Cada vez se producen más objetos de plástico. Basta con pasear por el supermercado para comprobar que casi todos los productos que consumimos están envasados en plástico (la mayoría de manera innecesaria), desde los refrescos hasta las galletas y los plátanos. En forma de platos, bolsas o botellas, el plástico nos inunda, y cuando nos deshacemos de él, pueden acabar en un vertedero, ser incinerados o reciclados, aunque debido a la acción del viento y la lluvia, también pueden llegar al mar. Según la ONG Greenpeace, el 80% de los plásticos desechados hasta hoy han acabado en vertederos o en el medio ambiente.
Hoy en día, solo el 9% de todo el plástico que hemos producido y consumido a nivel mundial se ha reciclado, añaden desde la organización. El 12% se ha incinerado y la mayoría, el 79%, ha acabado en vertederos o en el medio ambiente. Entre los objetos de plástico que más se producen, están las botellas de agua de un solo uso, que tardan en descomponerse más de 500 años. Tan solo los fabricantes de bebidas producen más de 500.000 millones de estos envases al año.
El plástico es un problema mundial. Cada año, ocho millones de toneladas de basura llegan a los mares y océanos, lo que, para que te hagas una idea, es el equivalente a 800 veces el peso de la Torre Eiffel. Se estima que entre cinco y 50 billones de fragmentos de plástico se acumulan en los mares, sin tener en cuenta ni los trozos que hay en el fondo marino ni en la playa. De hecho, se cree que más del 70% queda en el fondo marino; lo que vemos es solo la punta del iceberg. En el mundo, hay cinco islas flotantes de plástico: dos en el Pacífico, dos en el Atlántico y una en el Índico.
Si quieres reducir el uso de plásticos, hay una serie de acciones que puedes llevar a cabo. El movimiento Zero Waste insiste en la importancia de reducir el consumo de este material, así como la generación mínima de residuos. En ese sentido, sus miles de seguidores animan a llevar a cabo ciertos cambios personales, como, por ejemplo, evitar comprar frutas y verduras envueltas en plástico, y optar por adquirir productos a granel o envolverlos en otro tipo de envases, como bolsas de tela o envases de vidrio o cartón.
En casa, puedes optar por los utensilios de cocina hechos en acero inoxidable o madera, y optar por ropa de segunda mano o vintage, así como por productos de higiene reutilizables (como los discos de algodón o las compresas, por ejemplo). Y, desde luego, puedes eliminar para siempre las botellas de un solo uso, que, además de contaminantes, son potencialmente peligrosas para la salud de quien las usa. En Yasss te traemos algunas alternativas.
Eliminar las botellas de plástico de tu vida no tiene por qué suponer mucho esfuerzo. Por ejemplo, si vas a un restaurante o bar, puedes especificar que quieres un vaso de agua; en España existen comunidades donde el derecho a solicitar agua del grifo está legamente protegido por ley, tal y como recuerdan desde Legálitas. Puedes preguntar si sirven agua en jarras o botellas de vidrio, una alternativa reutilizable al plástico.
En casa, nada como beber agua del grifo, ya sea con un filtro o una jarra para filtrarla, u optar por una botella reutilizable, que también te servirá para llevarla cuando salgas a la calle. Las más comunes están hechas de cristal y recubiertas de silicona, o de vidrio o acero inoxidable: se pueden reutilizar, llevar por casa o en la calle con seguridad, y se limpian fácilmente. Son opciones perfectamente seguras y resistentes; ni transmiten sabor ni olor a los productos que portan.
El cartón también es una opción a tener en cuenta (aunque no es reutilizable a medio plazo, se puede reciclar sin problemas, y muchas marcas las usan para su packaging), y últimamente no es raro ver agua envasada en burbujas. Estas esferas están hechas con algas, cloro y cloruro de calcio, una opción biodegradable que se puede utilizar como compost.