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Los perretes también hablan: se comunican continuamente con los humanos a través de sus movimientos

  • Para entender a tu perro tienes que prestar mucha atención a sus movimientos en las diferentes situaciones

  • Una comunicación fluida con tu perrete reforzara vuestro vínculo y os convertiréis en uña y carne

Seguramente más de una vez te has preguntado cómo entender a tu perro en cada momento. Son múltiples la cantidad de movimientos que estos animales pueden hacer -con su cola, orejas, boca…-, así como las posturas que adoptar. Movimientos y posturas que esconden un significado y que, sin duda, te encantaría interpretar cada vez que, por ejemplo, tu querida Kira ladea la cabeza cuando le hablas y piensas: '¿cómo puedo entender a mi perro?'.

Si estás pasando el confinamiento junto a tu perrete, sin duda, esta cuestión te rondará cada vez con más frecuencia por tu cabeza. Son muchas horas junto a él, que además de reforzar el vínculo que os une, te estarán sirviendo para darte cuentas que no acabas de entender el lenguaje de los perros.

O si por el contrario estás planteándote adoptar, porque llevas tiempo queriéndolo hacer, estás totalmente seguro y quieres comprometerte a mejorar la calidad de vida de un peludo y a hacer feliz hasta el infinito, te animamos a dar este paso que no solo cambiará su vida, sino también la tuya.

En Yasss, que somos unos amantes de los animales, te explicamos cómo entender a los perros sin necesidad de recurrir al encantador de canes.

10 formas de entender lo que dice tu perro

Se acabó la desesperación de no saber qué quiere decir tu fiel compañero de cuatro patas. Te recopilamos los movimientos más habituales de este y te desciframos el significado de cada uno, para que los interpretes:

  • Cola: Si tiene la cola baja y la mueve lentamente se siente confuso y no te está entendiendo, mientras que si la mueve rápidamente a la misma altura asume que tú estás al cargo de la situación. Si tiene la cola levantada y la menea ligeramente, está queriendo decir que se siente seguro de sí mismo y si en esa misma posición aumenta la velocidad, está expresando alegría o excitación. Por el contrario, cuando esté en alerta posicionará el rabo en tensión, estático y recto, lo que puede desembocar en un ataque. Y si simplemente lo tiene escondido entre las patitas es porque está asustado de algo o alguien.
  • Orejas: Generalmente las orejas rectas o en alto puede tener diversos significados: alegría, atención, nervios o tensión. Esto dependerá de la postura que adopte tu perrete. Si está relajado y simplemente las levanta, estará prestando atención a algo, pero si se incorpora, adelanta su cabeza hacia adelante -y hasta enseña sus dientes- demuestra agresividad e incluso puede llegar a atacar. Si, por el contrario, las orejas estás hacia abajo o hacia atrás quiere decir que está tranquilo, pero también puede estar temeroso -si además tiene la cola entre las piernas, la boca cerrada y los ojos caídos-. Si directamente agacha las orejillas puede haber detectado una amenaza, -irá acompañado de ladridos-.
  • Boca: Por norma general, si la boca está abierta, el animal está totalmente relajado, mientras que si permanece cerrada denota tensión. Si muestra sus dientes, a medida que aumenta la apertura de sus labios… ¡Cuidado! Se siente amenazado y está preparado para atacar. No obstante, hay algunos capaces de mostrar su sonrisa canina -un gesto que no es muy habitual y solo muestran ante los humanos-, en señal de alegría al reencontrarse con alguien al que aprecia. Por último, si estiran sus comisuras pueden estar sufriendo estrés -a mayor tensión de estas, mayores niveles de estrés-.
  • Ojos: Hay que fijarse si su mirada es fija, si te mira a los ojos, o si evita el contacto visual. Si no contacta visualmente contigo es señal de apaciguamiento, está evitando un conflicto -un ejemplo claro es cuando tu perro te la lía y luego no es capaz ni de mirarte-. Si la mirada es fija, puede ser porque algo les llama mucho la atención -comida, juguetes…-, un signo de complicidad con su querido dueño, o incluso de amenaza -previamente al ataque, siempre fijará la mirada en su rival-. No olvidar que los ojos entornados expresan relajación y tranquilidad y los ojitos de pena -que los ponen de manera intencionada y consciente-, los usa para chantajearte emocionalmente y conseguir lo que quieren.
  • Cabeza: Si tu perro ladea la cabeza cuando le hablas, simplemente está prestándote toda su atención. Con este movimiento es capaz de captar mejor el sonido de tu voz -ya que orientan sus pabellones auditivos hacia ti-, además esta postura les sirve para verte mejor mientras estás hablando, pues el hocico obstaculiza su campo de visión. Si lo que quiere es llamar su atención y demostrar que te necesita, apoyará su cabecita sobre tus rodillas y si además restriega su hocico en tus manos, prepárate para darle una alta dosis de mimos.
  • Patas: Cuando coloca su patita sobre ti puede ser por varios motivos: para llamar tu atención y que juegues con él; porque está hambriento y quiere que le alimentes -es muy común que lo haga mientras estás comiendo-; porque está asustado y necesita tu protección o simplemente porque está demostrándote todo su amor, acompañado de lametazos.
  • Lametazos: Aunque la mayoría de sus lametones son en señal de afecto, puede ser: que tu sabor le resulte apetecible -ya sea por alguna crema que uses, te hayas pringado de comida o incluso al sudar-; que sufra ansiedad y se descargue de esta manera -si lo consideras necesario, acude al veterinario-, o porque está mostrándote su respeto -para ello se tumbará y te lamerá los pies-.
  • Aullidos: Son sinónimo de soledad, dolor y ansiedad. Cuando un can se siente solo, triste y abandonado aúlla desesperado. También es la manera de expresar dolor -acompañados de gimoteos y lloros- y de ansiedad canina -ya que aúllan más que un perro que no sufre ansiedad-. Y otro curioso motivo es por imitación, esto ocurre cuando por ejemplo escucha una sirena -interpretan que se trata de un animal aullando y lo hacen por solidaridad o imitación-.
  • Bostezos: Es la manera en la que se recargan de energía y palian la ansiedad o estrés. Con este proceso aumentan su frecuencia cardíaca y llega mayor cantidad de sangre a su cerebro, además de potenciar la oxigenación de los pulmones. Y también por imitación, sí, cuando te ve bostezar, él también lo hace de manera contagiosa, lo que supone crear un vínculo emocional muy fuerte contigo.
  • Panza arriba: La mejor de las señales, cuando tu perrete se tumba boca arriba es su forma de mostrarte su zona más sensible y vulnerable, expresándote que confía plenamente en ti y le encantan tus caricias en su barriga… ¡Vuestra relación lo peta!

Ahora sí que sí, ya puedes pregonar a los cuatro vientos: ¡por fin puedo entender a mi perro! Poco a poco reforzaras el vínculo que os une y vuestra comunicación, cada vez más fluida, hará que disfrutéis el uno del otro sin límites.

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