Desayuné con Lola Índigo, C. Tangana y otros artistas para charlar sobre el auge de la música urbana
La música urbana crece un 44% desde 2017 y ya es la más escuchada en España, según Spotify
Lola Índigo, C. Tangana, La Mala Rodríguez, Rels B, Recycled J, Alizzz y César Lores debaten sobre el auge de la música urbana
Suena 'Lola Bunny' en la discoteca y te vuelves loca a perrear. Sientes un subidón si de repente te ponen 'No te debí besar', el último éxito de C. Tangana & Paloma Mami. Siempre llevas contigo tu lista descargada de temazos del momento, llena de canciones de Rosalía, Bad Gyal, Kidd Keo, Bad Bunny o Pimp Flaco. Desde hace algunos meses te flipa la música urbana. Pero, ¿te has parado a pensar por qué?
"Es cultura popular, es lo que hay ahora. Como el rock and roll en los años sesenta, ahora lo que toca es esto", decía Alizzz, compositor y productor musical español. Y es verdad. Hace una década fue el momento del indie, y grupos como Vetusta Morla, Lori Meyers, Love of Lesbian y Dorian sonaban por todas partes. Ahora lo mainstream es el estilo mainstreamurban, y, como siempre, te puede gustar o no. Pero no podemos negar la realidad.
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Y la realidad nos la dan los datos, y los datos, proporcionados por Spotify, dicen que la música urbana crece un 44% desde 2017 y ya es la más escuchada en España. Además, y desde ese mismo año, las escuchas de música urbana producida por artistas españoles ha crecido un 80% fuera de nuestras fronteras. Vamos, que lo estamos reventando en el extranjero, básicamente.
Desayuno con estrellas de la música urbana española
Para conocer un poquito más sobre el auge de la música urbana en los dos últimos años, Spotify me invitó a un desayuno, no con diamantes (ojalá), pero sí con estrellas. C. Tangana, Rels B, Lola Índigo, Mala Rodríguez y Recycled J, el productor Alizzz y de César Lores, de Sony Music Entertainment España, se reunían para hablar sobre la música que se hace y que triunfa ahora. Nos citaron en sus oficinas de Madrid a las 10:30 a.m. y nos recibieron con café, limonada, bizcochitos y hot dogs????
No se me ocurría mejor plan para un miércoles por la mañana, así que allí me planté mitad fan enloquecida (que yo también tengo canciones de C. Tangana y Lola Índigo en mis listas), mitad periodista superprofesional (no me atreví a pedirle una foto a ningún artista, dadas las circunstancias) para intentar dar respuesta a una pregunta que hasta ayer no me había hecho: ¿por qué me gusta ahora a mí esta música?
Si a mí me gustaban Los Beatles, System of a Down, Kiss, Queen, Marilyn Mason... también Fangoria y La Casa Azul, vale. Pero, ¿cómo he pasado de eso a perrear hasta abajo con la autoestima hasta arriba cuando escucho 'Bien duro'?
Porque es novedad, que lo nuevo siempre atrae más. Porque suena diferente, y eso, como mínimo, llama la atención. Porque recuerda a lo de antes (y yo en el fondo soy muy antigua), como las fusiones flamenco-urban de Rosalía. Y porque está por todas partes, y al final, de tanto taladrar, acaba entrándote por la oreja.
Gracias a internet, algunos artistas que han contribuido al éxito de la música urbana no han necesitado la confianza de grandes sellos o medios de comunicación para llegar a la gente. C. Tangana recordaba la grabación de su primer disco, que fue un éxito gracias a plataformas como Spotify: "El disco 'Ídolo' entero lo grabé en un estudio que tenía en mi casa. Fue una angustia terminar aquello. Tenía un micro que estaba reventado, daba igual cómo grabases. Las voces de 'Mala Mujer' las grabé yo en mi casa. Intentamos regrabarlo cinco o seis veces en un montón de sitios pero al final nos quedamos con eso, con lo que grabamos en una habitación en Quintana de cuatro metros y con un colchón para evitar la reverberación. Nosotros tenemos la suerte de que con un ordenador y un micro podemos hacer nuestra música".
Mala Rodríguez, sin embargo, no quiso dejar pasar la oportunidad de pronunciar una palabra que ahora parece innombrable, pero que, al fin y al cabo, es una realidad: la piratería. Que perjudicó a las grandes empresas de la música pero que favoreció a artistas más pequeños como ella.
Soy la primera que me pago mi Spotify premium para poder escuchar música de forma fácil y eficaz sin gastarme mucho dinero. Pero también soy la primera en reconocer que he pirateado música y que gracias a internet he llegado a algunos artistas (El Reno Renardo, amigos) a los que no habría podido llegar a través de la radio o las tiendas de discos.
El gran acierto de las plataformas de streaming ha sido ponérnoslo tan fácil como para que pasemos de las molestias de piratear contenidos, pudiendo acceder a ellos cómodamente. Y, además, ha democratizado el acceso al "mercado" para que aquellos artistas sin apoyos comerciales pero con un gran talento pudieran colgar sus canciones y revolucionar, así, la música española. Win win.
"Spotify está apoyando mucho a la música española y a los artistas emergentes, y nos están exportando a otros países", comentaba Lola Índigo. Mala Rodríguez, coincide: "Me puede escuchar cualquier persona en cualquier parte del mundo, y eso es muy bestia".