Ha llegado el momento: hay que hacer la declaración de la renta. La campaña, que comenzó el 1 de abril y estará abierta hasta el próximo 30 de junio, nos ha pillado a todos confinados. Y a la Agencia Tributaria le da lo mismo lo que sepamos de economía o si esta es nuestra primera, segunda, o decimonovena vez declarando el IRPF.

Si tu primera declaración de la renta te ha pillado confinado y estás atacado de los nervios porque no sabes de qué va (¡Tanto número! ¡Tanto pagar o deber! ¡Tanto domicilio fiscal!), quítate todos los miedos. Se habla de la declaración de la renta como el lobo feroz cuando no es más que un mero trámite y, en la mayoría de los casos, solo tienes que revisar la información del borrador y darle al botón de enviar. Elige un día que le puedas dedicar un rato, con calma, para pensar en las rentas del año pasado, y sigue leyendo: en Yasss te traemos las claves para sacarlo adelante sin problemas.

Antes de nada, ¿qué es la declaración de la renta? Conocida también como IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) hablamos de un tributo que tienen que pagar todos los ciudadanos a la Agencia Tributaria, según los ingresos que hayan recibido a lo largo del año. Junto con el IVA, es la principal fuente de ingresos de Hacienda.

Ahora, ¿eso significa que todo el mundo tiene que hacer la declaración de la renta? Pues no, solo los trabajadores. Y ni siquiera todos. Está obligada a declarar toda persona física, de nacionalidad española o no, que haya residido en España más de 183 días durante el año natural, o que tenga en el país el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses económicos de forma directa o indirecta. De entre los que cumplen esos supuestos, hay algunas excepciones.

Según la web de la Agencia Tributaria, están exentos de pagar quienes han ganado menos de 22.000 euros anuales, siempre que procedan de un solo pagador, o que existan varios pagadores, siempre que la suma del segundo y posteriores, por orden de cuantía, no superen en su conjunto la cantidad de 1.500 euros. También están exentos de pagar aquellos que obtuviesen rentas del trabajo por un importe íntegro inferior a 14.000 euros si tuvieron más de un pagador, siempre y cuando la suma de las cantidades percibidas del segundo y posteriores pagadores supere en su conjunto 1.500 euros anuales.

En cualquier caso, e incluso si cumples los supuestos para no hacer la declaración, échale un vistazo al borrador por si te saliese a devolver: esto es, por si la Agencia Tributaria tuviese que devolverte dinero, en el supuesto de que te hubiesen aplicado más retenciones de las que te correspondían.

Si cumples los requisitos y no te queda otra que hacer la declaración de la renta este año, lo siguiente es presentarla. Como todas las oficinas están cerradas hasta nuevo aviso, la forma de presentarla cambia respecto a otros años. Se podrá presentar por vía telefónica, pidiendo cita previa a partir del 5 de mayo a través del plan ‘Le llamamos’, que se pondrá en marcha a partir del 7 de mayo y que está destinado a las personas menos hábiles o con menor acceso a los ordenadores. Básicamente, consiste en que alguien de la Agencia Tributaria te llame para poder hacer la declaración, aunque no se puede elegir ni el día ni la hora en que se hará.

Lo normal es hacerlo por Internet, en la página web de la Agencia Tributaria. Para empezar, nos aparecerá una página en la que tendremos que comprobar nuestros datos fiscales. Date un momento para cotejarlos, por si hubiese algún fallo: es muy importante, ya que son la fuente de información del borrador. Es mucho más fácil si eres empleado de una empresa que si eres autónomo: en ese caso, tendrás que incluir uno por uno todos tus pagos, facturas… es importante ser minucioso.

Una vez hecho esto, comprueba si tienes derecho a deducciones. Conoce aquellas a las que puedes acogerte: alquiler, hipotecas, cuotas de ONGS o partidos políticos… entérate de cuáles están en vigor en tu comunidad autónoma.

Aunque es un trámite, da muchísimo vértigo lanzarse a hacer la declaración de la renta. Hay que poner tiempo y cuidado, pero, si después de ojear el borrador sigues sin entenderlo del todo, no te la juegues y pide ayuda. Puedes leer los manuales de la agencia Tributaria o pedir ayuda a un asesor, familiar o amigo, sin olvidar que la propia Agencia Tributaria tiene un servicio presencial para hacer las declaraciones a los ciudadanos de manera gratuita. Sin embargo, este servicio es presencial y, debido a la situación actual, se ha pospuesto unas semanas.