El coronavirus ha perjudicado laboralmente a muchos sectores, pero sin duda uno de los más afectados ha sido el de la cultura. Muchas de las giras que estaban programadas para este verano han tenido que cancelarse con motivo de la pandemia y las restricciones que se han tenido que llevar a cabo por esta.
Las salas de conciertos están cerradas desde marzo y no ven el momento de poder a abrir sus puertas para que sus escenarios vuelvan a llenarse de música en directo. Así que, para que esta apertura suceda cuanto antes han decidido redactar su propia guía sanitaria y probar alternativas, una de ellas es un proyecto piloto que va a llevar a cabo la Sala Apolo de Barcelona.
Esta sala organizará un concierto al que asistirán 1.000 personas, las cuales disfrutarán de la música de pie y sin distancia de seguridad, pero con mascarillas y lavándose con frecuencia las manos con gel hidroalcohólico. Esto ahora mismo nos parece algo casi distópico, pero así se hará y podría ser un punto de partida para remontar la fuerte crisis que está sufriendo el sector y que ha impulsado la campaña Alerta Roja para denunciar su situación.
Para ello, todos los asistentes se someterán previamente a un test rápido para detectar si tienen coronavirus y los días posteriores, serán objeto de un seguimiento para determinar si ha habido contagios y contrastar la eficacia de las pruebas.
Este evento es una prueba piloto liderada por el Hospital Can Ruti de Badalona que cuenta con el apoyo del festival Primavera Sound. Así lo ha explicado en entrevista a 'Rac-1' Boris Revollo, médico internista del Hospital de Can Ruti que lidera la prueba, junto a los médicos Bonaventura Clotet y Oriol Mitjà.
Con esto lo que se pretende es buscar y encontrar la forma de revivir el ocio nocturno, en particular el que tiene que ver con las salas de conciertos, ya que otros espacios como los teatros sí que han empezado a celebrar actuaciones, pero sin embargo estas continúan cerradas.
El motivo principal por el que nace esta iniciativa es el de reactivar una parte de la economía, la que tiene que ver con el ocio nocturno, las salas de conciertos y la música en general en nuestro país.
"Sería la primera vez que implementaríamos esta estrategia, por lo tanto no podemos ser laxos en medidas de seguridad. Tenemos que ver si los tests rápidos tienen la misma sensibilidad que una PCR", ha explicado Bris Revollo a Efe.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Salas de Conciertos de Catalunya, Lluís Torrents, ha destacado que este concierto permitirá analizar las interacciones entre los asistentes al concierto y comprobar después si ha habido algún tipo de transmisión o no. Los resultados de la prueba piloto serán claves para determinar si pueden permitirse actos que concentren a un gran número de personas, tanto de cultura y espectáculos como eventos deportivos.
Así que, este puede ser el primer atisbo de vuelta a la "normalidad" en lo que a los conciertos se refiere. Hasta ahora estos han podido celebrarse en lugares abiertos durante todo el verano, pero con la vuelta del frío los espacios cerrados son necesarios para que estos puedan llevarse a cabo.
No obstante, todavía se desconoce la fecha en la que este evento tendrá lugar y qué artista o grupo actuará, pero seguro que marca un antes y un después en la celebración de eventos multitudinarios.