La etimología es el estudio de cada una de las palabras de una lengua, para averiguar su origen y los cambios en forma y significado que han tenido a lo largo de la historia. La etimología es una rama de la filología y la lingüística histórica.
Estudiar las palabras desde un punto de vista etimológico ayuda a entender mejor el significado de los términos, nos da más vocabulario, mejora nuestra ortografía (muchas veces las dudas de si tiene hache o no, si se escribe con b o con v etc., son resueltas al conocer el origen histórico de la palabra), y también nos permite conocer sinónimos y palabras derivadas.
Se calcula que más de la mitad de las palabras del idioma castellano proceden del latín, en concreto del latín vulgar, el que se hablaba en las calles. La importancia del latín en nuestra lengua es fundamental, ya que no solo influyó en el léxico, también en otros aspectos gramaticales.
Palabras que decimos todos los días tienen su origen en la lengua que los romanos trajeron a la Península Ibérica, y también conservamos algunas expresiones que han sobrevivido durante casi 2.000 años exactamente igual, como "a priori", "alter ego" u "opera prima".
Sin embargo, 'perro' es una excepción. La palabra latina para designar al mamífero de cuatro patas tan simpático que vive con los humanos y mueve el rabito cuando está contento es 'can'. Pero, ¿por qué en España no solemos llamar a nuestra mascota 'can', sino 'perro'? ¡Descúbrelo en el vídeo de arriba del todo!
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