Su trayectoria como modelo y sus experiencias vitales le hicieron rebelarse contra las actitudes machistas tanto en el ámbito profesional como en el personal. Cuando decidió dejar la moda en un segundo plano para dedicarse por completo al mundo de la música, tuvo claro que sus canciones iban a ser instrumentos para remover conciencias e intentar cambiar ciertas realidades sociales tóxicas. Por eso, Brisa Fenoy no dudó en utilizar el reggaetón, un género musical repleto de canciones machistas, para hacer un alegato feminista a través de 'Lo malo', un single que se ha convertido en todo un éxito.

“Me pareció muy interesante dar la vuelta a un género en el que predomina el machismo y en el que se denigra, se objetiviza y se sexualiza a las mujeres. Era muy necesario hacer un tema de reggaetón que hablase de nuestra independencia y autonomía, de que no necesitamos un hombre. Yo con la canción no hablo de usar y tirar a nadie, sino de darnos a valer más las mujeres porque somos las que más nos usan”, explica la cantante.

No es difícil darse cuenta de cómo el perreo reggaetonero pisotea en muchas ocasiones la igualdad de género desde las letras de sus temas. “El trap y el reggaetón han contribuido al aumento del machismo entre los más jóvenes. Los mensajes que lanzan, que hablan de mujeres sumisas que son utilizadas, van directos en vena”, dice la cantante. Por eso, reivindicar el empoderamiento de la mujer y luchar contra el machismo desde el género musical en el que se fomenta fue la idea de Brisa al escribir Lo malo: “El reggaetón es una de las mejores vías para enviar mensajes feministas. Es lo que los jóvenes escuchan y bailan en discotecas”.

A Brisa le propusieron adaptar la letra de una canción que interpretarían dos de las concursantes más seguidas de Operación Triunfo, Aitana y Ana Guerra: “No me hubiese gustado quedármela para mí porque el mensaje feminista que hay en ella no habría tenido tanta repercusión. Aitana y Ana Guerra son dos chicas maravillosas que tienen toda la atención del público de 'Operación Triunfo'. Son muy guapas y muy jóvenes, lo tienen todo para ser cosificadas y sexualizadas. ¿Quién mejor que ellas para cantar una canción que reivindica todo lo contrario? Además, el que una de las cantantes tenga 18 años es muy importante para que el mensaje llegue a los adolescentes”, reflexiona la artista.

No solo es un éxito que 'Lo Malo' se haya convertido en Disco de Oro digital en España, también lo es que una canción con un mensaje a favor de la libertad de la mujer se baile en las discotecas y suene en todas partes. “La gente se sorprende de que una modelo haga canciones con mensajes feministas y sociales, pero es que yo siempre he sido así”, afirma Brisa Fenoy. La cantante no duda ni un segundo a la hora de reconocer que la industria discográfica no se lo pone nada fácil a las mujeres. Es algo que ella ha vivido en primera persona: “Hay mucho machismo en el mundo de la música. Sigue costando que a una chica guapa la tomen en serio. Piensan que no tienes ni idea y creen que te pueden mangonear. A mí me tratan diferente por ser una mujer y por ser guapa. Si yo fuese un chico, me apoyarían más”, cuenta Brisa.

Aunque es modelo desde los 18 años, su sueño siempre ha sido vivir de la música. Venir del mundo de la moda, asegura, es una barrera a la hora de que a una mujer la tomen en serio en el ámbito musical. Sin embargo, reconoce que su físico le ha ayudado a entrar en el sector: “Tengo la suerte de tener la carita que tengo. La fachada a las discográficas les atrae, dicen ‘ay, mira, una niña mona, y encima compone’, pero claro, luego… ahí tienes mis canciones y todos los temas sociales de los que hablo en ellas”.

Si en el mundo de la música hay comportamientos machistas, el de la moda es otro ámbito en el que ser mujer tampoco es sencillo. Brisa no se corta al hablar de ello: “El papel de la modelo es el de un cero a la izquierda. Estás trabajando y ni saben tu nombre ni tienen ningún interés en hablar contigo. Ojalá ese sector tuviese más calidad humana. Las modelos no solo somos maniquíes, tenemos frío, tenemos hambre, nos gusta hablar. Queremos que nos traten como humanos, como personas".

Ahorrar para poder dedicarse a la música era lo que hacía a una mujer completamente feminista como es Brisa aguantar como modelo. “No es dinero fácil, es un mundo muy complicado. Es estar sola fuera de tu casa, trabajar aunque estés enferma o tengas fiebre. En campañas de verano que se hacen en invierno tienes que estar a grados bajo cero en bikini y en otras ocasiones tienes que llevar tacones altísimos durante más de 12 horas. A todo esto se suma el tener que aguantar que no te valoren y muchas cosas más”, comenta la artista.

A nivel personal Brisa Fenoy asegura que también se ha sentido utilizada como mujer. “He vivido situaciones muy tóxicas con parejas, he sido muy dominada. Parecía que por ser guapa no podía decir nada, era como que todo el mundo esperaba de mí que fuese dócil. Al final me cansé de eso. Pienso seguir hablando de estos temas en mis canciones”, explica la algecireña.

