Todo el mundo verá la misma ilustración. Se trata de un dibujo hecho por la artista malasia Lim Heng Swee, una diseñadora gráfica e ilustradora muy famosa en redes sociales. Pero no todo el mundo recibirá la misma información en su cerebro.
Mira esta ilustración y quédate con la primera impresión que te venga a la cabeza. Después, sigue leyendo.
¿Qué te ha venido a la cabeza? Lo primero que hayas pensado te dará información sobre qué tipo de persona eres a la hora de afrontar una crisis.
La actualidad está demasiado tensa con todo el tema de la pandemia del coronavirus. La situación no es fácil para ninguno de nosotros, bien sea porque hay que trabajar más (si eres personal sanitario), porque tienes que quedarte encerrado en casa el mayor tiempo posible (si vives en ciudades con alto número de contagios, como los madrileños) o porque tienes que teletrabajar o telestudiar para no perder el curso.
Ante una situación como esta, o ante cualquier otro imprevisto que implique cambios, entramos en una pequeña crisis personal: nos sentimos inseguros, intranquilos y no sabemos qué hacer. Cada persona reacciona de una manera diferente, y es normal. Lo extraño sería no reaccionar de ninguna manera.
En la imagen de ahí arriba pueden verse dos cosas: un paisaje con una puesta de sol sobre el mar o un gato jugando con su pelota u ovillo de lana. ¿Qué viste tú?
Puesta de sol
Eres una persona optimista, así que afrontas los cambios con ganas. Pero las crisis son otro tema y no es tan fácil adaptarse a ellas. Tú pones todo de tu parte pero también te llevas un mal rato al entender que se trata de algo serio. Necesitas un pequeño periodo de adaptación para asumir lo que se viene pero en cuanto entiendes las nuevas circunstancias no solo te adaptas a ellas sino que eres capaz de ayudar a los demás en ese proceso de cambio.
Un gato jugando
Eres una persona que le da demasiadas vueltas a todo. ¡Sí, como el gato al ovillo de lana! Ante un cambio enseguida te sientes desconcertado e incluso bloqueado, y muchas veces reaccionas por impulsos sin pensar en lo que estás haciendo o en qué deberías haber hecho. Lo mejor es que respires hondo tres veces antes de tomar una decisión, aunque tampoco te sientas mal por ser impulsivo, ¡los instintos nos han ayudado a sobrevivir durante miles de años!