Seis veces en las que el Gordo de la Lotería de Navidad arruinó la vida de los premiados
Has escuchado a los niños del colegio de San Ildefonso berrear durante horas cantando los números de la Lotería de Navidad. Pegado a la tele y décimo en mano pensabas “ahora sí, ahora va a decir el mío”. Pero lo cierto es que no, tu boleto no ha resultado ganador y no te has llevado ni el reintegro.
Lo que sí te llevas contigo para el resto del día (y puede que de la semana) es la machacona cancioncilla de esos peques (más pegadiza que cualquier tema de Lady Gaga) repicando en tu cabeza una y otra vez aquello de “nosecuantosmiiiileuuuuroooos”. Y tú sin un duro. Has repetido tanto eso de “Ay, como me toque… ¡no me veis el pelo!” que vas a tener que dejarte un melenón porque, ya que te van a seguir viendo la cabellera, pues mira, lúcela bien. Con lo que te gustaba a ti el Telecupón: en un pispás sacaban las bolas, no jugaban tanto con tus ilusiones (básicamente porque eras muy pequeño y no comprabas cupones) y Carmen Sevilla hacía el resto. Pero bueno, pasa página y consuélate, porque lo de ganar el Gordo de Navidad no siempre es sinónimo de buen rollo. Repasamos los casos en los que se lió pardísima por culpa de un décimo premiado.
Décimos compartidos con ex parejas… que resultan premiados
Si ya te resultó una odisea acabar la relación con tu ex, repartiros las cosas que teníais a medias y quedar tan amigos, imagínate tener un décimo compartido con tu ex y que, encima, este resulte ser ganador del Gordo. El Tribunal Supremo condenó a un año de prisión a Guillermo, un vecino de Canet de Mar que ganó 200.000 euros gracias al Gordo de Navidad y no quiso compartirlos con su ex novia, con quien había comprado el décimo a medias cuando aún estaban juntos.
Señoras que se encuentran Lotería de Navidad y ganan el Gordo
Tú, que si ves una moneda de un euro en el suelo te lanzas de cabeza haciendo un burpee para disimular porque oye, para algo te tenía que servir el Crossfit, mucho cuidado si lo que encuentras es un décimo sin dueño. Una señora de Lugo fue condenada a devolver más de 300.000 euros de un boleto premiado de la Lotería de Navidad de 2014 que, según los jueces, ella encontró y cobró como si fuese suyo.
El fallo judicial afirmaba que Rosalía, la protagonista de esta historia, había cometido un delito de apropiación indebida, y le añadía el pago de una multa de 1.080 euros. Al parecer había intentado borrar el nombre que el décimo tenía escrito en el reverso a lápiz. Inés, quien decía ser la verdadera dueña del billete, había presentado una denuncia por la pérdida del boleto después del sorteo.
Políticos a los que les toca la lotería y también se lía
Piensas que los políticos siempre están dando la nota y que tienen más movidas que los colaboradores de 'Sálvame', crees que ya lo has visto todo en los diferentes partidos y, de repente, sale una noticia que te sorprende mucho más que la anterior. El pasado año Goyo Martínez, el gerente del PSOE, denunciaba la desaparición de un décimo de Navidad premiado. A las pocas horas el misterio se resolvía: unos amigos le recordaban que el décimo se lo había dado a ellos como parte de un intercambio. El verdadero revuelo vendría después: el décimo era uno de los cinco que el lotero de la administración donde el PSOE compra la Lotería de Navidad había regalado al partido.
Algunos de los trabajadores del PSOE se preguntaban por qué estos décimos no se habían repartido entre todos. Y es que, solo dos de los cinco se repartieron en participaciones, mientras que los otros tres habían ido a parar a trabajadores de la Administración, entre los que se encontraba el gerente.
Décimo compartido con amigos… o no
Con tus amigos/as lo compartes todo: tus cotilleos (eres un 'Sálvame' andante), tus secretos de belleza (tampoco todos, que el más cuqui siempre tienes que ser tú) y a veces, hasta tus ligues (es lo que tiene Tinder, que todos acaban ligando con todos). Sin embargo, cuando se trata de la Lotería de Navidad, mejor que el décimo sea de uno solo y de nadie más. En un pueblo de Jaén, dos amigos acusaron a otro de quedarse con un décimo premiado que en realidad, según su versión, tenían compartido entre los tres. El acuerdo verbal que decían tener con Ramón chocaba con la versión de este, que se defendía diciendo que el décimo premiado lo había comprado para compartirlo con su familia. El Ministerio Fiscal y la acusación particular solicitaban prisión para el acusado.
Gana el Gordo y le roban el décimo
Te llaman desconfiado porque siempre llevas todo muy bien agarrado para que nadie te quite nada. Cuando compras tu décimo de Navidad lo guardas a buen recaudo, pones ojos de Gollum y dices eso de “mi tesorooo…”. Y es que tú sabes que, aunque es un trozo de papel, ese boleto puede convertirse en miles de euros si resulta ganador y no vas a consentir que te lo choriceen.
A Sara, una empleada de un bar de A Coruña, la llamaron para comunicarle que había ganado el Gordo. Corrió a celebrarlo, saltó y disfrutó del champán con el que se llenaban copas y copas. Pero una vez que fue a hacerse con su décimo premiado… este no estaba en su sitio. La camarera denunció la desaparición del boleto ante la Guardia Civil y, aunque pensaba que nadie se atrevería a ir a cobrarlo, más adelante confirmó que sí: alguien ya se había hecho con el dinero del premio.
Cuando el dilema es si el premio es del alcade o del pueblo
Si vuelves a tu pueblo en Navidades y notas que las vecinas no te señalan, no susurran, no te preguntan si tienes novia, no te apuntan con el dedo ni hablan de tu pelo, es que posiblemente estén a otras cosas. Y es que la Lotería de Navidad es, a veces, la causante de muchas polémicas hasta en los lugares más pequeños. La famosa y polémica leyenda urbana del cura que se ha hecho rico porque compró un décimo en el club de alterne del pueblo es todo un clásico, pero hay otras historias reales igual de sorprendentes.
Al empresario organizador de las fiestas de algunos pueblos de Cantabria, Burgos y Asturias le tocaron cinco millones de euros con la Lotería de Navidad. Vicente de la Fuente había repartido participaciones entre los alcaldes de cientos de localidades del norte de España. Saltaba entonces la polémica: ¿el premio iría a parar al alcalde o al pueblo? Algunos vecinos de Valderredible (Cantabria) denunciaron que el alcalde de su localidad había cobrado el dinero de las participaciones de los décimos premiados en el sorteo de la Lotería de Navidad de 2013. El objetivo de la denuncia era recuperar 75.000 € del premio para las arcas municipales.