En su single debut 'Ella', Brisa ya hablaba de la mujer objeto. “Yo he sido esa Ella, esa mujer sumisa, esa chica callada que se ha dejado dominar, que ha tenido una relación tóxica”, cuenta la cantante. “En cuanto empecé a decir las cosas, a ser yo, a reivindicar mis derechos y a decir hasta aquí, ese chico con el que estaba me engañó con otra que era lo que yo ya no quería ser. Es necesario que los chicos vean que no somos sumisas y que no nos callamos”, explica Fenoy, quien resalta que el feminismo no es solo cosa de mujeres: “Los chicos tienen que saber lo que está pasando, ser conscientes y transformar también sus actitudes. Muchos tienen comportamientos machistas y ni siquiera saben que lo son porque lo llevan ya mamado”.

Cambiar la sociedad a través de la música es el objetivo de la cantante. “Sigo viendo en la calle chicos que son celosos y dominantes y chicas que aceptan esas actitudes y que consideran que si el novio no es celoso es que no las quieren. Muchas hemos vivido eso”, cuenta la compositora. Brisa es tajante al afirmar que todavía hay muchos aspectos machistas incluso entre adolescentes: “Algunos siguen pensando eso de que una mujer que se acuesta con un montón de tíos es una guarra y que el chico que se acuesta con muchas chicas es un crack”.

Fenoy no solo apunta con el dedo al reggaetón cuando habla de la desigualdad de género en la música. “Hay un montón de canciones pop con mensajes machistas. Solo hay que ver cómo se contonean algunas cantantes, cómo tienen que enseñar todo el rato, estar sexys y llevar tacones”, afirma. Son muchos los que, como ella, piensan que las divas del pop fomentan ciertos comportamientos que cosifican a la mujer. Fenoy tiene claro que tener que estar constantemente dando una imagen de chica atractiva es algo que no va con ella: “Animo a todas las cantantes a que dejen el rollo de divas. Yo intento no caer en estereotipos sexistas en los videoclips y sesiones de fotos. No puedo hacerlo tanto como me gustaría, es complicado, pero lo intento. Por ejemplo, si fuera por mí, no me maquillaría, aunque al final tienes que hacerlo. Eso sí, he dicho que no a muchas propuestas que no iban conmigo. Hay que transmitir valores, porque parece que se nos invita todo el rato a perderlos”.

El haberse sentido cosificada como mujer en muchas ocasiones es lo que ha hecho que Brisa Fenoy sea tan consciente de la necesidad de luchar por la igualdad de género: “Lo de la mujer objeto es algo que viene muy de la estructura de la sociedad, de la educación, de todo lo que hemos mamado desde pequeños. Yo apoyo que las chicas hagan lo que quieran con su cuerpo, que se expresen, que se maquillen, pero que lo hagan porque ellas realmente quieren, no por una dinámica”.

Que es una persona comprometida es algo que queda claro desde el primer momento en que hablas con Brisa Fenoy. Transmitir valores a través de su arte es esencial para ella. “Los artistas tenemos una responsabilidad gigante, igual que un profesor, que un educador o que un padre. Los cantantes somos una vía muy potente de comunicación para los jóvenes. Los adolescentes se refugian mucho en la música para para encontrarse a sí mismos, para inspirarse, para aprender… La música es muy importante como método de cambio, reflexión y concienciación”, afirma.

El compromiso social de Brisa Fenoy va mucho más allá del feminismo. Natural de Algeciras, la cantante de 26 años ha vivido muy de cerca el drama de las pateras. En su último single, 'Jericó', Fenoy aborda el asunto de la inmigración. “La inmigración en el Estrecho de Gibraltar es el pan de cada día. Los inmigrantes dejan su país, arriesgan su vida, vienen de guerras, vienen de una situación de desamparo brutal. Yo quería expresarlo porque es una realidad que yo he visto”, explica Brisa. Rodó el videoclip de la canción en Algeciras no con actores, sino con inmigrantes que cruzaron el Estrecho. “A lo mejor no cambio nada con mi canción, pero al menos humanizo y sensibilizo”, reflexiona la cantante.

Con nuevo single a la vuelta de la esquina, Fenoy se muestra ilusionada y satisfecha con su trabajo. Mantiene los pies en el suelo -enfundados en zapatillas, no en tacones- y muchas ganas de seguir trabajando. Aún hay mucho por hacer, pero de momento ha conseguido que las jóvenes empiecen a tomar el control cantando que ya no quieren chicos malos. Sustituir el “yo soy tu gatita” por el “yo decido el cuándo, dónde y con quién” ya es toda una revolución. Y es que resulta que Brisa en realidad no era brisa, sino un soplo de aire fresco, o mucho más que eso, un vendaval que se ha llevado por delante montones de mensajes machistas y ha hecho ondear con fuerza la bandera de la igualdad de género.

Fotografías: Adasat Barroso

Estilismo: Cristo Rodríguez