Durante mucho tiempo hemos pensando que había que ser asquerosamente rico para tener mayordomo
O ser de otra época
O ser Batman.
Por suerte, Internet todo lo democratiza, también el sentirse millonario.
Contratar a un mayordomo o pareja de empleados del hogar que vivan contigo y trabajen sus cuarenta horitas semanales sirviéndote a ti y a tu palacete sigue siendo carísimo.
Pero alquilar a un mayordomo para servicios puntuales ya no es tan caro. En algún caso, HASTA NOS LO PODRÍAMOS PERMITIR.
Por ejemplo: realizar un viaje de negocios con un mayordomo al lado que se ocupe de todo mientras tú solo te centras en cerrar ventas multimillonarias. No, eso no, lo siento, sigue siendo un pastizal.
Alquilar un mayordomo para una sola noche porque celebras tu treinta cumpleaños y quieres sentirte como la Preysler (tarde, tienes treinta años, ella aparenta muchos menos) y poner a un señor a recibir a los invitados con una bandeja de bombones… ¡ESO SÍ TE LO PUEDES PERMITIR!
Los precios están alrededor de los 100-150€ por noche, y ellos se encargarán de TODO: poner decoración festiva, abrir puertas, recoger abrigos, servir cenas, hacer cócteles y estar pendientes de todo lo que ocurra a tu alrededor.
(Seguro que, si se lo pides, también pueden cortarle la bebida a tu amiga Susi después de la tercera copa)
(Sería maravilloso también que nos quitaran el móvil de las manos al quinto cóctel para que no enviemos WhatsApps a quien no debemos)
Y si la idea del mayordomo te agobia un poquito porque tú, al fin y al cabo, no naciste para el lujo, pero aun así te vendría genial una persona que se encargue de tus recados…
¡Ambrosio!
Ambrosio es una aplicación móvil para contratar a un asistente personal que se encargará de realizar todas las tareas que le asignes a través de tu teléfono móvil.
Puede hacer la compra por ti, ir a la lavandería, a Correos, a la farmacia, reservarte mesa en un restaurante… ¡¡Incluso un repasito de limpieza de tu casa una vez por semana!!
Y mira, si ni con estos precios eres capaz de cumplir tu fantasía de nadar en la abundancia pues tira de lo tradicional, te metes a dominatrix y le dices a tu esclavo que te ponga la lavadora los miércoles y los domingos.