René, productor de 'Por ti' de Marta Sango: "Producir es ser consciente de cómo quieres que suene una canción"
¿Qué es ser productor musical? ¿En qué consiste este trabajo? Nos lo explica René
René ha producido a Natalia Lacunza, Marta Sango, La Bien Querida, Soleá Morente... entre otros
"La gente se está dando cuenta ahora de que la figura del productor es importante, y quizás el trabajo se va a oficializar como un creador de contenido más"
Cuando escuchas tu canción favorita, en el único autor o autora que piensas es en la persona o grupo que interpreta esa música que te vuelve crazy. Aunque sabemos que muchos de nuestros artistas favoritas no componen su propia música, son ellos, las caras visibles, los que se llevan el mérito de los temazos que más suenan. Sin embargo, cualquier cantante o músico sabe que detrás de un buen single (o disco) tiene que hacer un buen productor.
He hablado con René, productor de algunos de los grupos y cantantes que más suenan en este momento, para que me explique en qué consiste realmente el trabajo del productor musical.
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René hizo un cameo en el videoclip de 'Por ti'
¿Qué es un productor musical?
En pocas palabras, es alguien que hace música, sin más. Alguien que compone canciones, que también las hace, que pone instrumentos y que se encarga de que todo suene bonito.
¿Se puede hacer música sin un productor musical?
Puedes componerla y puedes intentar grabarla, pero si la grabas bien ya estás produciéndola. Produces una canción cuando le pones una intención, le das un espíritu, una esencia, un rollo. Cuando piensas "quiero que esto sea bailable, quiero que suene a algo determinado"; a partir de ese momento en el que usas la música como un elemento narrativo dentro de la canción ya estás produciéndola.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre componer y producir?
Cuando compones una canción estás yendo al alma de la canción, estás poniendo notas, podrías tararearla, sin ningún instrumento. Estás creándola. Y si esa melodía solamente cantada ya es buena, quizás puedas hacer una canción que esté bien. En el momento en el que le empiezas a meter instrumentos para acompañar todo eso, ya estás produciendo. Cuando ya eres consciente de cómo quieres que suene y qué instrumentos tenga, ya estás produciendo. Lo normal hoy en día es hacer las dos cosas a la vez, composición y producción.
Los productores solemos estar en un segundo plano
¿Y por qué el mérito se lo lleva siempre el compositor?
Ya… Es que es raro. Aunque hoy en día ni siquiera el compositor, porque quien se lleva el mérito es el intérprete. La producción es una mezcla de técnica y arte. Cuando algo es técnico siempre se le quita valor. Nunca sabes quién es el jefe de obra, solo sabes quién es el arquitecto, y el jefe de obra tiene tanto mérito como el arquitecto porque ha hecho posible una idea. A los productores les pasa un poco igual, que como somos pura técnica, porque nos preocupamos del sonido, de que suene bien, de que suene grande… Solemos estar en segundo plano.
¿En qué consiste exactamente tu trabajo, paso por paso?
Si tú llegas ahora mismo y me dices "quiero sacar una canción", lo primero sería ver si tienes una canción en la cabeza o no. Que me la cantes o me la toques con una guitarra. Ese sería el primer paso. Coger la guitarra y el piano y darle estructura a la canción, ponerle un estribillo, e ir caminando hacia donde quieres llegar tú. Teniendo en cuenta lo que tú quieras empezaríamos a componer. Una vez que la canción está compuesta, nos tenemos que sentar a grabarla. Primero hacemos demos, que es un resumen muy simplificado de la canción, con el tempo, una batería de guía, un par de instrumentos armónicos para que hagan los acordes… y después se graba una primera versión de voz. Entonces ya te pones a grabar todos los instrumentos uno a uno: baterías, guitarras, bajo, teclados… Y la voz definitiva ya se graba lo último, teniendo muy en cuenta toda la música. Se graba, se mezcla, se masteriza, y fin.
¿Y cuánto cuesta hacer una canción? ¿Cuánto cobra un productor?
