6 propósitos de año nuevo que no te costará nada cumplir
yasss.es
28/12/201710:43 h.Meter todo lo suelto en una hucha al final del día
Todos queremos ahorrar, y juntar unos ahorrillos suele ser uno de los propósitos más comunes. Pero... ¿qué pasa cuando no tienes ni un duro y apenas llegas a fin de mes? Bueno, pues te vamos a enseñar cómo ahorrar si eres más pobre que una rata (que no a hacerte millonario, ¿eh?). Uno de los mejores trucos es tener una hucha (DE LAS QUE NO SE PUEDEN ABRIR, que si no, sé yo que algún día, en plena crisis económica, la abres, y así no vale) y cumplir algo tan sencillo como esto: todas las noches, antes de acostarte, abres tu monedero y metes en la hucha todas las monedas pequeñas que hayas juntado al final del día. Un día ahorrarás 32 céntimos, otro día 56... la cosa es que todos los días aumentarán tus ahorros, y cuando llegue la fecha que hayas marcado para abrir tu hucha... rico no te haces, pero una alegría te vas a llevar.
Cambiar el pin de la tarjeta de crédito
Hoy en día cualquiera sabe lo importante que es cambiar tus contraseñas del ordenador cada cierto tiempo para evitar que roben tu identidad o datos importantes. ¡Pero a todos se nos olvida que nuestros ahorros también están protegidos por un número, y que ese número lleva diez años siendo el mismo... ¡o peor! Es 1111, o 1234.
Piratear una contraseña de cuatro números es bastante sencillo, por desgracia. Así que no lo pongas más fácil. Estas son las diez contraseñas más comunes (y más pirateables): 1234, 1111, 0000, 1212, 7777, 1004, 2000, 4444, 2222, 6969. ¿Qué te parece empezar el 2018 con un nuevo pin que proteja mejor tu tarjeta de crédito? ¡Y no pongas "2018", que nos conocemos!
Usar el botón de silenciar de Twitter
Twitter tendrá muchas cosas malas, pero hay una que es tan buena que compensa todo lo demás: el botón de silenciar. Mucha gente ni siquiera sabe que esto existe o cómo se usa, ¡y se está perdiendo lo más grande! Puedes silenciar cuentas, para no leer ninguno de sus tweets ni siquiera si otra persona lo retuitea, o puedes silenciar palabras concretas. Por ejemplo, si silencias "política", no verás ningún tweet que contenga esta palabra, aunque lo haya escrito una persona que sigues. ¡Por un 2018 tranquilito sin tener que leer cosas que no te interesan lo más mínimo!
Apoyar una causa en la que creas
Pocas cosas producen una mayor satisfacción personal que ayudar a los demás. Tampoco estamos pidiendo que te desvivas por el prójimo, que lo dejes todo y te vayas a Haití. No, simplemente que colabores, en la medida en que puedas, con una causa que para ti sea importante: refugios de animales, banco de alimentos, Cruz Roja, el crowfunding de un artista que te gusta... simplemente hazte esta pregunta: ¿qué me gustaría cambiar en el mundo, o qué me gustaría que hubiera en el mundo? Y en vez de quedarte sentado en el sofá, este 2018, pasa a la acción. Comprométete con algo.
Decirle a tu cuñado (o a tu primo o amigo del Whatsapp) que deje de decir tonterías
No hay nada peor en esta vida que tener que callarte la boca cuando tu cuñado (o tu primo, o tu tía, o uno de un grupo de Whatsapp) empieza a soltar mierda en cualquier reunión familiar. O sea, él/ella puede decir toda una sarta de barbaridades con todo su morro pero tú te tienes que morder la lengua para que no se líe. Porque tú sí sabes estar, porque tú sí sabes respetar a los demás. Pues esto se acabó. O el respeto es mutuo o nada. Si en el cumpleaños de la abuela tu cuñado suelta un "a esos (inserte aquí cualquier colectivo social) había que quemarlos a todos", le dices que se calle, que solo dice bobadas, y te quedas como nuevo.
Disfrutar de una buena pizza (hamburguesa, cocido, chuletón, batido de oreo... cualquier cosa que sea tu comida favorita y creas que debería ser "eliminada para siempre" de tu alimentación)
Otro de los propósitos de Año Nuevo más típicos es apuntarse a la vida sana. Todo el mundo quiere empezar enero estando a dieta. Aunque claro, no vas a empezar el día 1, que es Año Nuevo, y el 2 tampoco, porque habrá que probar el roscón... y al final, lo único que consigues es un extraño malestar contigo mismo porque para ti ya no hay término medio entre acabarte todo el turrón que ha sobrado de una sentada (¡porque no lo vamos a tirar!) o pasarte un fin de semana a batidos de espinacas. Pues que cada uno lleve la alimentación que más feliz le haga, pero... ¿por qué no pruebas, por primera vez, a hacer un propósito alimenticio que consista en hacer algo que sí te gusta y te apetece (comer pizza) en vez de formular un propósito que de primeras ya te da una pereza mortal (no comer más de 1200 kcal. al día durante los próximos tres meses)? ¿Por qué no te propones, para este 2018, comer sano en general, pero, dos días al mes... ¡¡comerte esa pizza que tanto te gusta!!? ¿No suena mucho mejor?