Ser la hermana pequeña de la princesa pop no es una carga fácil de llevar durante tu vida. Jamie Lynn Spears, diez años más pequeña que la intérprete de 'Toxic' nunca lo tuvo demasiado fácil pese a lo que pudiera parecer. Aunque gozó de oportunidades que no habría tenido de no haber sido la hermana de Britney, tuvo que sufrir el escrutinio del público y las dudas y ataques constantes sobre su talento. ¿Qué ha sido de ella?
Su carrera ante los focos comenzó en 2002, con un cameo en el filme 'Crossroads', la peli de culto pop protagonizada por su hermana. Dio entonces su salto a la tele, con la comedia 'All That', participando en un par de temporadas y gozando de buenas críticas. Pero si por algo ha pasado al imaginario colectivo Jamie Lynn fue por protagonizar la serie adolescente 'Zoey 101' en Nickelodeon.
'Zoey 101' narraba la llegada de Zoey Brooks al internado PCA, que por primera vez abría sus puertas a las chicas. La vida de la protagonista, su hermano, sus compañeras de habitación y todo su grupo de amigos se convertía en uno de los fenómenos teen de la época. Millones de adolescentes forraban sus carpetas con la imagen de Zoey y su inseparable raya al lado, y Jamie Lynn se convirtió en uno de los rostros juveniles más populares durante sus cuatro temporadas. Si Britney comenzó su fulgurante carrera en la tele con el 'Mickey Mouse Club', parecía que Jamie Lynn haría lo propio con Zoey.
Pero todo cambió en 2007. Y es que el año en el que se imprimió la última entrega de la saga Harry Potter, en el que se estrenó Gossip Girl o se comercializaron la Wii y el primer iPhone, se convirtió en una auténtica tortura para muchas de las celebrities de la cultura pop. Fue el año en el que vimos entrar (brevemente) a Paris Hilton en prisión, o en el que Lindsay Lohan fue arrestada por abuso de drogas y alcohol. Y también fue un annus horribilis para las hermanas Spears.
Britney tuvo su propio descenso a los infiernos por todos conocido y Jamie Lynn, con tan solo 16 años, se quedó embarazada de su novio de entonces, Casey Aldridge. La noticia, lejos de colmar a la familia Spears de felicidad, convirtió a Jamie Lynn en objeto de feroces críticas. Su vida se convirtió en un auténtico debate nacional en Estados Unidos y un culebrón que ocupaba todas las portadas. Ante la presión a la que se vio sometida, la joven Spears decidió alejarse de los focos y tomarse un respiro en su carrera.
Desaparecida durante un tiempo, su vida ha dado un giro de 180 grados. Tras la polémica por su embarazo adolescente, Jamie ha conseguido cumplir con esa imagen de "chica buena" que parte de la prensa esperaba de ella. Casada en 2014 con el actor de doblaje Jamie Watson, Jamie Lynn ha vuelto a ser madre por segunda vez, y acaba de presentar a su segunda hija, Ivey Joan, en un reportaje para la revista People.
Tras un tiempo para reflexionar hacia dónde quería que se dirigiera su vida, Jamie Lynn ha encontrado en su familia el ámbito en el que sentirse realizada. Pero, haciendo honor al dicho de que la que tuvo, retuvo, tampoco se olvida de su faceta artística. Como su hermana, ha dado el salto de la tele a la música, y ahora intenta convertirse en una estrella del pop-country. ¿Estaremos ante la próxima Taylor Swift?