Para quienes no sepan de quién hablamos, abro inciso (breve): James Rhodes es un prestigioso pianista británico un poco peculiar. Además de ser talentosísimo con este instrumento, al señor Rhodes hay que aplaudirle la forma desenfadada que tiene de entender y de transmitir la música clásica: toca en vaqueros, converse y sudadera y habla bastante en sus conciertos contando chascarillos entre pieza y pieza. Algo que no se parece en nada al prototipo/tostón de concierto de música que tienes en la cabeza. Y es que, probablemente le debamos más al señor Rhodes a la hora de escuchar a Bach, Mozart, Beethoven o Chopin que al Conciertazo. En serio, maravilla:
James además se hizo famoso en España después de publicar 'Instrumental', un libro en el que cuenta sus memorias y cómo la música le ayudó a superar los abusos sexuales que sufrió de pequeño. Pues bien, resulta que el año pasado eligió Madrid para instalarse y desde entonces, James ve nuestro país (y lo cuenta) con los ojos y la ilusión de un chiquillo. James lo flipa, y claro, nosotros también lo flipamos y nos partimos de risa con él cuando caemos en esas pequeñas cosas a las que no le damos ninguna importancia los autóctonos. Ejemplos:
1. James aprendiendo la riqueza del español y siendo, francamente, lo mejor (quedaos con lo de "merienda - snack time"). Doble coñ* para ti también:
2. James siendo más español que tú y que yo juntos, y demostrando que está integradísimo:
3. Y representándonos, así en general:
La merienda
Una de las cosas más divertidas en el Twitter de Mr. Rhodes es que va descubriendo nuestro país a través de Twitter y de las respuestas que le da la gente, como si todos los tuiteros pudiésemos aportarle algo. Total, que un día el pianista estaba aburrido y hambriento a las 19:00 esperando hasta las 21 para cenar "when the magic happens": ¡descubrió la MERIENDA!
Por cierto, en Yasss hemos reunido las mejores meriendas españolas de la historia para que el señor Rhodes se inspire.
La crítica de la visión "privilegiada" de España
Es genial que haya gente que se sienta tan acogida en nuestro país y que haya encontrado en España una segunda casa. Eso sí, no todo han sido risas y aplausos hacia el Sr. Rhodes, no ya en Twitter, si no después de haber publicado algunos artículos en El País como este en los que se le ha acusado de "idealizar" España y de hacer un retrato folclórico desde un punto de vista un poco "high class". Es decir, que el pianista no ve con los mismos ojos coger la línea 6 de metro, que un currito que tiene un trabajo precario y se la tiene que recorrer entera para ir a trabajar, por ejemplo.
Cuando hablan mal de nosotros sacamos las uñas, pero es que cuando hablan bien, también. Eso también es muy español y tendrá que acostumbrarse el señor Rhodes. De todas formas, aunque se le puede achacar eso de idealizar España, también es cierto que eso es algo que nos ha pasado a todos los que hemos vivido fuera, o cuando hemos visitado una ciudad y la hemos visto "con ojos de turista".