Esa pregunta es complicada. Yo, por ejemplo, llevo quince años trabajando. Y me dedico a ello profesionalmente desde hace solo dos años. O sea, que he estado trece años trabajando sin poder dedicarme a ello, es decir, cobrando poco o nada. Normalmente cuando empiezas cobras muy poco por trabajos que tampoco son muy guays. Lo malo es que para poder terminar una canción hay que dedicarle muchas horas. Es un proceso que como mínimo te va a llevar tres días. Seas bueno o seas malo. Si te va muy bien y acabas en primera división, vas a cobrar bien y vas a vivir holgadamente de ello. Pero para llegar ahí vas a tener que pasar por un proceso en el que vas a cobrar poco por trabajar muchas horas. Poco a poco se va creciendo y ya puedes ir exigiendo más. En mi caso, cuando se rompió la barrera y pude vivir de ello fue cuando empecé a trabajar para sellos, que son los que pueden pagar bien tu trabajo.
Al principio, vas a cobrar muy poco por trabajar muchas horas.
Volviendo a lo que decías antes: si la producción es un trabajo técnico, que solo necesitas un ordenador, ¿es un trabajo que puede hacer cualquiera desde su casa?
Todo el mundo puede hacer música y todo el mundo puede producir música. El problema de la producción es que tardas mucho tiempo en entenderlo. Al principio estás perdidísimo. Tú sabes cómo suena una canción de reggaetón pero no sabes cómo ponerte tú solo a hacerla. Aprender a producir es aprender a ver los caminos antes de echar a andar. Lo difícil es cogerle el truco, hacer tus oídos a la música, tener un oído analítico, aprender a diferenciar los instrumentos que suenan en una canción… Se suele decir que tienes que hacer un millón de canciones para conseguir la primera canción tuya que realmente suene bien. Tienes que pasar por un millón de fracasos en los que lo intentas pero no has llegado a sonar como imaginabas.
La parte creativa ya es de escuchar mucha música y tener mucha imaginación. Lo normal es que seas muy creativo pero malo técnicamente, que es lo que le pasa a mucha gente. Se le ocurren cosas guays, saben a dónde quieren llegar, pero no saben cómo hacerlo. Por eso es necesario también ser un buen técnico. En mi caso, por ejemplo, yo hago las dos cosas: la parte artística y la parte técnica.
¿Cómo llegaste a ser productor musical? Porque no estudiaste para serlo ni te lo planteabas como tu profesión.
Yo he producido música desde el día en que llegó un ordenador a mi casa, cuando tenía quince años. Tenía mucha curiosidad y mis hermanos también, y a través de ellos me convertí en un niño rata que se pasaba el día con los programas de producción intentando hacer música. No he estudiado nunca nada de producción, he sido autodidacta, pero me gusta mucho, así que siempre estaba leyendo e intentando aprender. Yo sabía que había gente que podía producir desde su casa y yo quería convertirme en una de esas. Luego hubo un punto en el que de ir, como poco a poco, produciendo y sonando mejor, la gente empezó a contar conmigo para que le grabara cosas, y a partir de ahí y en peldaños muy pequeños empecé a subir poco a poco. Si producías para más gente pues más gente te escuchaba y más gente quería trabajar contigo y así fue. Yo nunca me planteé vivir de esto, ni era una aspiración en mi vida. Yo solo quería hacer música porque me flipa, pero hubo un momento en el se abrió esa posibilidad laboral, de vivir de lo que me gusta, y la cogí de cabeza. Si he trabajado en sitios que me han parecido horribles, solo por dinero, como cadenas de comida y sitios así, ¿por qué no iba a cobrar por lo que me gusta?
¿Y con qué cantantes y grupos famosos has trabajado?
Las últimas producciones que he hecho han sido para Natalia Lacunza, Marta Sango, La Bien Querida, Soleá Morente, Axolotes Mexicanos, Confeti de Odio, y mucha gente que no son tan conocidas pero que a mí me gustan mucho. También estoy trabajando para sellos grandes con música que a lo mejor no tiene un fin específico.
El estudio de grabación y la banda clásica ya no forman parte de nuestro mundo, ni forman parte de la industria
¿Cómo ves el futuro de la producción musical? ¿Se cargará la música, como dicen algunos?
Este rollo del estudio de grabación y de la banda clásica ya no forman parte de nuestro mundo, ni forman parte de la industria. Ni siquiera de los consumidores. Ya no existe ese concepto de la música. Lo que va a seguir pasando es lo que ya se está viendo ahora: proyectos más independientes, con poca gente, incluso una sola persona que pueda hacerlo todo, artistas que se produzcan a sí mismos y artistas que necesiten producción… Creo que el trabajo de productor se va a oficializar como un creador de contenido más, como un youtuber o un instagramer, porque la gente se está dando cuenta de que es importante. Creo que por ahí van a ir los tiros.