Adolescencia, superpoderes y la estética de los ochenta: una mezcla que hemos visto ochocientas veces, pero que no nos cansamos de consumir. La verdad es que los cambios hormonales y físicos que pasamos durante la pubertad invitan a directores y guionistas a incluir un toque fantástico: lo vimos en 'Carrie', en 'X-Men' o en 'Stranger Things', por ejemplo.

Netflix sabe lo que nos gusta, y por eso acaba de estrenar 'Esta mierda me supera', una serie que se alzó con la medalla de lo más visto en España en las 24 horas siguientes a su estreno. Pero, ¿a qué viene tanto revuelo?

Lo primero que invita a ver esta serie es su duración, una temporada de siete capítulos de 25 minutos cada uno, lo que convierte esta ficción en una de las mejores opciones de Netflix para empezar y acabar en una sola tarde. Además, está dirigida por Jonathan Entwistle, el creador de la exitosa 'The End of the F***ing World', que se puede ver en la misma plataforma, y la protagoniza Sophia Lillis, la genial Beverly de 'It' (2017). ¿Qué puede salir mal?

Basada en la novela gráfica homónima de Charles Forsman, 'Esta mierda me supera' es la historia de Sydney, una adolescente que se aburre muchísimo en su aburridísimo pueblo. Con sus complejos y traumas, marcados por el suicidio de su padre, Syd trata de sobrevivir a sus inseguridades y sus brotes de tristeza, desgana y rabia, mientras descubrimos que... (¡sorpresa!), la chica tiene poderes psíquicos que no termina de comprender.

¿Dónde está el truco? La estética de la serie es hipnótica y muy nostálgica, con tintes ochenteros que recuerdan a las películas de John Hughes (director de taquillazos adolescentes de los ochenta como 'El club de los cinco' y '16 velas'). Pero es que, además, los protagonistas de esta serie son los inadaptados del curso: no tienen demasiado éxito, odian todo con toda su alma y están perdidísimos.

Como ocurre en 'Sex Education' o 'Freaks & Geeks', 'Esta mierda me supera' sigue a chavales para los que ir al instituto es un infierno, y es más fácil encontrarse en ellos que en el exitoso, popular y sin-un-solo-grano Troy Bolton de 'High School Musical'.

La serie está llena de cosas que ya hemos visto, pero que nos encanta revisitar. Por ejemplo, que lo único decente que Syd tiene en el instituto, su mejor amiga, empieza a alejarse de ella porque comienza una relación con el tipo más imbécil de su curso. O su vecino Stanley, un chaval misterioso y timidillo que escucha grupos que Syd nunca ha oído y que pasa de todos en el instituto.

Desde 'It' hasta la miniserie 'Heridas abiertas', Sophia Lillis siempre ha bordado los papeles de adolescentes obsesionados con 'ser normales'. Ella y sus primeros debates morales y deseos sexuales son el eje de esta serie, que además se narra en su omnipresente voz en off.

Un detalle que agradezco en las series 'teen' es que los personajes adolescentes estén interpretados por actores más o menos de su edad. Por eso me encantó 'Freaks & Geeks' y por eso me chirría 'Derry Girls' (me encanta la serie, pero ¿cómo pueden poner a personas de 30 años un uniforme de cuadros y pasarlos por chavalas de 16?). También por eso me interesa 'Esta mierda me supera': la representación de los cuerpos adolescentes es con cuerpos adolescentes, lo que siempre está bien.

Además de Lillis, que tiene 18 años, la serie cuenta con las actuaciones del dieciseisañero Wyatt Oleff (que también trabajó en 'It' y en 'Guardianes de la Galaxia') como el vecino de Syd, Stanley o con la casi veinteañera Sofia Bryant como su mejor amiga Dina.

'Esta mierda me supera' está llena de easter eggs a otras ficciones. Cuando llegas al final, por ejemplo, es imposible no recordar cualquiera de las versiones de 'Carrie', las películas basadas en la novela de Stephen King con el mismo nombre. Sin spoilers, pero la venganza de Syd con aquellos que le han hecho la vida imposible está a la altura de la de la prota de la clásica obra de terror.

El director de la serie, Entwistle, describió 'Esta mierda me supera' como "si los X-Men conocieran a Lady Bird y esta conociera 'El club de los cinco'", pero no se queda ahí. La serie está llena de referencias a 'The Endo f the F***ing World', la famosa ficción protagonizada por una 'maniac pixie dream girl' con ojeras y un rarito psicópata y creada, como ya hemos dicho, por el propio Entwistle. Por ejemplo, la banda sonora de ambas ficciones está compuesta por Graham Coxon, guitarrista y corista del grupo 'Blur', y comparten la canción 'I’m not like everybody else’ del grupo' The Kinks.