Tan tiernos como duros de oído: la realidad sobre los problemas de audición de los dálmatas
Entre el 8 y el 10% de los dálmatas presentan sordera total o bilateral, y más del 20% pierden la audición en un solo oído. Se trata de un problema hereditario.
Puedes comprobar la audición de tu perro a partir del mes de vida, cuando ya ha desarrollado todo el sistema. En Yasss te contamos cómo averiguarlo y cuáles son los trucos más sencillos para educar a un dálmata sordo.
Si la película ‘101 dálmatas’ hubiese sido realmente fiel a la realidad, más de veinte de los perros de la camada habrían sido sordos. Sí, sí, como lo oyes: estos preciosos y puntuados perros de una enfermedad hereditaria y congénita, como el bull terrier o el cocker spaniel inglés, que les lleva a presentar síntomas de sordera.
En el caso de esta raza canina, se estima que entre el 8 y el 10% de la especie presenta sordera total o bilateral, y alrededor del 22% pierden la audición en un solo oído. Si necesitas comprobar si es el caso de tu perro, echa un vistazo a su iris: habitualmente, la enfermedad se asocia con la aparición de uno o dos ojos celestes, aunque aún no se ha podido esclarecer la forma en que la herencia genética produce sordera en los canes.
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Un perro con problemas de audición puede entrenarse sin mayores problemas: basta con enseñarle a responder a la señal de una mano y a los peligros de la calle. Para ello, es importante detectar el problema y hacer una evaluación del mismo; en Yasss te contamos cómo hacerlo.
¿Cómo detectarlo?
La primera prueba, y la más sencilla, para comprobar si tu mascota sufre este problema, la puedes hacer desde casa. Basta con someter a tu cachorro a diferentes sonidos leves y comprobar cuál es su reacción: si todo fuese correcto, moverían las orejas o buscarían el origen del ruido.
La segunda prueba la hacen los veterinarios en su clínica y recibe el nombre de BAER. Este test consiste en conectar unos electrodos a un ordenador, para que midan la respuesta del cerebro del perro al ruido. Esta prueba se parece a la que se usa para determinar la sordera en un humano: con ella, no solo se averigua si el animal no tiene audición en uno o los dos oídos, sino que también se distingue el nivel auditivo de cada uno de ellos. Esta prueba solo se puede llevar a cabo cuando el cachorro ya ha desarrollado su sistema acústico, aproximadamente un mes después de su nacimiento.
Los perros empiezan a desarrollar su oído a partir de las dos semanas de edad, pero en los dálmatas la degeneración del oído interno se produce casi desde el momento en el que nacen. La sordera hereditaria de los dálmatas, que se transmite hereditariamente (si el perro tiene uno o dos progenitores con sordera, es probable que sufra una deficiencia auditiva), suele darse a partir de la cuarta semana de vida. Ahora bien, la degeneración se puede agravar a lo largo del tiempo.
¿Cómo educar a un dálmata sordo?
Evidentemente, si tu perro tiene un problema auditivo no podrás educarle de la forma en que tradicionalmente se recomienda hacerlo. Pero no pasa nada: hay trucos muy sencillos que harán que aprenda muy rápidamente; si no, siempre puedes recurrir a un etólogo especializado para que te ayude a poner orden en la actitud y las rutinas de tu perro. Él o ella te enseñarán el mejor lenguaje de signos y las pautas más útiles para educar a tu mascota.
Si vas a probarlo en casa, tienes que hacerte a la idea de que tu perro no cogerá las órdenes verbalmente, si no por señales con las manos. Los signos deben ser cortos y claros, y debes asegurarte de que tu mascota vea tus gestos cuando necesitas algo. Si tu perro tiene un problema auditivo, pero puede escuchar algunos sonidos, puedes hacerte con un silbato para perros, que facilitará vuestro entrenamiento. Asegúrate de que tu mascota no se escapa de casa mientras estáis aprendiendo a relacionaros, porque al no escuchar está mucho más expuesto al riesgo de un atropello, por ejemplo.
No os costará mucho aprender a entenderos, y tu perro pronto podrá relacionarse con el mundo sin problemas. En el día a día, tan solo tendrás que ser claro con tu mascota, colocándote delante y moviendo claramente las manos; mientras, tócale suavemente, para que no se asuste, y hazte con herramientas que faciliten vuestra comunicación, como linternas, punteros láser o silbatos. Si no tienes ninguno a mano, puedes dar un golpe en el suelo para generar vibración y que el perro note tu presencia.
Con un dálmata con problemas auditivos tendrás que dar un poquito más de ti mismo, pero el esfuerzo merecerá la pena. Seguro que mantenéis una relación larga y bonita, lleno de grandes momentos juntos.