Un espacio que no conoces, gente que adivina tú cómo es, profesores en condiciones precarias… el primer día de la universidad es un mal trago para todos. Del día a la mañana, entras en la facultad para convertirte en un estudiante adulto, de los que tienen que hacer las cosas sin la ayuda de nadie. El miedo a no encajar o a hacer las cosas mal es compartido entre casi todos los novatos, y si a eso le sumas las medidas de prevención contra una pandemia, el coctel es explosivo.

Si se acerca tu primer día como universitario, es normal que sientas miedo o agobio. La organización de las universidades no tiene nada que ver con la del instituto, y solamente en papeleo se te van la mitad de las energías que guardas para un año. Que si cuatrimestres, que si créditos, que si sacarte el B2 de una lengua extranjera para que te den el título… conforme se acerca el día, la lista de cosas que hacer no deja de crecer, y tu estabilidad emocional se tambalea con cada punto. Por eso es fundamental tratar de controlar los nervios y llegar con tanta seguridad como sea posible.

Para intentar que tu primer día de clase sea estupendo, en Yasss te traemos algunos consejos. Aquí van algunos tips con los que podrás aprovecharlo al máximo:

“Mal de muchos, consuelo de tontos”, dice el refrán, pero en este caso quizás te tranquilice pensar que el resto están exactamente igual que tú. Nadie conoce a nadie ni sabe dónde está el aula de la clase de Deontología, y desde luego nadie sabe lo que es un crédito (de hecho, quizás te gradúes sin tenerlo muy claro, y tampoco pasa nada). Tranquilízate y respira: la universidad se encargará de explicártelo todo.

Puedes ir a la universidad antes de que empiecen las clases o estudiarte toda la página web del centro: lo importante es que, cuando llegue el día, sepas encontrar la puerta de la facultad. El resto, como dónde está tu aula o la reprografía, es preguntar, ya sea en la secretaría o a otros estudiantes. En cuestión de semanas conocerás ese centro como si llevases ahí toda la vida.

La universidad es mucho más que ir a clase, pero eso seguro que ya lo sabes. En el caso del primer día, nuestra recomendación es que aproveches las ofertas del centro y sus asociaciones para estudiantes novatos: seguro que el responsable de la facultad o alguna organización de alumnos tienen montada una recepción o un tour para guiaros por las instalaciones. Aunque no te apetezca mucho, apúntate: es una buena oportunidad para conocer gente y aprender el mapa del centro.

Si estás muy nervioso por tu primer día, ve con tiempo de sobre y deja todo preparado la noche de antes. Ropa, comida, mochila con el material… asegúrate de que lo tienes todo antes de irte a dormir. Así, cuando te despiertes no tendrás que pensar qué ponerte ni dónde metiste el archivador, y evitarás nervios innecesarios.

No te fíes de los profesores (este podría ser un consejo en sí mismo) cuando te dicen que “toda la información de la asignatura está colgada en el aula virtual”. Salvo errores contados, no suele ser cierto, y las fichas de su clase no son más que documentos desactualizados que cambian a voluntad. Lo mejor es que el primer día le preguntéis por el funcionamiento de la asignatura, los sistemas de evaluación, su email, las fechas de los exámenes y literalmente todo lo que se os ocurra. Y, por cierto, apunta todas las respuestas: suelen molestarse si algún alumno les pregunta por algo que ya han explicado en la primera clase.

Ahora no te lo crees, pero seguramente pases mucho más tiempo metido en la biblioteca del que te gustaría. Por eso, cuanto antes sepas dónde está, mejor: date una vueltecita rápida y averigua cómo está distribuida. Salas para trabajos en grupos, espacios de estudios, la zona de informática y ordenadores… esa información te será muy útil. También la ubicación de los mejores bares en la zona, pero esa seguro que la descubres con tus compañeros.

Intenta ser abierto y evitar los prejuicios sobre tus compañeros de clase, al menos al principio. Apúntate a todo lo que te propongan, si te apetece hacerlo, y no te cortes con nada: interactúa con la gente y déjate llevar.

Los nervios del primer día se acaban al final de la mañana, y después empezará una etapa nueva de tu vida. Disfrútala tanto como puedas.