Las personas con perro sabemos lo importantes que pueden llegar a ser para nosotros estos animales: son nuestros compañeros de vida, de paseos, juegos, nos acompañan y nos alegran los días, nos llenan de arrumacos y nos quieren. Por eso, es muy fácil adorarles y que te digan que eres alérgico a tu mascota puede convertirse en un auténtico drama.
Pero no te preocupes, aunque es muy molesto sufrir los síntomas, no es tan grave, y hay tratamientos para suavizarlos. Además, es muy habitual: un 15% de la población tiene alergia a estas mascotas. Aunque te hayan diagnosticado una alergia a los perros de repente, hay opciones que te van a tranquilizar, por eso vamos a enseñarte a detectar las señales que te pueden indicar que estás desarrollando una alergia a los perros y también qué soluciones puedes encontrar a este contratiempo para que puedas seguir disfrutando plenamente de tu mascota.
Para empezar, vamos a derribar falsos mitos: esta alergia es una reacción a las proteínas del animal que se encuentran en las células de la piel, la saliva o la orina, y no a los pelos, como se suele pensar. De hecho, lo más frecuente es que desarrollemos alergia a las escamas muertas de la piel que va perdiendo el animal, es decir, a su caspa.
Si sospechas que puedes tener alergia a los perros, desde luego, la mejor forma de confirmarlo es acudiendo al médico para que te haga las pruebas pertinentes. Sí, esas en las que te llenan el brazo de pinchazos con diferentes sustancias para buscar una reacción alérgica leve, que suele manifestarse con una inflamación cutánea, similar a un picotazo.
De todas formas, los primeros síntomas que suelen aparecer en el caso de ser alérgico son similares a los de la alergia al polen o el resfriado: estornudos, escozor de ojos con inflamación y lagrimeo, picor de nariz, garganta y paladar, goteo nasal y tos.
Estos síntomas pueden agravarse y derivar en falta de aliento, una presión o dolor en el pecho, un pitido en el pecho al respirar e incluso asma. También pueden aparecer reacciones cutáneas, como manchas rojas de urticaria, picor en la piel o incluso eccema.
Estos síntomas suelen ser más fuertes por la noche, durante las horas del sueño, porque es el momento en el que los valores ambientales de alérgenos de las mascotas son más altos. Si tienes alergia al polen o a los ácaros tienes más papeletas de desarrollar una alergia a los perros y a otras mascotas como a los gatos, hámsters o los conejos.
Las alergias, en general, son provocadas por una reacción del sistema inmunitario, que reacciona ante una sustancia extraña produciendo anticuerpos, inflamando las fosas nasales o los pulmones.
Para empezar, no creer todo lo que cuentan, ya que muchas veces se comenta que existen razas de perros 'hipoalergénicas', pero esto no es real. La concentración de alérgenos depende del sexo del animal (los machos suelen tener más alérgenos), si están castrados o no, o incluso en su tipo de piel, pero no hay garantías de que algunas razas de perro te libren de tener síntomas si tienes alergia a estos animales, aunque sí que hay razas menos propensas a causar reacciones, pero no inmunes.
Aunque se suele recomendar que los alérgicos a los perros eviten pasar tiempo con estos animales, tocarlos e interactuar con ellos, o lo reduzcan lo máximo posible, la verdad es que hay medicamentos y tratamientos que pueden aliviar los síntomas de la alergia, dependiendo de su gravedad.
No podemos negar que evitar el contacto con los perros es la medida más eficaz, es de sentido común. Pero también podemos recurrir a la medicación: la vacunas son muy efectivas, pero hay pacientes a los que el médico no les recomienda este tratamiento. También puedes recurrir a antihistamínicos, pero lo mejor es que acudas al alergólogo, ya que será quien mejor te asesorará sobre el tratamiento que puedes seguir.
Si convives con un perro y tienes alergia, también existen algunas recomendaciones que pueden suavizar los síntomas: evita que tu perro entre en tu dormitorio, lávate bien las manos después de tocarle y evita tocarte la cara antes de pasar por el grifo y el jabón, ventila bien tu casa, lava a menudo a tu perro (se recomienda una vez a la semana), lava la ropa que haya estado en contacto con tu mascota.
Otra alternativa son las lociones que ayudan a combatir la alergia a los perros, productos muy innovadores que eliminan los alérgenos evitando que se esparzan por el aire, y se aplican sobre el cuerpo del animal. Es una buena solución para mejorar la convivencia con tu mascota, aunque su eficacia dependerá de tu sensibilidad a estos alérgenos.
El contacto con mascotas desde pequeños puede prevenir estas alergias, desarrollando una resistencia mayor y acostumbrando al organismo a convivir con estos animales que tantas alegrías nos da.
Por eso, si eres alérgico a los perros pero no sabrías vivir sin su compañía, consulta con profesionales y aplica todos los consejos posibles porque realmente merece la pena compartir la vida con ellos.