En los últimos meses se ha convertido en un sonido que hace que levantemos el cuello, giremos la cabeza y busquemos a un posible culpable. Los estornudos formaban parte de nuestra vida con naturalidad, especialmente en épocas como la primavera o los meses más fríos. No era algo en lo que reparásemos demasiado. Estornudábamos y punto, sin más. Pero el coronavirus hizo que todo cambiase.

Desde entonces, no hay espacio público o privado en el que un "¡Achís!" no levante sospechas entre los demás. Inconscientemente, y aunque no tenga que ser sinónimo de un contagio, todos levantamos la ceja y oteamos alrededor para encontrar al responsable. El estornudo se ha convertido en fuente de intranquilidad, al menos en lo que a humanos se refiere. Pero no somos los únicos que emitimos este ruido.

Si compartes tu vida con un perrete, ya sabrás que también el mejor amigo del hombre realiza estos gestos involuntarios. Y no solo ellos, de la misma manera, buena parte de los mamíferos, las aves y los reptiles estornudan. ¡Como lo oyes! Y en el caso de los perretes, aunque no es precisamente un contagio por coronavirus lo que nos puede preocupar, sus estornudos sí pueden convertirse también en una fuente de inquietud. Tal vez hayas experimentado ese cierto nerviosismo si el ruido y el gesto que producen no son a los que estamos acostumbrados.

Lo cierto es que los perros presentan una peculiaridad. No solo estornudan en la forma, digamos, "clásica" en la que lo solemos hacer los humanos: ya sabes, esa en la que expulsamos aire repentinamente en lo que parece una pequeña "explosión".

También producen una especie de estornudo raro e inusual que puede preocuparte si no estás familiarizado con él. Se trata del denominado estornudo inverso y suele inquietar y mucho si es la primera vez que ves a tu perro con él. Por eso en Yasss, donde nos preocupa especialmente que tu comunicación con tu perrete sea óptima, queremos explicarte todo lo que tiene que ver con el estornudo inverso en perros.

Se trata de un proceso repentino de inhalación de aire, que entra en el cuerpo mediante varias aspiraciones violentas consecutivas, generalmente de forma compulsiva o incluso espasmódica. Los ataques pueden durar segundos o poco más de un minuto. Si no lo has visto nunca, puede sorprenderte bastante, ya que parece dar la sensación de que el perro se estuviese ahogando. En la red puedes encontrar multitud de ejemplos de perros produciendo este tipo de espasmo, para que puedas identificarlo si le sucede a tu perrete.

Pero, ¿cuál es su origen? Los estornudos humanos tienen mucho que ver con las alergias, o con los resfriados, generalmente. En cambio, normalmente, los estornudos inversos perrunos se producen debido a la presencia de elementos extraños en las fosas nasales o en las vías respiratorias, como pueden ser el polvo o algunos ácaros. También pueden tener que ver con la presencia de un olor fuerte, o si el animal está muy excitado. En pocas ocasiones son síntoma de un problema más grave.

Los perretes, además, son prácticamente la única especie animal que produce este tipo de estornudos diferentes. Tan solo los gatos, y de forma mucho más esporádica, tienen este tipo de reacciones. De entre los cánidos, aunque todos pueden sufrirlo, se da con mayor frecuencia entre algunas razas, como las branquicéfaleas (bóxer, carlino, bulldog francés o inglés), especialmente las que tienen el aparato respiratorio más pequeño.

Es normal que surjan las dudas y los nervios si vemos a nuestro perrete hacer este desagradable sonido y no sabemos a qué se puede deber. Que cunda la calma: lo primero que hemos de tener en cuenta con respecto al estornudo inverso es que, generalmente, se trata de un episodio que no entraña ningún peligro.

Pero es probable que, pese a que no suela presentar complicaciones, quieras saber qué hacer ante el estornudo inverso de tu perro. Es natural: nos preocupamos por ellos y queremos hacerles la vida lo más fácil posible. La máxima es permanecer tranquilo, ya que nuestros perretes suelen ser bastante susceptibles a nuestro estado de ánimo y, al vernos preocupados, puede que se agobien ante una circunstanciar completamente natural con la que conviven sin mayor problema.

Intenta mantener la calma, permaneciendo cerca y atento para ver si la situación se complica, es particularmente frecuente o el ataque de estornudo se prolonga más de lo debido. En esos casos, una visita al veterinario puede ser el remedio perfecto para descartar que pueda tener otro origen. Y si no es más que un episodio normal de estornudo inverso pero no consigues estar quieto, puedes poner en práctica un par de sencillos consejos para ayudar a tu perro.

Ya que en ocasiones este tipo de reacciones pueden generarse debido a un exceso de excitación, una de las formas en las que puedes colaborar es intentando que se relaje. Un suave masaje en la zona de la garganta durante el momento de los estornudos es una buena solución. Otra forma de ayudarle es tapando, con cuidado y durante poquísimo tiempo, su nariz, para que de esta manera detener la entrada de aire y provocar que trague saliva, lo que hará que el espasmo se detenga probablemente.