Te guste o no, tienes que reconocer que 'Juego de Tronos' ha sido una de las series más importantes de la última década. Estrenada en Estados Unidos y Canadá el 17 de abril de 2011, a lo largo de sus ocho temporadas y 73 episodios nos ha dado no solo la oportunidad de adentrarnos en una de las historias más relevantes de la cultura actual sino un montón de temas de conversación y, por supuesto, inagotables memes.

Cuando el 19 de mayo de 2019 se emitió el último capítulo de esta serie, el mundo cambió un poquito, se cerró una era. No solo a nivel individual, porque millones de personas en todo el mundo ponían punto y final a una serie con la que habían pasado varios años de su vida y experimentaban ese sentimiento de vacío que nos dejan las buenas historias, que te quedas un poco como "y ahora, ¿qué?" (por cierto, esa tristeza se llama anhedonia); también a nivel colectivo. Probablemente el final de 'Juego de Tronos' fue el último evento multitudinario que reunió a millones y millones de personas alrededor de todo el mundo para estar delante de la televisión viendo una misma cosa.

Si la serie de HBO hizo historia fue, sobre todo, gracias a George R.R. Martin, el escritor de la saga literaria. Amado por muchos, odiado por otros tantos, lo cierto es que al autor ya nadie le va a quitar el mérito (ni los millones de dólares) de haber escrito las cinco novelas que inspiraron una de las mayores producciones para televisión. Más las que están por venir.

Ya hemos leído y escuchado a un montón de críticos (y a un montón de cuñados) alabar las virtudes y los defectos de las ocho temporadas de la serie 'Juego de Tronos'. Lo que no habíamos oído nunca es que a George R.R. Martin hubo una escenita que no le gustó nada. Y no, esta escena no aparece en la controvertida última temporada, sino en la primera.

Según cuenta la revista estadounidense Entretainment Weekly, Martin contó al escritor James Hibbder, autor del libro 'Fire Cannot Kill a Dragon', cuál había sido la escena que menos le había gustado en pantalla. El escritor participó en el desarrollo de la serie desde el primer día no solo como productor ejecutivo, también asesoraba a los equipos si era necesario. Y resulta que George R. R. Martin nunca estuvo contento con cómo se dio vida a una escena que para él era muy importante.

"El momento en el que realmente fallamos en términos de presupuesto fue mi escena menos favorita de toda la serie en sus ocho temporadas: el rey Robert va de caza. Cuatro tipos caminando a pie por el bosque con lanzas y Robert molestando a Renly. En los libros, Robert sale a cazar, nos enteramos de que fue corneado por un jabalí, lo traen de vuelta y muere. Así que nunca hice [una escena de caza]. Pero yo sabía lo que era una partida de caza real. Habría consistido de un centenar de personas. Habría habido pabellones, cazadores y perros. Habrían sonado cuernos, ¡así es como un rey va de caza! No habría estado simplemente caminando por el bosque con tres de sus amigos sosteniendo lanzas con la esperanza de encontrarse con un jabalí. Pero en ese momento, no podíamos permitirnos caballos, perros ni ejércitos”, cuenta el autor.

Para el escritor no era realista mostrar que un rey salía de caza acompañado solamente de tres personas. La muerte de ese personaje debía estar a la altura de la grandeza de Robert Baratheon, pero no pudo ser por motivos de presupuesto. Así que Martin no quedó muy contento. Ahora sabe lo que sintieron muchos de los seguidores de la serie con el final de la misma.