Por las mañanas, todos cronometramos el tiempo al dedillo. Sabemos que si entramos en la ducha a las 7:34 en vez de a las 7:42 tal vez podamos permitirnos tomar unas tostadas antes de salir, o que si no llegamos a coger el autobús de menos 5, tendremos que pegarnos una buena carrera más adelante. Los desplazamientos matutinos son frenéticos de camino a la parada del metro o del bus, pero una vez nos montamos en el transporte en cuestión, tenemos una cantidad de tiempo más o menos hermosa que podemos utilizar de varias maneras. Según algunos estudios, los madrileños, por ejemplo, dedican una hora y media cada día en desplazarse al trabajo.
Si eres de los que utilizan el coche para moverse en su día a día, tal vez todo esto te suene a chino, pero si formas parte del club del transporte público probablemente intentes aprovechar estos ratitos de asueto. Leer un libro o escuchar música son las opciones más clásicas, pero en los últimos años la tecnología ha permitido que también pudiésemos descargar podcasts, leer artículos y noticias o disfrutar de capítulos (cortitos) de series.
En Bogotá, Colombia, han sido testigos del 'más difícil todavía'. Una señora ha aprovechado su trayecto de casa al trabajo para arreglarse un poco. El maquillaje en el transporte público ha abierto un auténtico y acalorado debate, con gente posicionándose apasionadamente a favor o en contra. Pero no se ha maquillado, ha ido mucho más allá. No se ha peinado. Ni siquiera ha utilizado ese momento para limpiarse las gafas, pintarse las uñas, ponerse las medias o las lentillas. Sin ningún tipo de miramiento, ni corta ni perezosa ha cogido y.. ¡se ha puesto a teñirse el pelo en pleno autobús!
El vídeo ya lleva dos millones y medio de visualizaciones. En él, la mujer se aplica sin titubeos un tinte oscuro al pelo mojado y recogido en una pinza de esas de andar por casa. Todo parece indicar que la protagonista de semejante hazaña ha calculado exactamente los minutos que debe tener el mismo sobre la cabeza para poder aclarárselo a tiempo en su lugar de destino.
Las respuestas en Twitter no se han hecho esperar. Ha habido opiniones de todo tipo, a favor y en contra, y también ocurrencias de lo más ingeniosas. Hay quien ha dicho que, con lo caros que son los billetes, hay que aprovecharlos al máximo. Otro ha sugerido que tal vez la mujer había cometido algún delito y necesitaba cambiar de identidad antes de la próxima parada. "Antes muerta que sencilla", han comentado.