Wallapop, la aplicación de comprar y vender objetos, sirve para que muchas personas puedan ganar dinero deshaciéndose de esas cosas que ya no usan. Esa es la teoría, pero en la práctica, esta app guarda tras de sí un reverso tenebroso en el que se pueden encontrar desde preservativos (sin usar, claro está) a falsos iPhone 7 de tipex.
Personas que venden objetos mazo de inusuales que no sirven para mazo nada:
El típico listillo que se aprovecha:
Otros que te hacen preguntarte, ¿pero qué narices vende este tipo?:
No te sentarías aquí ni aunque fuese el último sofá del universo conocido:
Voy a gastar dinero en algo que me podría explotar en cualquier momento, ¿qué podría salir mal?:
¿Qué vas a hacer con eso si no lo usas? Sacarte unos eurillos:
Vaciar por dentro a Spiderman es tan siniestro como ingenioso:
También hay personas que podrían sobrevivir camufladas por la vida sin llegar a ser descubiertas:
Es una app completísima. Hasta se preocupa por quién habita en tu hogar:
¿Quién no quiere tener una figura de Alf con algún miembro cercenado?:
Princesas Disney de Hacendado. Leticia Sabater ya ha encargado tres:
Pero, ¿habrá picado alguien?:
Cuando Wallapop se convierte en una cuenta foodie de Instagram:
El mejor trato posible de la historia de la humanidad: