Los perros también se cepillan los dientes: la rutina bucal perruna, paso a paso
Héctor de CaboMadrid
La higiene de la boca de los perros es tan importante como la nuestraIMAGEN DE UNSPLASH
El cepillado regular de la boca de tu perrete es imprescindible, de esta forma evitarás el desarrollo de enfermedades periodontales
Nunca utilices dentífrico para humanos, no está preparada para ser ingerida y podría causarle problemas en su organismo
Seguramente el encierro forzado en casa te está permitiendo dedicarle la mayor parte de tu tiempo a tu perrete -algo que hasta ahora era complicado debido a las clases o el trabajo-. Semanas que os están sirviendo para conoceros mejor y reforzar, aún más, el vínculo que os une.
Porque… ¿se puede cepillar los dientes a los perros? Sí, se puede y se debe. Estudios veterinarios han demostrado que más del 80% de estos animales, mayores de 5 años, desarrollarán enfermedades periodontales a lo largo de su vida. De ahí la importancia de un cepillado de forma regular.
En Yasss, siempre volcados en la salud y felicidad de tu perrete, te explicamos cómo llevar a cabo este proceso satisfactoriamente y así tu peludo pueda lucir una sonrisa 'Profident'.
¿Cada cuánto hay que cepillar los dientes al perro?
La pregunta del millón tiene fácil solución: Lo ideal sería diariamente, aunque no siempre es posible por el ritmo frenético de vida que llevas. De ser así, hazlo al menos varias veces a la semana.
Recuerda que un cepillado regular es imprescindible para evitar que las bacterias se acumulen en su dentadura, provoquen sarro y desencadenen en la inflamación de las encías -lo que supone que los dientes se separen y las bacterias acampen a sus anchas-. Llegados a este punto, las enfermedades periodontales pueden empeorar tanto que, si no se trata adecuadamente, la infección se extienda hasta llegar a ocasionar la muerte.
En el caso de las razas pequeñas y las de hocicos anchos, planos o cortos -como lo son los Carlino, Bulldog o Bóxer- necesitan un cepillado más frecuente. Ya que aprietan sus dientes con mayor frecuencia y la placa se acumula con mayor facilidad, aumentando los riesgos de enfermedad.
¿Qué necesitas?
Es fundamental que elijas un cepillo de dientes para perros y nunca uses tu pasta de dientes – los dentífricos para humanos no están diseñados para ser ingeridos y podrían causar daños en su organismo-, sino una apta para estos animales.
Existen varios tipos de cepillos de dientes para perro, elige el que más se adapte a las características de su dentadura y con el que puedas realizar una limpieza plena:
Doble cepillo: Es el más habitual -es similar al de los humanos-, su particularidad reside en el doble cabezal -uno a cada extremo-, siendo el de mayor tamaño para los dientes frontales y el más pequeño para los molares.
Cepillos dedal: Ideal para aquellos que no están acostumbrados al cepillado, permite limpiar con suavidad las zonas más sensibles. Puedes usar este cepillo de dientes para perros pequeños, al resultar menos molesto.
Cepillos eléctricos: Sí, también existe el cepillo de dientes eléctrico para perros. Con este modelo -de cabezales reemplazables-, podrás limpiar cada rincón de su dentadura de forma óptima.
Podrás adquirir cualquier cepillo de dientes para perro en internet, cómodamente y por un módico precio -también puedes ir a una tienda de mascotas y hacerlo-. Por lo que una vez tengas en tus manos pasta de dientes y cepillo para perros… ¡Manos a la obra!
¿Cómo cepillar los dientes al perro?
Si tu perrete no está acostumbrado a esta práctica, probablemente se sentirá extraño cuando intentes hurgar en su boca y podría tensarse. Por ello, te damos las claves para convertir el cepillado de sus dientes en algo agradable.
Asociamiento positivo: Hay que ir dándole premios a medida que se va familiarizando con el cepillo -tocarle los dientes con él, que lo huela, que lo lama…-, de esta forma lo asociará con algo bueno, y poco a poco podrás ir metiéndole el cepillo en la boca para que se acostumbre a él. Tendrás que trabajar este proceso durante varios días, nunca le fuerces a ello porque complicará la situación.
Acostúmbrale a tu dedo: Úntate el dedo en algo que le resulte apetitoso -como caldo de pollo- y deja que lo lama a medida que levantas sus labios y lo deslizas por los dientes, para que se adapte a este movimiento. Repite esta práctica varias veces, durante varios días, hasta que se acostumbre por completo.
Acostúmbrale a la pasta de dientes: Aunque existen diversos sabores de su agrado -incluso de pollo-, debes familiarizarle con este nuevo elemento. Para úntate un poco de este ingrediente en el dedo y espárcelo por la dentadura, a media que lo lame, para que lo conozca y vaya habituándose a su olor y sabor.
Cepillado progresivo: No pretendas hacer un cepillado del tirón desde el primer día, tendrás que ir limpiando las diferentes partes de la dentadura progresivamente, a medida que le vas dando comida y nunca le introduzcas el cepillo introduzcas hasta el punto de que le resulte incómodo. De esta forma entenderá que el lavado de dientes va relacionado con comida y poco a poco se adaptará.
Primero los colmillos: Una vez tu perro esté acostumbrado al cepillado y puedas realizárselo sin mayor problema, empieza cepillándole los colmillos suavemente y de manera vertical. Poco a poco ve avanzando hacia los posteriores con movimientos circulares -recuerda hacerlo en ambos lados de la boca- y finalmente descúbrele los incisivos y frótaselos de manera vertical -en este paso puede estornudar-.
No te la juegues: Nunca realices esta practica con perros con los que no te sientas totalmente seguro o con los que consideres que pueda tener una mala reacción. En estos casos necesitarás recurrir a la ayuda de un profesional, acostumbrado a cepillar los dientes a los perros.