Nadie dijo que fuera fácil llamar la atención de una empresa, especialmente cuando todavía estamos en una fase incipiente de nuestra carrera profesional. Existen, por supuesto, las viejas formas, los aldabonazos de principiante haciéndose notar: nombre, grados, másteres habilitantes, cursos aquí y allá que ofrezcan una imagen ajustada (y monacal) de nuestro perfil. Existen las nuevas formas, algo así como la terra incognita de las presentaciones profesionales, sin tanta rigidez. Hablamos del currículum digital y creativo.
Te damos algunas claves para elaborar el tuyo.
Es fácil transitar por la senda del cv de dos páginas enumerando todos nuestros méritos, y también caer abatidos. Lo más probable es que tardemos menos de diez segundos en acabar en la papelera de reciclaje del reclutador.
Hoy en día, existen formas visuales para destacarnos, ramalazos creativos (algunos un tanto excéntricos, otros con cierta utilidad) para forzar a los reclutadores a mirar atentamente nuestra candidatura. Y de eso se trata: destacar.
Aunque contemos con la misma experiencia que otros candidatos, un sendero profesional parecido y unas habilidades similares, solo hay dos formas de cortar cabezas (discúlpanos la metáfora tardomedieval, lector, pero buscar trabajo es cansadísimo y al final uno acaba odiando al contrincante desconocido): diferenciarnos por el currículum y la entrevista personal, pero para llegar a la segunda tenemos que pasar por el primero.
En cuestiones de diseño de un currículum hay mucho que opinar, si bien es cierto que Internet está regado de plantillas que visualmente funcionan como un tiro, y no está de más realizar un poco de trabajo de campo para escoger lo mejor de cada una. La organización visual de la información, los colores, la tipografía, la estructura (cronológica o inversa). Todo importa.
Los cvs digitales se alejan del modelo clásico. Pueden incorporar infografías (texto, gráficos, dibujos) que presentan la información de una forma mucho más visual. Esto también incluye, por supuesto, el portfolio. En los trabajos creativos está más que instaurada la necesidad de ver la aplicación práctica del pasado profesional del candidato: muestras de trabajo realizadas anteriormente, proyectos, ejemplos de sus conocimientos en diseño y en programas informáticos. Tiene lógica que sea así, por más gente que todavía siga defendiendo el currículum magro y desganado que solo aporta datos y fechas.
Los currículums innovadores tienen en los trabajos creativos un excelente terreno para experimentar, pero tienen que tener sentido. No todos son idóneos para el mismo tipo de trabajo. El tono y el estilo, como en cualquier otra área, influyen directamente en la percepción de nuestra candidatura. Tiene muy poco sentido forzar visualmente un currículum para una candidatura en un trabajo de lo más clásico, donde no se premia la creatividad sino las competencias más ‘grises’.
Lo que diferencia un buen cv clásico de un buen cv digital es la aplicación práctica de la información menos convencional que añadimos. Dos conceptos: creatividad y relevancia. Es posible añadir enlaces que lleven a reclutador a videos, animaciones y proyectos que hayamos realizado. La información, los datos, se transforman aquí en ejemplos; y el ejemplo, al igual que la metáfora en el storytelling, es una manera excelente de crear un vínculo con el receptor y hacerle entender de forma sencilla el dato más árido.
También podemos forzar un poco la máquina y obligar a que lean nuestro currículum de forma narrativa y no-lineal. Existen cvs digitales en forma de corto animado o de cómic, por ejemplo.
Es un terreno abierto, y también arriesgado: no seremos los primeros en la lista de candidatos que busquemos puertas secretas en Matrix para llegar a la madriguera del conejo blanco (la entrevista de trabajo)
Imaginemos por ejemplo un cv donde la información clásica (nombre, estudios, experiencia profesional) se corta abruptamente a la mitad de la página, y el reclutador se encuentra con un espacio vacío (o una animación de fatal error, o una ‘interferencia’ en forma de letras que bailan) y un enlace que se puede descargar. En la ruptura de la información lineal y clásica le estamos alentando a descargar el enlace, y al hacerlo puede encontrarse con un video de presentación, por ejemplo (lo que se conoce como videocurrículum), con proyectos anteriores, con diferentes ‘puertas’ que llevan a otras puertas, tal y como se haría en un proyecto de narrativa transmedia.
Esta es una de las maneras más innovadoras y menos utilizadas de todas las que han brotado como setas en los juegos del hambre del trabajo. No es necesario saber diseño gráfico ni manejar programas informáticos avanzados. Un cv con código QR tiene una ventaja: es muy visual y da la (verdadera o falsa) impresión de que estás al día en esto de buscarte la vida, pero no solo eso, ya que nos permite cumplir varias funciones al mismo tiempo: incluir un video de presentación, enlaces a las redes sociales que utilicemos frecuentemente. Incluso podemos permitir que nos llamen al escanearlo.
Ya hay programas especialmente diseñados para compilar toda la información básica de nuestro perfil profesional (nombre, formación, etc) y producir un código QR: QR Stuff es muy utilizado, ya que te deja incluir gran cantidad de datos y es excelente para agruparlos. Está también Tago Mobile, que te permite saber cuántas veces han visualizado el código que hayas creado, y QRecognize, una aplicación diseñada originalmente para crear tarjetas de presentación digitales.