A pesar de que 'Harry Potter y la piedra filosofal' ya tiene más de 20 años, la saga del famoso mago inglés que perdió a sus padres por culpa de un tío sin nariz que está recobrando fuerzas y ahora quiere destruirlo a él ha sido un fenómeno cultural de tal magnitud que aún hoy en día sigue dando que hablar.
No solo porque su universo siga creciendo, con la nueva saga de películas de 'Animales fantásticos', sino porque cada día se suman nuevos fans a aquellos que crecieron con las aventuras de Harry y ya no están dispuestos a abandonarlo.
Lo más interesante de que las historias sigan creciendo y los fans vuelvan a los libros que leyeron cuando fueron adolescentes es descubrir nuevos detalles y sacar nuevas teorías sobre la inabarcable historia de Hogwarts y todo lo que le ocurre a los personajes relacionados con la escuela de magia.
La escritora estadounidense April Daniels ha hecho un interesante ejercicio. Ha vuelto a leer los siete libros de Harry Potter años después y ha querido ofrecer una mirada más adulta a una saga que la cautivó cuando era adolescente.
La primera conclusión a la que llegó April es que el tema de los muggles es menos divertido de lo que parece. En toda la saga solo se justifica una vez el porqué de mantener en secreto el mundo de la magia, y ese argumento sale de la boca de Hagrid: "Todo el mundo querría soluciones mágicas a sus problemas. Estamos todos mejor si los dejamos a su aire".
April entiende que, de este modo, las enfermedades de los muggles y otras problemáticas sociales les importan muy poco a los magos, que no están dispuestos a ayudarlos para no perder su privilegio. "Hay una verdadera campaña epistémica de violencia contra los muggles", comenta April.
Que los magos sean educados en una cultura de odio a los muggles explicaría por qué ser un "sangre sucia" (ser hijo de un brujo y un muggle) es considerado un problema para algunos magos. La parte positiva de todo esto es que aquellos que usan el término "sangre sucia" son considerados malas personas también en el mundo mágico.
El personaje de la amiga inteligente que puede usar su cerebro para sacar al mago más famoso del mundo de sus incontables problemas también podría tener un reverso tenebroso, a pesar de ser una bondadosa bruja Gryffindor.
Esta es otra de las conclusiones más curiosas sobre las que relfexiona April Daniels. Cuando aparece el personaje de Trelawney en 'Harry Potter y el prisionero de Azkaban' Hermione se encuentra con su primera y verdadera "amenaza" personal. Una mujer que pone en jaque la disonancia que representa Granger entre el mundo mágico y el mundo muggle.
Trelawney es la profesora de Adivinación, y Hermione tiene, por así decirlo, una mente científica a lo muggle que le impide creer en este tipo de disciplinas. ¡PERO! Por su personalidad, Hermione es una chica muy competitiva en cuanto al conocimiento. Ella se siente muy orgullosa de sus capacidades intelectuales y todo lo que está consiguiendo en Hogwarts. Sin embargo, Trelawney es un desafío para ella puesto que tiene algo, una capacidad, que a Hermione se le resiste: la videncia. Y por este motivo, por saber que ella nunca podrá alcanzar eso, "odia" y desacredita a la profesora.
"Hermione tiene mucho potencial para una revisión oscura", dice Daniels. También hay que tener en cuenta que Hermione es una adolescente. ¿Quién no ha odiado a alguien durante esa etapa de la vida por pura envidia?
April Daniels es una escritora estadounidense autora de la trilogía 'Némesis'. Y también es una mujer transexual. Por este motivo, es interesante conocer su visión de la saga de 'Harry Potter' respecto al tema de la transexualidad en Hogwarts.
Según su lectura, es curioso cómo Percy insiste mucho en que Ron no se cuele en el baño de las chicas durante 'Harry Potter y la cámara secreta'. O la manera en la que Neville ridiculiza al Bogart en forma de Snape vistiéndolo con ropa de mujer. El tema del género está presente en las novelas de Harry Potter.
Además, comenta Daniels, todo lo que rodea a la poción multijugos (que permite al mago convertirse en otra persona) tiene "obvias implicaciones para un sector muy concreto de la audiencia de Harry Potter". Su argumento para defender la posible presencia de magos transexuales en Hogwarts es la siguiente:
"Hermione se arregla los dientes con un conjuro mágico con fines estéticos, pero no hay brujas trans en Hogwarts. ¡Y una mierda!", escribe April. En otro tuit, añade: "Las personas trans serían estudiantes sobresalientes en la clase de Transfiguración, y en la mayoría de los casos seríamos Gryffendors o Hufflepuffs. No responderé más preguntas".