El anuncio de la Lotería, el anuncio de Freixenet, el anuncio de Campofrío... la Navidad también es sinónimo de gastarse los buenos dineros y las marcas ponen todo su empeño en que nos fijemos en ellas para darles a ellas nuestros euros.
Cuando creíamos que, a escasos días de la Nochebuena, ya nada podría sorprendernos, viene Google y nos deja con la mandíbula desencajada del OH MY GOOOOOD que se nos ha escapado. Nos asombramos en inglés porque los millennials somos así, porque queda mucho mejor decir Oh my god que MECAGOENLAVIRGENSANTA, que todavía no es vintage, aún sigue siendo como viejo rancio.
Bueno, a lo que vamos. Que Google se ha gastado los buenos dineros en contratar a Macaulay Culkin, el juguete roto por excelencia de los 90, para revivir el clásico navideño infantil de los 90 por excelencia: la película 'Solo en casa'.
En su anuncio navideño podemos ver a Culkin metido nuevamente en la piel (más crecidita, claro, que han pasado ya 28 añazos desde el estreno de la primera peli de esta saga) de Kevin McCallister, el niño un poco petardito que soñaba con librarse de su familia y que, al verse solo en Navidad, aprendió la lección de que la familia es muy importante (pero tampoco tienes que estar todo el día con ella porque está claro que tú también te vales por ti mismo).
Todo el mundo está flipando porque, a ver, el anuncio está superbien hecho y es la leche y aquí hemos flipado todos, nosotros los primeros. ¡Es que no les ha faltado ni un detalle! Todas las escenas míticas de esta peli han sido no solo reproducidas, sino utilizadas para el provecho de Google que, no lo olvides, lo que quiere es venderte sus aparatitos.
Pero los gadgets de Google están tan bien introducidos en la narrativa del anuncio, que, mira, de verdad, véndenos lo que quieras mientras nos des estas maravillas de anuncios.
Kevin vuelve a estar solo en casa por Navidad. Pero eso ya no es un problema, porque tiene a su asistente personal de Google que le recuerda lo que tiene que hacer hoy y le ayuda a llevarlo a cabo. "Hoy tienes que cuidarte solito", le dice. Y Kevin se afeita, se pega unos saltitos encima de la cama de sus padres, se pone su peli favorita, se pide una pizza y le dice al repartidor "quédate con el cambio, sabandija asquerosa", lidia con la terrible caldera del sótano (sin sustos, que para eso está Google) y monta toda su parafernalia para alejar a los ladrones y salvar su casa otra Navidad más.
¡Solo faltaba el hombre de la sal para que hubiera sido perfecto! Pero mira, tampoco nos vamos a poner exigentes: es perfecto.
Eso sí, seguro que después de ver este anuncio estás pensando "ay, la tecnología, cómo mola, te hace la vida más fácil, mira Kevin qué a gusto está en su sofá disfrutando de la vida, no tiene nada de qué preocuparse". Bueno, nosotros vamos un pasito más allá.
La verdadera amenaza en las películas de 'Solo en casa' era la presencia constante de dos ladrones un poco tontos que querían fastidiar a este niño hiciera lo que hiciera. Pero los años pasan, que en 28 años hemos visto cómo cambiaba todo, y las amenazas son distintas.
Cuidado, querido Kevin. Quizás te estés librando de los dos ladrones gilipichis que, por lo que sea, la tienen tomada contigo. Pero tienes a otro metido en casa. Quizás todos esos aparatitos de los que te rodeas ahora para facilitarte tu vida están escaneando y guardándose todo tipo de información sobre ti para luego hacer negocio con ella. Ya sabes cómo funciona internet. Y todos sabemos cómo nos espía Google. Just saying, Kevin...
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