Un gato con el pelo brillante y suave no solo es un animal bonito: también es un minino sano. Preocuparse por un pelaje no es tan solo una cuestión superficial, y si este es áspero, descuidado o sucio, es normal que hagas saltar las alarmas.

¿Es el caso de tu felino? ¿Tiene el pelo áspero y quieres que tenga una apariencia suave y limpia? En Yasss te damos las claves para mejorar ese aspecto tan dejado y que vuelva a parecer una bolita de algodón de azúcar.

Cuando hablamos de su pelo no nos referimos solo a la belleza, sino que también dice mucho de su estado de salud. Un pelo sano es un buen augurio. Además, el pelaje se relaciona con otras funciones: entre ellas, quizás la más obvia sea la protección térmica, que ayuda a nuestro felino a soportar tanto el sol y el calor como el frío excesivo. Pero su pelo también funciona como aislante de otros agentes agresivos, como heridas, arañazos, quemaduras o picaduras de insectos.

El pelo también tiene mucho que ver con la función comunicativa. Como muchos otros animales, los gatos se relacionan por medio de su pelaje, y entender esos gestos es fundamental. ¿Lo tienen erizado? Probablemente tengas a tu minino enfadado y orgulloso, por ejemplo. Además, el pelo está muy relacionado con su sentido del tacto.

Cuando no bebes agua, tu cuerpo lo nota, y pasa otro tanto si no comes fruta ni verdura. Algo así pasa con tu gato: si su alimentación no es adecuada o equilibrada, puede afectarle muchísimo. No solo en su cuerpo: también por fuera, en su pelaje, su estado de ánimo y su piel.

Es importante que revises su dieta y plantees cambios que mejoren su salud. Hay piensos de todo tipo, por lo que quizás el problema vaya por ahí; consúltalo con tu veterinario para mejorar su alimentación. Piensa que la vida de tu gatito también pasa por etapas, y en ocasiones necesitará aportes que, meses antes, su cuerpo no pedía. Es cuestión de identificar sus procesos para darle el alimento que más le convenga.

Los gatos, y especialmente aquellos que tienen el pelo más largo, no necesitan muchos lavados, pero sí un cuidado del pelaje relativamente exhaustivo. Hay que cepillarles cada cierto tiempo, para eliminar los restos de suciedad y aquellos pelos que se le hayan caído y enganchado entre los demás.

Ahora, que no necesite mucha limpieza no implica que no debas lavarle. Es posible que, si se ha pasado cuatro días paseando bajo la lluvia, necesites lavarlo. No dudes en hacerlo si lo crees necesario, tomando precauciones y usando productos específicos para gatos.

Los gatos también pueden sentir estrés y ansiedad, y, como sucede con las personas, eso se manifiesta en la piel y el pelo. En el caso de los mininos, si han estado expuestos a cambios recientes para los que no estaban preparados (como la aparición de un segundo felino en la casa, cambios en sus juguetes o una limpieza a fondo del hogar que retire todos sus olores de la casa) pueden provocar problemas en su apariencia.

Si se siente estresado o invadido, es probable que empiece a perder el cabello. Notarás ciertas calvitas en su lomo: esa es una señal que te invita a visitar a tu veterinario. Él o ella sabrá, mejor que nadie, cómo calmarle y ayudar a su recuperación.

Existen tantas bacterias y bichitos que pueden dañar a tu gatito… y es facilísimo que tu felino se contagie en casi cualquier sitio. Si crees que estos parásitos están haciendo de las suyas sobre tu gato, realiza un examen exhaustivo de su pelaje y llévale al veterinario. Con productos específicos podrás desparasitarle sin problema.

Ahora bien, considera que tu gato se haya revolcado por toda tu casa y que, quizás, tengas pulgas en las esquinas de tu salón. Plantéate limpiar bien todo el hogar, de punta a punta, para evitar que vuelvan a atacar a la mínima oportunidad.

En conclusión, si tu gato tiene el pelo áspero puede significar que tiene un problema de salud y, si tus intervenciones no funcionan, lo mejor es llevarle al veterinario para tomar las medidas más adecuadas.