentos. Así tendremos anécdotas que recordar, momentos de risas, emoción y confesiones.
Además, los colores y olores del otoño son mágicos. Es el momento de sacarle todo el partido a esas tonalidades porque su combinación es perfecta. Las hojas se tornan rojas, amarillas, marrones, y se caen lentamente de los arboles creando preciosos mantos anaranjados.
¿Tú también ves ahí el escenario perfecto para una sesión fotográfica? Y si además os lleváis unos disfraces y complementos se puede convertir en una de las tardes más divertidas de vuestra vida.
Muchas veces vamos a lo sencillo, pero cuando pongas en práctica estos planes con tus amigas te van a entrar ganas de más, y eso, además de permitirte cargar la mochila de recuerdos y experiencias súper especiales, también aumentará las probabilidades de que veas a tus amigas más a menudo. ¡Menudo match!