Habrás notado que pasa algo muy curioso cuando tu perro se moja bajo la lluvia o lo llevas a la playa a que se revuelque en modo croqueta mientras tú lo utilizas infructuosamente para ligar, sobre todo si es un cachorro. De un animal adorable que retoza entre tus cosas, intenta aparearse con tu pierna o se mea en la toalla de tus vecinos (qué situación tan fantástica para hacer nuevos amigos, o para llegar a las manos) hemos pasado en cuestión de segundos a una criatura mojada y maloliente que despide un olor inenarrable, peor que un foso de gladiadores romanos. Es el característico olor a perro mojado, que identificarás por su potencia y picor en tu nariz.
No, no es que tu perro esté sucio porque lo cuides mal o porque haya leyes naturales que escapan a tu control. Los perros siempre van a oler a perro, y en ciertas situaciones de la vida diaria habrá elementos externos (agua) que influirán de forma puntual en la composición química de su piel y su pelaje.
Te contamos por qué tu perro huele así en los días de lluvia o de bañarlo y qué puedes hacer para eliminar ese mal olor.
La explicación al mal olor de los perros cuando se mojan es sencilla. Hay que tener en cuenta que su piel y su pelaje no funcionan como los nuestros. Al darnos una ducha, eliminamos olores, exfoliamos la piel y acabamos con cualquier tufo que desprendamos. Sudor, suciedad, grasa, polvo. En los perros, en cambio, estamos eliminando algunos componentes importantes que influyen en la protección de la piel y de la grasa que la cubre.
El mal olor de los perros mojados aparece vamos en contra del trabajo de las glándulas sebáceas. Tu mascota se moja, y con ello se elimina la capa impermeabilizante del sebo que cubre su piel, una barrera natural contra las bacterias que producen el mal olor. El sebo, esta especie de grasa natural, retiene estas bacterias, así como diferentes levaduras. En el proceso también influye el pelo de nuestro animal, el encargado de alejar el polvo, la contaminación y las impurezas de la fricción con el entorno.
El perro en un estado normal, sin estar empapado, se vale de todo esto para tener un olor animal normal, si utilizamos los remedios de los que te hablaremos dentro de unas pocas líneas. En cambio, si se moja, entran en acción los llamados ácidos orgánicos, compuestos volátiles que liberan esas bacterias al aire y causan ese olor tan incómodo en algunas situaciones. Casi es una paradoja: en los humanos, una buena ducha elimina el sudor. Con los perros provocamos la reacción orgánica opuesta. Una vez el animal se moja, desaparece temporalmente el aceite que cubre la piel, y las moléculas que se liberan al aire incrementan su olor.
Lo bueno de este proceso tan complejo es que tampoco se requiere la inventiva de Sherlock Holmes para dar con la solución al problema del olor salvaje de los perros cuando se dan un baño.
En primer lugar, bañar a tu perro con champús y productos adecuados cada dos o tres semanas influye muchísimo a la hora de recuperar el estado odorífero normal de tu mascota y mantener su pelo en buenas condiciones. No tengas miedo de preguntar a tu peluquero canino o a tu veterinario sobre los mejores champús para perros. Te ahorrarás disgustos. Bajo ningún concepto utilices un champú destinado a humanos: los perros tienen un Ph muy distinto al nuestro y solo estarías haciéndoles daño. También acuérdate de llevar una toalla contigo en esas tardes lluvia. Secarlo rápidamente cuando termine de correr y de pasear es casi obligatorio.
Por lo demás, un buen secado después de la sesión de baño te garantiza que el mal olor bajará una barbaridad, básicamente porque eliminarás gran parte de las moléculas, las bacterias, las levaduras y los ácidos orgánicos que se han quedado atrapados en el pelo empapado y están haciendo que tu mejor amigo huela así. Eso sí, con lo del baño hay que tener cuidado y no pasarse. Nuestro mejor amigo necesita el sebo para tener el pelo brillante y gozar de su capa impermeabilizante, y si lo bañamos demasiado a menudo estaríamos trabajando en contra del funcionamiento natural de sus glándulas sebáceas. El secado es aún más importante en las razas que tienen muchos pliegues en la piel, en los que puede quedarse agua acumulada.