Oposiciones sin bachillerato, un mundo de posibilidades laborales a veces desconocido
En las oposiciones del grupo E y subgrupo C2 no se necesita título universitario
No es raro encontrarse a amigos y familiares cercanos tocados por la crisis que se plantean por primera vez estudiar unas oposiciones. Puede que este sea tu caso y te hayas planchado una camisa mientras gritabas: padre, madre, quiero ser servidor público, dadme mi tartera y mi termo, ¡parto a ayudar a esta ciudadanía despistada!.
A fin de cuentas, es una idea seductora para el que quiere un suelo laboral de tablas firmes: un concurso por puros méritos que no tenga en cuenta tus estudios, clase social o alas desde la cuna. Competir a degüello por las escasas plazas para ser funcionario y, con suerte, salir victoriosos con la cabeza ensangrentada de nuestro enemigo en una mano (bueno, eso no, aunque bien estaría)
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La buena noticia es que cierto número puestos en el sector público son necesarios cada año, y a diferencia de lo que podrías pensar, muchas de estas oposiciones no requieren que tengas ni siquiera el título de Bachillerato. Con el graduado escolar es suficiente.
La letra pequeña, eso sí, con sangre o muchedumbre entra: suele presentarse muchísima más gente y resulta bastante aburrido estar informándose de las fechas de exámenes, si las oposiciones se convocan o no en el año que nos interesa, las comunidades donde han salido las plazas y un largo etcétera. Mucho texto, mucho texto, mucho texto.
Requisitos
Son sencillos, pero no por eso hay que dejar de recordarlos: necesitarás tener la mayoría de edad (y no exceder la de jubilación), no estar incapacitado física ni mentalmente para desempeñar ese puesto, no hallarte inhabilitado para empleo público por resolución judicial y tampoco haber sido separado del servicio. Estar a buenas con la administración, vaya.
Y, por supuesto, la de sentido común: tener el graduado escolar, el único escalón necesario para poder optar a la plaza.
Oposiciones sin bachillerato
Hay grupos y subgrupos de oposiciones a las que puedes presentarte solo con estos requisitos. Fundamentalmente, dos: las del subgrupo C2 y a las del Grupo E, que son de asociaciones profesionales. En estas ni siquiera te hace falta un nivel educativo previo, con los estudios primarios basta.
Por lo general, las ‘competencias’ de este tipo de funcionarios (categoría C2) son limitadas, en la teoría. Atender al público (y escuchar sus graznidos airados), picar documentos; también, en muchos casos, la ordenación y puesta a punto de expedientes (archivarlos de forma correcta, utilizar los procedimientos de registro). Tareas sencillas pero que no por eso dejan de ser imprescindibles en el enorme monstruo de gruesos tentáculos que es la administración.
¿Qué tipo de trabajos hay?
Hay trabajos interesantes, pero como te hemos contado, la sangre y los mordiscos corren.
Bedeles: ese hombre o mujer de aire beatífico que lo mismo hace la ronda vigilando que reparte las cartas, arregla la fotocopiadora, cuida que la sala esté presentable y limpia o comprueba que los visitantes son quienes dicen ser. No hace falta ninguna titulación.
Jardineros municipales: los que cuidan los rosales del consistorio y se fuman un pitillo elástico a media mañana. Pocas plazas para un trabajo bastante más especializado que otros subgrupos, ya que muchos de estos servicios están externalizados.
Agentes de movilidad: aunque te lo pueda parecer, la función de regular el tráfico no siempre la realiza la policía. En común con sus oposiciones tiene la pura lógica: son duras, muy duras, y se presenta una buena turba enloquecida de cantidatos.
Auxiliares administrativos: lo bueno de esta oposición es que es un poco mainstream. Cada año miles de ayuntamientos sacan un buen número de plazas y solo es necesario tener el graduado de la ESO.
Ordenanzas: si los auxiliares administrativos y los ordenanzas fueran pokemons, no los distinguirías. Funciones parecidas y mismos requisitos: no hace falta título educativo alguno.
Celadores: esas misteriosas presencias de los hospitales que realizan todo tipo de tareas imprescindibles y a menudo invisibles. Desde mover y lavar enfermos a cuidar de los animales de los laboratorios.
Nos hemos dejado, claro, muchísimos otros trabajos interesantes dentro de las oposiciones en las que no necesitas título universitario: agentes forestales, bomberos, carpinteros, técnicos de agricultura, topógrafos, agentes aduaneros, auxiliares de biblioteca, auxiliares de archivo, y así…
Y como comentábamos antes, también están los puestos incluidos dentro del subgrupo E, los de las agrupaciones profesionales: ayudantes de cocina, conserjes, electricistas, mecánicos, peones, socorristas o vigilantes. Infórmate, porque hay muchas oportunidades bien escondidas.