Queridos amantes de los gatos: ¡Feliz día! No, no me he equivocado ni voy tarde (ya sé que el otro día fue el Día Internacional del Gato), es que hoy es el ‘Nya nya nya’: el Día Nacional del Gato en Japón. En realidad el nombre es bastante curioso, en Japón los gatos no hacen 'miuau', hacen 'nya' (que también significa dos) y hoy, como además es 22/2 pues es nya nya nya (ale, no te acostarás sin saber una cosa más). Esto lo aprendí ayer en La Gatoteca de Madrid en el estreno de 'Cat Nation', un documental hecho por el youtuber británico Chris Broad y que se estrena hoy a nivel mundial en plataformas online.
'Cat Nation' cuenta la obsesión (sí, la OBSESIÓN) que tiene la cultura japonesa por estos felinos considerados símbolo de la buena suerte y la abundancia. Desde que arranca el documental con el plano de un señor japonés paseando un carro lleno de gatetes por la calle, hasta que termina haciendo un repaso por los gatos más famosos de la cultura pop japonesa (Doraemon, Hello Kitty o los gatos de Nameko), este proyecto de apenas una hora de duración, cuenta un montón de cosas locas que te hacen desear fuerte querer vivir en Japón.
1. Las Gatotecas (Neko Cafés) y llevar a tu gato al trabajo
Las gatotecas se han hecho bastante famosas en los últimos años. En Japón surgieron casi por necesidad ya que en muchos apartamentos está prohibido tener mascotas, por lo que la gente suele ir a disfrutar de ellos mientras se toman un café o se comen un plato de pasta. En España por ejemplo, también tenemos La Gatoteca en Madrid, el primer bar de gatos que se abrió en nuestro país y cuya idea importó Eva Aznar, su directora.
Agregar gatos a cualquier negocio es sinónimo de éxito en Japón, aunque si tienes un bar la gente corre el riesgo de que metan sus patitas en la cerveza. Pero no solo eso, en algunos trabajos dejan a sus empleados llevarse a los gatos al trabajo porque consideran que crean lugares libres de estrés y mejoran el ánimo de los trabajadores (aunque se duerman encima de los teclados, mordisqueen los cables o apaguen ordenadores). ¿Es o no es el paraíso?
2. Islas donde hay más gatos que humanos
El país nipón cuenta con 6.852 islas y, curiosamente, algunas como Tashirojima o Enoshima, viven de los gatos. En el caso de la primera, más conocida como ‘Cat Heaven Island’, parece que hay hasta más gatos que habitantes (ronda los 100 lugareños). Los gatos de Tashirojima, que campan a sus anchas por la isla, se han convertido en el principal atractivo turístico y cuenta una de sus leyendas que los pescadores de allí creían que predecían las mareas y el tiempo. La isla también es famosa por el templo Neko-jinja, aunque lo de los templos da para otro apartado.
3. ¿Soltero/a? ¡Ve al templo a pedir a los gatos una pareja!
Os decía que lo de los templos para gatos allí es otro rollo. Uno de los más famosos es el ‘Gotokuji Temple’ de Tokyo, un sitio un poco ‘creepy’ que está plagadito de Maneki-neko, el muñequito famoso del gato con la mano levantada, que es el símbolo de la buena suerte. ‘Maneki’ viene del verbo maneku (invitar) y ‘neko’ (es gato). Hoy salís de aquí con un nivel medio/alto de japonés.
A mí, personalmente, me ha llamado más la atención el ‘Imado-Jinga’, un lugar de culto al que acuden los tokiotas para pedir el amor, desear suerte en el matrimonio o para pedir una pareja escribiendo mensajes en tablillas de madera (había gente que dejaba escrito hasta su Apple ID). “Es súper loco, es como una especie de templo Tinder de los gatos”, bromea Chris Broad en ‘Cat Nation’.
4. Gatos influencers
En japón hay gatos que son auténticas estrellas (y no, no hablo solo de los dibujos). Es el caso de Hachí, la gata de ‘las cejas de la suerte’ a la que la gente va a visitar porque ha repartido varios premios de lotería en el estanco donde vive. Hachí, que significa ocho en japonés y que allí es el número de la suerte, es como nuestra Doña Manolita. Doña Hachí.
Otras de las gatas más famosas de Japón son Tama y Nitama, jefas de la estación de tren de Kishi. Es curioso como, en este caso, estas gatas reflotaron la economía local de esta ciudad situada al oeste de Japón. En 2007, la compañía Wakayama Electric Railway se encontraba al borde de la quiebra debido al descenso del número de pasajeros en sus trenes. Entonces nombraron a Tama jefa de esta estación y el número de viajeros se incrementó un 20%. Cuando murió Tama, Nitama la relevó en el cargo y siguió trayendo abundancia a Kishi, donde millones de turistas van para hacerle fotos con su gorrito de maquinista.
Yo, que también tengo actitud muy japonesa (y que me quiero hacer rica a costa de mi gata), le he hecho un Instagram para ver si me saca de pobre. Acepto visitas y os dejo haceros una foto con ella participando así en #migataeslatuya por un módico precio.
5. Cultura pop japonesa: los grandes viralizadores de los gatos
Todos conocéis a Doraemon y a Hello Kitty y al Maneki-neko, figurita de la que os he hablado. En ‘Cat Nation’ hablan de estos dibujos aunque lo que me pareció más loco de esta parte ha sido la historia de los gatos Namekeno.
Allá por los años 80 el fotógrafo japonés Satoru Tsuda, al que no le hacía ninguna gracia estos animalitos al principio, empezó a fotografiar a unos gatitos que había rescatado de la calle. Tsuda los empezó a disfrazar con diferentes vestimentas y los situaba en diferentes escenarios (como DJ, en actitud macarra, con trajes tradicionales, etc.) y claro, lo petó viralizando a los gatos antes del nacimiento de los memes hasta hacerse rico con ellos con la marca ‘Nameneko’.
'Cat Nation' se estrenó ayer en España en La Gatoteca de Madrid y gracias a su equipo, que se ha encargado de subtitularlo, este documental lo podrá disfrutar la comunidad hispanohablante. Todos los interesados en verlo con subtítulos en español, podrán hacerlo en iTunes, Google Play, Amazon o introduciendo un código especial en Vimeo (que muy pronto indicarán en su web y redes sociales). El coste del documental que se vea con ese código irá a la Asociación ABRIGA, que se encarga de ayudar a gatos sin hogar.
Ya que estaba por ahí, le hice unas fotitos a los gatitos de La Gatoteca por si a alguien se le ablanda el corazón y quiere adoptar a alguno. Vivir con un gato es una experiencia increíble que solo puedes explicar si has vivido con uno o varios de ellos. All you need is a cat, que te lo digo yo.