No son la misma raza pero comparten una particularidad genética: curiosidades de los gatos naranjas

Al igual que las personas pelirrojas, los gatos naranjas siempre nos han llamado la atención. Si tienes la suerte de vivir con uno de estos felinos rubios sabrás que suelen ser cariñosos, activos y muy sociables (aunque, como en todo, hay excepciones), pero seguro que desconoces las curiosidades que esconden, por eso vamos a desvelarte sus secretos, que seguro van a sorprenderte.

Estos gatos se caracterizan, principalmente, por el tono de su pelaje, que puede ir desde el rojo anaranjado hasta el amarillo dorado. Tienen muchas similitudes con los gatos monteses, por eso se cree que pueden proceder de ellos.

Aunque no se trata de una raza en particular, ya que puede haber gatos naranjas de todas las razas, hay una designación oficial para describirlos en conjunto: Orange Tabby, en referencia a que poseen el gen T. Y es que todos los que comparten este color tienen una característica genética particular que les hacen únicos.

Una de las curiosidades que más llaman la atención de estos gatos naranjas es que el 80% son machos, pero tiene una explicación lógica. Al igual que ocurre con los humanos, el color del pelo no tiene por qué corresponder a una raza, si no que es una característica genética pero, en el caso de estos felinos, el color naranja del pelaje es transportado por el cromosoma X.

Para que la hembra sea naranja deben coincidir dos X naranjas, mientras que para que lo sea el macho (teniendo en cuenta que en este caso su cromosoma será XY) solo hace falta una X, lo que resulta más sencillo y, sobre todo, más probable. Este gen es conocido como aoguti o agutí.

Si este gen es dominante el gato será de color naranja, y si es recesivo lo más probable es que aparezca combinado con otro color. El gato que porta este gen tiene un color amarillo en el centro de cada pelo que define un dibujo en el pelaje, que puede tener diferentes formaciones que le darán nombre:

Estos gatos suelen tener los ojos muy grandes, expresivos y de colores claros, normalmente verdes e incluso amarillos. Su pelaje puede ser largo o corto, dependiendo de su raza, pero todos tienen una particularidad común que resulta muy curiosa: su pelaje se oscurece en la parte de su frente formando una M. ¿Por qué? Pues es una característica que puede tener su origen en su pelaje atigrado, pero hay algunas teorías más bonitas sobre esto recogidas en las tradiciones religiosas que le otorgan algo de solemne y mágico, para premiar su lealtad.

Hay algunos estudios endocrinológicos que apuntan a que este gen común en los gatos panochos puede estar relacionado con su tendencia a la obesidad. Lo cierto es que los expertos coinciden en que no necesitan cuidados especiales debido a su color, y que tanto su carácter como muchas de las singularidades de estos gatos dependerán de su raza, pero sí que existen una serie de características que suelen ser comunes entre los mininos anaranjados.

Se trata de gatos muy activos, extrovertidos, sociables y juguetones. Son perfectos para familias con niños ya que, aunque pueden ser tímidos al principio, enseguida estarán dispuestos a jugar con cualquiera que les preste atención. Por eso, para ellos, un juguete siempre será un regalo muy bien recibido. Les gusta divertirse y se relacionan muy bien con humanos.

Son gatos muy sensibles, a los que hay que prestarles especial atención a la hora de socializarles o, de lo contrario, pueden ser miedosos, desconfiados y se adaptarán mal a los cambios. Sin embargo, si se les acostumbra al contacto humano desde que son pequeños desarrollarán una mayor capacidad de adaptación y serán más activos y cariñosos.

Pero cuando pensamos en los gatos naranjas es inevitable que nos vengan a la cabeza algunos ejemplos famosos como el mítico Garfield, que aunque sea bastante perezoso, nos ha dado muy buenos momentos gracias a su sarcasmo; o el Gato con botas, al que Antonio Banderas le puso voz en Shrek, conquistándonos con su cara de adorable peluche, aunque luego terminase armándose de valor para luchar como un profesional espadachín contra quien se cruzase en su camino.

Lo que está claro es que, si eres amante de los gatos sabrás que estos naranjas, además de preciosos, son muy especiales, y fuera de estereotipos, leyendas religiosas y particularidades genéticas, si les tratamos con cariño serán unos increíbles compañeros de vida.