Pues la primera en la frente. Claro que le pregunté a Jon por qué ahora todos queríamos ser traperos en Instagram, y su respuesta me hizo entender que esto iba en serio: "Yo no quiero ser trapero. Ni lo querría nunca". Pero cómo va a ser eso, si el trap es lo que más mola.
Bueno, eso es lo que nos creemos los listillos como yo, que vamos de enterados y no hemos pasado todavía de la superficie. Ser trapero no es llevar chándal. Ser trapero va mucho más allá: "No quiero estar hundido ni ser pobre", me cuenta Jon. "No tengo talento para cantar y detesto las drogas. A mí me das a elegir entre vivir en O-Block en Chicago, cocinando metanfetamina, o ponerme una mansión con vistas a la Playa de Santa Cristina y qué te voy a responder… Mañana estoy con las maletas en Oleiros, y viviendo de un trabajo normal, dentro de la ley".
¿Qué es el trap?
Habrá que empezar por el principio. Reconozcámoslo. Muchos hablamos del trap sin saber siquiera lo que es. Tenemos ideas, podemos dar dos o tres nombres, pero no nos pidas que lo definamos. Yo sí se lo pedí a Jon: "No soy un diccionario. Pero si te tengo que decir lo que yo comprendo como trap, he de decir que he tomado diferentes connotaciones de los artistas que sí han vivido trap. Para mí trap es buscarte la vida. El término trap viene de las trap houses, los lugares en los que se cocinaba y vendía la droga. Generalmente lo hacían personas en Atlanta sin medios, que no veían otra forma para hacer dinero y salir de la penuria".
Vale, pero me he perdido algo. Para mí el trap es música. O era solo música. ¿Por qué identificamos como trap esa forma tan particular de hacer música que tanto lo está reventando ahora mismo? "Musicalmente el trap es un subgénero del rap. El trap es rap. Es rap llevado un paso más allá, o más a un lado".
Historia del trap
Jon I. García ha escrito y se ha autoeditado el ensayo 'Historia del trap', un libro hecho para todo aquel que sepa disfrutar de la vida acompañada de música. En él se repasa los orígenes de este subgénero, el "día cero" o el año en que todo cambió, y la llegada del trap a España, e incluso se atreve a prever el futuro del trap. Lo que empezó como un artículo para The Medizine se ha convertido en el único libro sobre la historia de este género en español. Ninguna editorial estaba interesada en su ensayo, así que decidió autoeditárselo porque "el trap es eso, ¿no? Buscarse un poco la vida por tus medios".
El trap nos suena a algo reciente, pero hay mucho contexto detrás que, en su mayoría, desconocemos. Aunque su historia aún no sea centenaria, ya hay nombres que han hecho historia: "T.I., Gucci Mane, OutKast, Waka Flocka Flame, Lex Luger, Jeezy, Zaytoven…".
Trap en EEUU vs. trap en España
"El trap es trap. Aquí, en Atlanta o en Saigón". El trap, el género por excelencia de las clases más bajas y delictivas, surgió en Georgia, EEUU, aunque rápidamente se extendió por otras zonas. A España llega a través de Granada, donde el contexto social de las clases más bajas podría compararse al de Atlanta: crecimiento del ratio de población que vivía en la pobreza, familias en condiciones de desigualdad en comparación con el resto de España, aumento del narcotráfico, barridos policiales... Para Jon, no debería haber diferencias: "se dieron ciertas condiciones en España que sirvieron de foco y de puerto para la llegada del estilo musical. Llega, a mi parecer, porque diversos artistas y bandas están escuchando lo que está sucediendo en Atlanta o Chicaco, gracias a la música de artistas como Gucci Mane, T.I., Waka Flocka… Y no sólo dicen: “Me gusta”, sino que dicen: “Esto es lo que estoy viviendo yo”. Digamos que el trap ya estaba aquí antes, lo que llegó después fue la música trap".
Características del trap
¿No os pasa que creemos que sabemos lo que es el trap pero luego nos pones tres canciones de estilos bastante parecidos y te quedas en blanco? ¿No seréis de los que estáis completamente convencidos de que C. Tangana es trapero? A ver, es que es un poco complicado, sobre todo si eres "trapera de postureo" como una servidora. ¿Por qué, en el fondo, es tan difícil diferenciar el trap de otros géneros cercanos? "Nos cuesta por la desinformación, como todo", responde Jon. "Lo tenemos todo a un gesto, desbloquear el móvil, y aún así estamos desinformados. Hasta los medios están desinformados. Para mí, las características esenciales del trap son las experiencias vividas: una vida de penuria, en la que tienen mucha influencia las vivencias callejeras, de buscarse la vida, las drogas.... Y musicalmente, la utilización de la Roland 808, los ritmos rápidos y oscuros, los patrones de hi-hats en las producciones, el uso abusivo del auto-tune…"
Lo de Yung Beef y lo de C. Tangana
Ya que salen nombres españoles, vamos a hablar de los nombres que más suenan. La primera pregunta que me viene a la cabeza es por qué para triunfar en este género no te puedes llamar Fernando Gálvez Gómez, sino Yung Beef: "Seguro que hay miles y miles de traperos en la calle que se llaman Ramón García, Pedro Gómez, y que poco tienen que ver con la música trap. Yung Beef se llama Yung Beef para hacer música, para generar un personaje, para ponerle una imagen a su figura artística".
La segunda pregunta que me viene a la cabeza es si C. Tangana es trapero o no, si está entre el límite del bien y del trap o si nos la han metido doblada las grandes discográficas (Sony, en este caso) a los que no tenemos ni idea y oye, que nos ha encantao: "C. Tangana es un artista. Yo le he escuché rapeando desde… 2006, échale, hasta 2012, que comenzó a fijarse un poco más en la musicalidad y a probarse sobre ritmos diferentes. ¿Rapea? Sí. ¿Canta? También. Es un artista y punto, además detesta las etiquetas. No soy yo quién para decir nada de él".
Y la tercera pregunta, y última, era prácticamente obligatoria. ¿Qué fue esa guerrilla entre Yung Beef y C. Tangana? "Fue un montaje. Los dos tenían razón y los dos salieron beneficiados. Si quieres que vaya más allá, respeto a ambos. He escuchado hablar a Antón y a Fernando, he comprendido los dos discursos y los he asimilado. Comprendo que a Fernando le interese menos el dinero y mantener el alma de la música. Se trata de música, no quiero hablar de discográficas, de dinero, de nada. De música. Entiendo que a C. Tangana le beneficie crearse un personaje así, y luchar contra una industria desde dentro, si le interesa cambiar el escenario o hacer dinero. Tiene lógica y lo está haciendo de diez. Comparto más la visión de Fernando porque me gusta que la música me haga sentir cosas el 90% del tiempo, y el 10% restante oigo música por oír, por diversión, porque suene bien. Yo no voy a hacer dinero de la música y me da igual la industria así que a mí no me influye tanto la posición de C. Tangana".