"Soy Chandler. Hago chistes cuando estoy incómodo". Fin de la presentación. Así de escueto llegaba el personaje de Chandler Bing a nuestras vidas hace 25 años en 'Friends' y de él nos enamoraba precisamente ese humor absurdo y cargado de ironías. A raíz de los traumas de la infancia, el 'chico gracioso' se prestaba siempre al chiste fácil en la serie. Él era el encargado de hacer los comentarios más fuera de lugar y el que a día de hoy sería casi sin lugar a dudas ese amigo que te peta el móvil con todo tipo de memes de WhatsApp.
Chandler era el que encontraba en el humor una forma para escaparse de los problemas y en ese papel de incontinente chistoso estaba cómodo hasta que un día se le atragantó una escena que pretendía ser también graciosa, pero que desde luego al actor Matthew Perry no le supuso ningún chiste, tal como hemos conocido ahora en la actualidad.
¿Y por qué eso sale en este momento a la luz? Pues porque con motivo de su 25 aniversario, Saul Austerlitz ha publicado un libro 'Generation Friends: An inside look at the show that definied a television era', que viene a contarnos los salseos y curiosidades de una serie que a muchos nos marcó fuerte. Es cierto que vista con perspectiva y haciendo algún que otro maratón a día de hoy, hay cosas de 'Friends' que ya no nos gustan tanto. Más bien nos chirrian porque se han quedado como estereotipos anticuados que hacen el chiste fácil a situaciones o personajes a base de homofobia, gordofobia y cierto humor con aire sexista.
Esto es algo que ya no tiene risa, pero lo curioso no es que nosotros nos demos cuenta de ello ahora, sino que el mismo actor que interpretaba al mítico Chandler Bing y que era el gracioso de turno en 'Friends' viese una de las escenas como una forma de herir al colectivo LGTBI y se negase rotundamente en hacerla.
Matthew Perry se negó a rodar una escena en la que su personaje visitaba un bar gay. ¿El motivo? El guion pretendía que en su papel de Chandler Bing, este tuviera que ir allí en busca del mejor sándwich de atún y queso, pero por supuesto a escondidas. Como si se tratase de una proeza el ir a un local de ambiente y estuviese tan mal visto, que no lo pudiera saber nadie. Esto fue demasiado para Matthew Perry. El hecho de que él como hombre blanco heterosexual estuviese en un local de este tipo, no era un motivo para hacer ningún chiste, aunque su personaje de Chandler se prestase a todos.
Él pasó el aro con el argumento de su padre en la ficción con el que tenía una relación peculiar y que tampoco se trató con demasiada delicadeza, pero no quiso ir con esta otra escena más allá. El padre de Chandler era una artista transgénero que tenía un espectáculo en Las Vegas y eso era uno de los argumentos que explicaba algunos de los traumas del personaje en la infancia. Y a eso hay que unirle que confundieron o metieron en el mismo saco a las personas trans y a las drag queens con este personaje tan polémico. Solo con eso ya había bastante leña en el fuego.