Las mascarillas han entrado en nuestras vidas para quedarse hasta quién sabe cuándo. Salimos de casa y los bolsillos nos pesan más; antes de salir, enumeramos: llaves, abono de transporte, móvil… gel y mascarilla. En España, su uso es obligatorio a partir de los seis años, pero tan responsable como llevarlas puestas es deshacernos correctamente de ellas, evitando riesgos para los trabajadores de la limpieza y para el planeta.

Los guantes y las mascarillas de un solo uso son uno de los grandes problemas medioambientales de este 2020, y deshacernos de ellas correctamente ayuda a paliar su impacto. Por eso, en Yasss te explicamos cómo reciclar correctamente los distintos tipos de mascarillas.

La gran mayoría de las mascarillas que utilizamos no son biodegradables, por lo que no se les puede dar una segunda vida con el reciclaje. La clave aquí está en cómo nos deshacemos de ellas para que no sean un problema ni para el medio ni para los trabajadores de las plantas de residuos.

Según las últimas estimaciones, una mascarilla desechable puede tener una vida útil de hasta 450 años, que se acumulan en las costas indiscriminadamente. Imagina la postal: todos los ciudadanos usando mascarillas de un solo uso, tirándolas en cualquier sitio, consumiendo al menos una a diario. Estamos hablando de muchísimas toneladas de desechos: según un estudio de WWWF, con que el 1% de las mascarillas que utilizamos no se desechen bien ya tendremos más de 10 millones de mascarillas mensuales contaminando el entorno.

Por eso, y por los trabajadores de la limpieza, es tan importante poner el foco en la gestión correcta de los residuos. Como recuerda Ecoembes, no colocar las mascarillas de forma segura en el espacio destinado para ello puede poner en riesgo la salud de estos trabajadores, en constante contacto con estos focos de infección. Además, en muchos sitios, tirar estos objetos al suelo puede ser sinónimo de multas de hasta mil euros.

Dicho esto, ¿cómo nos deshacemos de las mascarillas quirúrgicas o no biodegradables? Estos productos van a las papeleras o a los contenedores de color gris, pero no puedes tirarlas de cualquier forma. Si lo haces, corres el riesgo de que algún trabajador se infecte. La forma más segura de deshacerte de ellas es, en casa, aislarlas del resto de la basura e introducirlas en dos antes de tirarlas a la basura. Si puedes, se recomienda que las mantengas en un contenedor con tapa.

Ahora, si en casa hay un enfermo de COVID, el protocolo es otro. La recomendación es que todos los residuos del paciente, como mascarillas o clínex, deben introducirse en una bolsa plástica dentro de otra, a su vez en un cubo de basura cerrado. Se recomienda meterlo todo en la bolsa de basura de los residuos domésticos y tirar esta en el cubo gris, para que no se reutilice nada. Mientras tanto, paciencia y un lavado constante de manos, particularmente si acabas de manipular estos residuos.

En los últimos meses han salido al mercado mascarillas biodegradables diseñadas por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Este material se usa en distintos tipos de mascarillas (tanto las FFP como las quirúrgicas) y permite lavarlas para su posterior reutilización.

Si te has hecho con una de estas, dependiendo del uso y los materiales podrás aprovecharla durante al menos una decena de lavados. En cualquier caso, a la hora de deshacerte de ella intenta lavarla y tirarla en el contenedor de residuos, nunca en el amarillo, azul o el de residuos orgánicos. Con este sencillo gesto, estarás facilitando la retirada de deshechos de las calles y los mares.