"Los jóvenes ahorran y lo hacen de manera decidida". Con estas palabras, don Juan Fernández Palacios, consejero delegado de Mapfre vida, nos despachaba en un momento a todos los jóvenes de España. Y es que esta mañana se presentó en la Fundación Mapfre un estudio sobre la percepción del ahorro en la población española que llega a unas conclusiones... que nos cuestan, un poquito, de creer.
Al parecer, el 73% de los jóvenes españoles se declara ahorrador. Y bueno, no vamos a llevarle la contraria a un estudio riguroso, pero... ya me gustaría a mí saber qué coño están ahorrando los jóvenes si o están estudiando, o forman parte del 37% de menores de treinta años que están en paro, o acaban de entrar al mercado laboral y son becarios que trabajan a cambio de muchísima visibilidad.
Hombre, a ver, pues claro que ahorramos los jóvenes. Ahorramos muchísimas cosas, como por ejemplo...
... la pasta que nos sobra cuando hacemos macarrones con tomate, porque es imposible saber calcular cuánta pasta echar a cocer y al final siempre te sobra. Pues la que no te vayas a comer te la guardas para una ensalada para el día siguiente.
... pantalones vaqueros, que como ahora se llevan rotos, pues cuanto más los machaques más a la moda vas. Y cuando llega el verano nos ahorras los shorts, que cogemos los vaqueros de invierno, nos los cortamos... ¡y a ahorrar por la vida!
... en regalos, poniendo de moda el amigo invisible hasta entre hermanos, si hace falta, para no tener que dejarnos un pastizal en compras navideñas.
... bragas, porque todo el mundo sabe que las bragas de estar por casa o de cuando te viene la regla son las bragas que se te van quedando viejas pero son tan cómodas que te niegas a tirar.
... Internet, que como vivamos encima de un bar que tenga wifi oyes te bajas a tomar un café, pides la contraseña, y ya tienes ADSL para siempre... ¿y si no vives encima de un bar con wifi? pues ya nos las ingeniaremos para averiguar la contraseña del vecino.
... en copas en la discoteca, que nos pedimos el refresco solamente y lo rociamos con un poquito de ron que hemos conseguido colar en una petaca que nos metemos en los calcetines.
... comiendo fuera, sabemos perfectamente cuáles son los sitios en los que te ponen tapa gratis cuando pides una caña.
... cuando vamos de vacaciones, que aprovechamos para visitar el país en el que está trabajando precariamente algún colega y así dormimos en su sofá por cero euros/noche.
Pero dinero... ¡qué dinero vamos a ahorrar! Como mucho, metemos dos euros de vez en cuando en una hucha y nos engañamos pensando que algún día cruzaremos Estados Unidos en caravana.
Pero bueno, si un estudio dice que ahorramos, ahorramos. Y está claro que los jóvenes tenemos mucho que enseñarle al mundo sobre economía doméstica:
Para ser tan ninis... qué espabiladicos hemos salido.