Estudios Internacionales, la carrera que abre las puertas de un mundo globalizado: ¿qué es y cuáles son sus salidas profesionales?
Inglés, geopolítica, economía, derecho, diplomacia. Tocarás un poco de todo y te irás especializando en un área concreta, en la que luego puedas desarrollar tu carrera profesional
El Grado en Estudios Internacionales tiene una duración media de cuatro años, aunque suele ampliarse algo más por las oportunidades profesionales que sus estudiantes encuentran por el camino
Las preguntas sobre la carrera de Estudios Internacionales son muy comunes entre aquellos que buscan este tipo de formación interdisciplinar. Un mar de dudas. Un atolón de incertidumbre, ya que esta formación no está excesivamente bien explicada en los mentideros de internet o es demasiado enrevesada.
Hoy venimos a resolver algunas dudas sobre el Grado en Estudios Internacionales y sus distintas especializaciones para que sepas en qué te estás metiendo.
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¿Qué es?
Una carrera híbrida de la rama de Ciencias Sociales que toca un montón de palos relacionados con las dinámicas económicas, geopolíticas e históricas de los estados desde un punto de vista internacional, estableciendo Estudios entre países, y siempre desde la especialización, que llega conforme se avanza en el Grado y la mirilla se estrecha.
Un estudiante de Estudios Internacionales puede especializarse gradualmente en la confrontación diplomática entre Francia y Argentina o bien estudiar por comparación las economías de varios países en desarrollo, o ser un experto en migraciones, en internacionalización de ciudades o en diásporas religiosas.
También es una carrera que prepara a sus profesionales para negociar, en un sentido amplio: con instituciones (representándolas en el exterior) o facilitando la expansión a escala global de diversas empresas. Aprender a ser un buen interlocutor es otra parte importante de la carrera.
¿Cuánto dura?
Cuatro años de media, aunque suelen ser más por las distintas oportunidades laborales y becas que surgen por el camino para sus egresados.
¿Tiene que gustarme estudiar?
Sí, y también analizar realidades sociales, políticas y económicas muy distintas para poder comprenderlas hasta el hueso. El buen internacionalista tiene al mismo tiempo herramientas de análisis, capacidad para mirar un mismo objeto de estudio desde diferentes perspectivas y sacar conclusiones, y sobre todo, muchísima amplitud de miras. En cierto modo, es una carrera creativa pero también analítica, y para hacer buenos análisis se requiere manejar mucha información: datos, fuentes, bibliografía y un buen conocimiento de la realidad que se quiere desmenuzar.
¿Qué materias abarca?
El internacionalista es un crisol de conocimiento; ratas de biblioteca que dominan varios idiomas y tocan ‘todos los palos’ a fin de poder hacer sus análisis. geopolítica, derecho, logística, cooperación internacional teoría de Estudios Internacionales, economía, diplomacia o historia, entre otras.
¿Dónde puedo estudiarla?
Es una carrera cada vez más demandada, así que las opciones que tienes a lo largo y ancho del planeta (para eso es una carrera enfocada en lo global) son muchas. En Argentina, tienes la Universidad Católica, la de San Andrés o la Siglo XXI, entre otras. En Chile, la Universidad de Chile. En Colombia, en la Universidad de Rosario o la de Santo Tomás. En México, la UNAM, en Perú, la Usil.
En España, ofertan estos estudios la Universidad Complutense, La Europea, Pontificia Comillas, Antonio de Nebrija, Rey Juan Carlos.
¿Tengo que saber idiomas?
No hay desvíos. Cuantos más idiomas domines, más posibilidades tendrás de hacerte un hueco (y un sueldo digno) en el extranjero, y esto incluye esos idiomas que jugarán un papel geoestratégico en el futuro: chino y árabe, por ejemplo.
¿Puedo especializarme?
Hay mucho margen en este punto, y según sean tus intereses, la rama de especialización en la que puedes hacerte fuerte será muy distinta: filantropía, docencia, conflictos armados, negociación, cultura, religión y hasta medio ambiente, un terreno que en los últimos años ha ganado mucha fuerza con el avance imparable de la crisis climática. Hace falta gestión pública, y ahí los internacionalistas tienen todo un vergel de posibilidades para poder trabajar, crecer profesionalmente y competir al máximo nivel.
¿Qué salidas profesionales tiene?
Una de las mayores ventajas de este tipo de estudios es la gran especialización y versatilidad de sus graduados en el mercado laboral. Hay mucho donde elegir.
La formación multidisciplinar y el domino de idiomas abren muchísimas puertas al que haya jugado bien sus cartas durante la carrera y el máster. El o la internacionalista puede optar por mantenerse en el ámbito universitario, en la investigación académica; convertirse en diplomático o diplomática, tras pasar la oposición; ejercer la asesoría política; poner el ojo en el mundo de las oenegés y los organismos internacionales (la ONU, MERCOSUR o la UE); enfocarse en alguna institución que desarrolle su tarea en asuntos de migración, medio ambiente o igualdad de género, entre muchos otros y otros. No hay que olvidar que un conocimiento concreto te abre también las puertas a distintas ramas del periodismo especializado (internacional, periodismo económico, geopolítica, conflictos armados).