Los perros tienen la fama, pero los gatos pueden ser tanto o más cariñosos que ellos. Sí, ya sabemos que los mininos son muy independientes, que van más a su bola, que a veces pasan de ti… se dice que los gatos son fríos y distantes, incluso agresivos, pero cualquier cuidador te dirá que eso son prejuicios. Estas mascotas son muy sociables y cuidadosas, y generan un gran apego con la familia con la que viven.
Ahora bien, es cierto que cada gato es un mundo: algunos te querrán acompañar al baño y velarán tu sueño a los pies de tu cama, mientras que otros pasarán tres días fuera de casa y ni te saludarán al entrar de nuevo. Todo depende del carácter y la historia de tu minino, pero también de su raza: algunas son mucho más cariñosas que otras.
Los gatos de estas razas te irán a recibir a la puerta cada vez que llegues a casa, se tumbarán junto a ti cuando veas una peli en el sofá y rondarán tus piernas, ronroneando, para llamar tu atención. Si es lo que buscas en una mascota, sigue leyendo: en Yasss te contamos cuáles son.
Antes de empezar, aunque estas razas tengan fama de cariñosas, todos los gatos lo son; también los mestizos, en ocasiones apartados e ignorados. Dales una oportunidad a estos gatos y adóptalos: estarán tan agradecidos que no querrán separarse de ti.
Entre las razas más populares están las siguientes:
El gato siamés. Se trata de una raza muy cariñosa con las familias, en particular con los niños con los que convive. Suele tener una paciencia enorme, y tiende a esperar a sus cuidadores en la puerta, cuando escucha que llegan a casa. Además, son gatos muy inteligentes.
El Ragdoll. Este gato (literalmente, muñeca de trapo) es uno de los más cariñosos y tranquilos. Es amable y confiado y, cuando le cogen en brazos, deja su musculatura totalmente floja: de ahí su nombre.
El maine coon. Esta raza procedente de Estados Unidos es muy grande, cariñoso y sociable, también con otras mascotas. Es uno de los favoritos de los norteamericanos y, además, tiene dos particularidades: por un lado, suele escoger a un preferido de entre la familia en la que vive (algo así como un líder en su grupo cercano), y por otro, no le disgusta en absoluto el agua.
El gato birmano. Este felino, de apariencia elegante y digna, es de lo más cariñoso. Si quieres convivir con una mascota tranquila, que no sea tan traviesa como otros mininos, opta por un gato de Birmania.
El gato Bombay. Un minino afable, cariñoso y fiel que, además, es de lo más calmado: convivir con un felino de esta raza es un privilegio que pocos conocen.
El gato Habana. Les gusta tanto pasar tiempo con sus dueños que, a veces, puede resultar hasta cargante. Los felinos de esta raza quieren cariño constantemente: son inteligentes, adorables y aman a su familia por encima de todo. También son muy activos, así que carga las pilas antes de adoptar a uno.
El gato persa. Estos mininos peludos, tan conocidos en todo el mundo, son de lo más cariñoso. Así que, si lo que buscas es un felino al que peinar, no te lo pienses mucho y lánzate a vivir con un gato persa: cuanto más le acicales, más cercano se sentirá a ti.
El gato scottish fold. Con sus orejas pequeñas y plegadas, el aspecto de este felino es tan adorable que te costará no quererle. La buena noticia es que él te adorará tanto como tú a él: esta raza es muy amistosa y simpática, y se adapta fácilmente a multitud de escenarios. Por lo general, es calmado y permanece dentro del hogar. Suele entenderse bien con personas y mascotas, y disfruta recibiendo afecto como el que más.
En cualquier caso, con paciencia y cariño cualquier gato querrá pasar tiempo contigo. No descartes acudir a un refugio y adoptar a una mascota que lo necesite así como así: todos los gatos pueden ser amorosos si se les dedica el tiempo necesario.