Casarse con el perro: la gente puede hacerlo en algunos países pero es mejor darles amor adoptándolos
¿Prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así amarle y respetarle todos los días de tu vida? Sí, prometo
¿Quieres casarte conmigo? ¡Guau! Sería el primer paso que tendríamos que dar al decidir que un perro pase el resto de su vida con nosotros.
A tu perro como a tu pareja, querrás hacerle feliz y por ello procurarás pasar todo el tiempo posible con él. Y lo más importante ¡le serás siempre fiel! Esto, aunque parece sencillo y que nos sale de forma natural, desde nuestros sentimientos, a veces, cuando entramos en la rutina, empezamos a entenderlo como obligaciones o hábitos que no disfrutamos como deberíamos.
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En estos tiempos de cuarentena y de quedarse en casa, serán muchas y muchos, los que pensarán "¿por qué no tengo un perro?". Las personas que cuidan de un perro y conviven con él, pueden salir a la calle cortos periodos de tiempo durante el día para el que can haga sus necesidades. Por otra parte, son muchas las parejas que están pasando estos días juntos, y es común ver en las redes que muchos de ellos están desesperados y se nominan mutuamente para abandonar la casa porque ya no se aguantan, (como si fueran concursantes de GH).
Normalmente, cuando decidimos convivir con un perro, entrará a nuestras casas y directamente a lo más íntimo de nuestros corazones. No hay un periodo de noviazgo. No hay periodo de conocerse. El mismo día que lo decidas, tu perro pasará a ser parte de tu vida, y tendréis que compartirla. Sin necesidad de ningún documento para regularizar un matrimonio civil, entre ambos.
Y vuestra unión más física no será más que la de la correa y el arnés, que es mucho más económico y práctico que un anillo de compromiso y las alianzas. Te evitarás por lo tanto llevar a cabo todo trámite de un matrimonio civil: los requisitos, las esperas, el cuadrar fechas, y los millones de documentos y paseos al registro civil… ¡Un epic win de manual!
Así que si estás planteándote una boda con tu perro prepárate para escuchar a tus amigos pronunciar: ‘Madre mía, Rosalía, bájale’. Porque o te vas a la India (donde sí es posible), o nunca recibirás un certificado de matrimonio civil con tu amado de cuatro patas.
Por lo que si estás pensando en compartir tu vida junto a uno, ve a una protectora (no compres, ADOPTA). Allí miraras a un perrete a los ojos, él te devolverá la mirada y a partir de ese instante, seréis uno (un true love de por vida, vamos): tendrás que firmar un documento de adopción, el veterinario pondrá los papeles a tu nombre, vacunas, chip, y… listo para escuchar en tu mente un: ‘¡Ya se han casao!’
Es cierto que empezarás a no poder pasar tanto tiempo con tus amigos o a reducir el tiempo de tus salidas, ya que estás preocupado porque tienes que salir con tu perro, ya que lleva ya muchas horas solo en casa, es su hora de comer, o simplemente te apetece estar más con él que con nadie.
Prepárate para dedicarle tus pensamientos 24/7 (cuando estés en clase o en el trabajo estarás pensando en cómo estará y si te echará de menos tanto como tu le echas a él) y planear tu vida en torno a este, porque querrás pasar todo el tiempo posible juntos. Vivir junto a un perro te hará descubrir un nuevo tipo de amor, que, si hasta ahora no has sentido… ¡vas a flipar!
¡Ojo! No todos los perros son iguales, así como los humanos: no a todos les gusta el juego de ir a recoger la pelota y devolvérsela a su cuidador, no a todos les gusta hacer pis en las esquinas de los edificios, ni les gusta escarbar la tierra. Cada uno de ellos necesita su dedicación y atención diferente dependiendo de su carácter, raza o vida pasada.
No podrás casarte con tu perro, pero será lo más cercano a una relación de pareja, ya que le debes respeto y fidelidad (si crees que no puedes cumplir con ellos, descarta la idea de adoptar uno).
Y es que un perro necesita de una serie de cuidados y mucha atención: hay que responsabilizarse de sacarlos a la calle varias veces al día para que hagan sus necesidades y hagan ejercicio, tengan su tiempo de esparcimiento y socialicen con otros perros. Además de peinarles y asearles, llevarlos a revisión al veterinario para que cumpla con sus vacunas y por supuesto darles algún capricho que otro.
Recuerda que, aunque los perros dependen de ti para muchas cosas, pero los dos dependeréis el uno del otro de forma emocional.
Por lo que, con toda seguridad vas a encontrar más fidelidad en tu mascota que en alguna pareja o en cualquier relación humana. Los perros van a ofrecerte toda su lealtad y va a amarte incondicionalmente toda la vida y de verdad.
Ya eres consciente de todo lo que conlleva un perrete, así que si estás ready para embarcarte en una relación sentimental canina… ¡Que el amor os permanezca intacto hasta que la muerte os separe!