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Juego de los cinco lenguajes del amor: todo el mundo lo expresa de una forma distinta según su personalidad

  • Según Gary Chapman, existen 5 lenguajes o formas de expresar y entender el amor

  • Los mitos y creencias tóxicas del amor romántico pueden hacernos mucho daño, condicionando nuestras futuras relaciones

¿Alguna vez te has frustrado porque sientes que das más por tu pareja que ella por ti? Probablemente sí o, en el lado opuesto, es posible que tu novio o novia sea el que se ha sentido descuidado o incomprendido. Al fin y al cabo, las relaciones amorosas son complejas, sobre todo si tenemos en cuenta que no hay una única forma de querer.

Desde que somos pequeños, crecemos con la creencia de que sólo hay un tipo de relaciones: las monógamas. A esto le sumamos que el amor romántico repleto de mitos y creencias tóxicas cala muy hondo en nosotros. "El amor a veces duele", nos dicen en las películas. "Los celos demuestran que te quiere de verdad", afirma nuestro mejor amigo.

Cuando crecemos y nos topamos de lleno con nuestra primera relación seria, esas creencias empiezan a hacernos daño, y tras un largo proceso de deconstrucción entendemos que el amor no duele, que los celos no son sanos, y que en una pareja siempre debe primar el respeto. ¿No sería más fácil que se nos educase bajo estos ideales en vez de aprenderlos por nuestra cuenta con la edad?

La teoría de los 5 lenguajes del amor

Gary Chapman, antropólogo y consejero matrimonial, empezó a cuestionarse todos los mitos sobre las relaciones cuando su mujer enfermó. A raíz de su experiencia y de los conocimientos teóricos que había recopilado hasta la fecha, formuló la teoría de los 5 lenguajes del amor.

Aunque suene a libro de autoayuda o a canción romántica de Pablo Alborán, esta teoría ha resultado muy enriquecedora en el terreno de la terapia de pareja. Entender que el amor no es algo uniforme que todos sentimos igual, sino distintas facetas que pueden manifestarse más o menos en una persona, es muy útil para disfrutar de relaciones sanas. Pero, ¿cuáles son esos lenguajes o facetas del amor?

  • La faceta de las palabras

Son aquellas personas que demuestran el amor principalmente con palabras. No les cuesta nada decir 'te quiero' y en las ocasiones especiales tienen una gran facilidad para escribir textos emotivos.

  • La faceta material

La faceta material destaca en aquellos que demuestran el amor con regalos. Puede parecer superficial, pero implica conocer bien a tu pareja y saber qué es lo que le gusta y qué es lo que no. Desde el último videojuego del mercado hasta un regalo hecho a mano, ¡siempre aciertan!

  • La faceta física.

Quienes se comunican físicamente en el amor son esas personas besuconas o que siempre están abrazando. Para ellos una caricia significa más que cualquier te quiero. También abarca las relaciones sexuales, pero es algo mucho más complejo que el placer. Se trata de la conexión que proporciona el contacto físico.

  • La faceta del tiempo de calidad.

Se trata de personas que entienden el amor como pasar tiempo en pareja, pero de calidad. No basta con quedar para ver una película romántica y estar cada uno mirando el móvil. Importa la comunicación, la empatía y la sensación de conexión.

  • La faceta servicial o altruista.

Al igual que hay personas que demuestran el amor con regalos, otros lo hacen con hechos. De eso se trata la faceta servicial o altruista. Por ejemplo, ir a ver a tu pareja cuando está enferma aunque tienes que estudiar o recoger a su abuela porque nadie más puede. Y lo más importante es que hacen esto porque quieren, no porque se sientan forzados.

¿Cuál es tu lenguaje del amor?

Ahora que conoces cada faceta, estarás deseando saber cuál es la tuya. Por suerte, Gary Chapman elaboró un test para averiguarlo.

Sé sincero porque lo genial de este test es que no hay respuestas correctas o incorrectas. Cualquier forma de amar es válida.

¡Bien! Ya sabes cuál es la faceta predominante en ti, pero es importante recalcar que una persona puede tener varias facetas y, sobre todo, que no hay ninguna faceta más importante que otra. Lo ideal es que una pareja esté a gusto, independientemente de si uno de los miembros es más físico y el otro prefiere pasar tiempo de calidad. Siempre y cuando se complementen, lo demás sobra.

Es muy fácil echar en cara a nuestra pareja comportamientos y emociones, solo porque nosotros entendemos el amor de otra forma. La dificultad radica en empatizar y comprender que lo que para nosotros es fácil, para otra persona puede suponer un mundo.

En vez de exigir a nuestro novio o novia que cambie drásticamente su manera de actuar o, en palabras de Chapman, su lenguaje del amor, debemos primero realizar un trabajo de comprensión y encontrar un punto medio.

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