Los perros también se cepillan los dientes: la rutina bucal perruna, paso a paso
El cepillado regular de la boca de tu perrete es imprescindible, de esta forma evitarás el desarrollo de enfermedades periodontales
Nunca utilices dentífrico para humanos, no está preparada para ser ingerida y podría causarle problemas en su organismo
MadridSeguramente el encierro forzado en casa te está permitiendo dedicarle la mayor parte de tu tiempo a tu perrete -algo que hasta ahora era complicado debido a las clases o el trabajo-. Semanas que os están sirviendo para conoceros mejor y reforzar, aún más, el vínculo que os une.
Si, además, eres amo primerizo no dejarán de surgirte dudas sobre su cuidado y mantenimiento -algo totalmente normal-. Estas pueden ir desde cómo bañar a tu can y que no suponga un drama, o cómo organizarte para sacarlo a pasear si teletrabajas, hasta preguntarte cada cuánto se cepilla los dientes a un perro.
Porque… ¿se puede cepillar los dientes a los perros? Sí, se puede y se debe. Estudios veterinarios han demostrado que más del 80% de estos animales, mayores de 5 años, desarrollarán enfermedades periodontales a lo largo de su vida. De ahí la importancia de un cepillado de forma regular.
En Yasss, siempre volcados en la salud y felicidad de tu perrete, te explicamos cómo llevar a cabo este proceso satisfactoriamente y así tu peludo pueda lucir una sonrisa 'Profident'.
¿Cada cuánto hay que cepillar los dientes al perro?
La pregunta del millón tiene fácil solución: Lo ideal sería diariamente, aunque no siempre es posible por el ritmo frenético de vida que llevas. De ser así, hazlo al menos varias veces a la semana.
Recuerda que un cepillado regular es imprescindible para evitar que las bacterias se acumulen en su dentadura, provoquen sarro y desencadenen en la inflamación de las encías -lo que supone que los dientes se separen y las bacterias acampen a sus anchas-. Llegados a este punto, las enfermedades periodontales pueden empeorar tanto que, si no se trata adecuadamente, la infección se extienda hasta llegar a ocasionar la muerte.
En el caso de las razas pequeñas y las de hocicos anchos, planos o cortos -como lo son los Carlino, Bulldog o Bóxer- necesitan un cepillado más frecuente. Ya que aprietan sus dientes con mayor frecuencia y la placa se acumula con mayor facilidad, aumentando los riesgos de enfermedad.