¿Qué es este libro?
Una cronología de los hitos de la mujer a lo largo de la historia. Pero con más diversidad. Sin repetir el error de centrarse en la mujer blanca cis hetero. Hemos investigado muchísimo.
Tres curiosidades que os hayan sorprendido a vosotros mismos en el libro
A principios del siglo XX, en el Delta del río de las Perlas, en China, había una gran hermandad en una zona de creación de seda, donde las mujeres tenían cierta independencia económica. Había unos matrimonios en los que podían retrasar la convivencia con el marido y entre ellas incluso se juraban votos emocionales. Sus bodas de chicas hasta salían en prensa y tenían un ritual especial en el que se peinaban la una a la otra para comprometerse. Era la hermandad de la Orquídeo Dorada. ¡Y acabaron en Shangay abriendo restaurantes veganos!.
Otra anécdota es de 1968, un momento muy fundacional del feminismo moderno y muy simbólico. En medio de todas esas revoluciones, las feministas fueron a echar harina y a poner carteles a Miss América. Como los soldados que venían de Vietnam, que quemaban sus placas, ellas también empezaron a quemar en un cubo de basura sus sujetadores. Esa imagen pasó a ser icónica. Y ahí surge la imagen de las feministas como quema-sujetadores.
El debate del feminismo en torno a la pornografía también dio otro momento curioso. Unas creen que no puede ser y otras que hay que empoderarse también a través del sexo. Así que las que estaban en contra y las mujeres de la derecha católica conservadora estuvieron en el mismo bando un rato.
¿Dónde estamos ahora?
El feminismo está en un momento de popularidad y presencia en redes, aunque eso no traiga mejoras en temas como la violencia de género, y a la vez se está sufriendo una reacción en contra. Pero eso ha pasado siempre que ha estado en primer plano. Hay una militancia antifeminista extrema ahora mismo.
¿Esto es la cuarta ola?
Hemos intentado no centrarnos en olas, porque es un concepto justo muy anglosajón y de mujer blanca cis. Pero parece que, para entendernos, estaríamos por ahí. La relación del feminismo con las redes, el ciberactivismo, hay reivincicaciones de mujeres negras, lesbianas…
¿Podríais hacer un resumen de las otras tres?
Las olas son momentos de popularidad donde casi toda la sociedad está de acuerdo en que hay que mejorar la situación de las mujeres. La primera vino desde finales del siglo XIX y los años 20 con las sufragistas, que acabaron consiguiendo el voto. La segunda sería en 1960 y 70, con la revolución sexual y el feminismo de lo particular es político. Uno de los problemas de hablar de olas es el conflicto entre madres e hijas, digamos. Matar a la madre. La tercera vino en ese sentido en los 90’: abrir el sujeto político atendiendo a clase, raza, homosexualidad… Y acabar con el discurso de la mala feminista y recuperar atributos de la feminidad. El disfrute es esencial aquí. Y la cuarta es la reorganización después de la crisis mundial del 2008. Cómo ese discurso neoliberal de quien quiere puede y la meritocracia hace aguas por la crisis y se ve que las mujeres son un colectivo más precarizado que los hombres y sufren más la pobreza.
Otro debate interno es: '¿Tú qué eres, feminista radical o liberal?'
Es un debate un poco viejo ya, de los años 70, pero efectivamente se da aún. Es un modo diferente de ver la realidad. El feminismo liberal quiere equiparar su situación a la de los hombres, pero no desmontar el sistema del éxito. La típica CEO que quiere igualdad en altos puestos y cree en que se puede lograr cambiando leyes. El radical apela a las raíces, a lo esencial de la mujer, a lo anatómico: la diferencia sexual y cómo marca eso. La maternidad como hecho diferencial, la menstruación… Diferenciarse mucho de los hombres sin tener en cuenta que el género al final es una construcción social que aprendemos. Aboga más por espacios exclusivos de mujeres: no les gustan por ejemplo los baños mixtos, que podrían generar violencia sexual.
¿Vosotros qué preferís?
El transfeminismo, que sí que ve que el género se construye por la sociedad. Y al feminismo interseccional, que cree que esto es una lucha dentro de otras, como la de clases y la racial. Hay mucho debate.
¿De hecho tanto debate es tradicionalmente uno de los problemas?
Eso es. Hay muchos feminismos. Casi tantos como mujeres.
¿Hacia dónde vamos?
Yo es que creo que antes la contaminación acabará con el mundo (risas). Vamos hacia una distopía, por eso hay que darle al ecofeminismo un poco más de espacio en todo esto.
¿En qué consiste?
Nace en la India, donde las mujeres dependen mucho de su entorno, de la naturaleza. Hacen una defensa de la tierra en el sentido de compararla con el hecho de ser mujer. Mujer-naturaleza-buena y hombre-civilización-malo. Tiene implicaciones un poco desfasadas en ese sentido para mi gusto. Pero mete el ecologismo y eso es importante: si solo te preocupas por lo social y luego no tienes planeta. Para que nos entendamos: ¡no puedes hacer un vermut feminista y darlo en vasos de plástico!