El caso es que ochenta años dan para mucho. Si a Lolito le ha llevado unos meses ser el amo del ‘Fornite’, imaginaos lo que puede ser echarle ocho décadas a luchar contra el mal y salvar la Tierra en 22 páginas varias veces al mes. ¡Casi nada!
Por eso, cada vez que pienses que eres un tío especial y te creas único en el mundo piensa que Superman ya ha pasado por eso. Como cuando eras pequeño y tenías que compartir tu ropa con tu hermano. Cómo le gustaba a tu madre llevaros a los dos conjuntados.
Aquí tenéis, a Superman Azul y Superman Rojo… cuando el Super sufrió un accidente y se convirtió en dos personas distintas. Creedme, le lleva pasando desde los años sesenta.
O cuando tienes ese deje rebelde de adolescencia y te dejas melenilla. Pero no mucha, no vaya a ser que te confundan con el heavy de la clase. Ahora bien, por desgracia, nadie te enseñó a lidiar con el pelo rizado y el ‘look’ ochentero te sorprendió al otro lado del espejo sin que lo vieras venir.
“El mundo está en mi contra y, por eso, me visto de negro y llevo pelete de cantante de pop en los ochenta”. Hasta Kal-El ha sido joven.
¿Y esa vez en la que te uniste a tus amigos y decidiste montar una peña? La idea de ir todos igual a las fiestas del pueblo pareció buena en algún momento. No te sorprenderá saber que eso se le ocurrió mucho antes a Superman y a sus colegas.
Al menos, a ti no se te ocurrió decir que, al ir vestidos igual que tú, eran “tu familia”. ¿O sí? 🤔 Ay, madre...
De lo que no se libra nadie tampoco es de esa ‘fiebre fitness’ que le entra a algunos cuando se apuntan al gimnasio por el mes gratis (¿y por la crisis de los 30?) Te da por las mancuernas y te pones a tope durante un par de meses, así que te sale el pecho palomo propio de un señor mayor de los que se ponen el papel de los cigarrillos en la oreja.
“Hoy me toca espalda y pecho… las piernas ya tal”. Ser kryptoniano no te da superfuerza de voluntad, por lo que se ve.
Otro de los clásicos es cuando adoptas a tu primera mascota y decides vestirla en plan friki. Acéptalo: da igual que tu perro se llame Frodo o tu gato Messi. Hasta los animales de compañía han tenido que sufrir tu época de megafán de cosas.
Ah, aquella época en la que un motivado Superman, hijo adoptivo de granjeros, le dio por adoptar un perro (Krypto), un gato (Streaky), un caballo ¡y un mono! 🙈
Y, por supuesto, nuestra favorita, aquella vez que quisiste ser un modernete con bigote y tuviste que quitártelo con CGI para no parecer mónguer años después al verte en el bautizo de tu sobrino.
El movember está bien, pero solo en noviembre. Y si no, que se lo digan al director de efectos especiales cuando le tuvo que quitar el bigotillo a Henry Cavill en las dos horas que dura ‘Liga de la Justicia’.
Vamos, que da igual la etapa que estés atravesando en tu vida. Nuestro viejuno Hombre de Acero ya la ha pasado en varias décadas diferentes. Y, si él sobrevivió (a pesar de que lo matan las piedras brillantes), todos podemos.