Deborah Feldman, la chica que se esconde detrás de 'Unorthodox': “Escribí el libro, era mi única puerta hacia la libertad”
Ha sido publicada recientemente en España ‘Unorthodox’, la historia real en la que se basó la serie de Netflix
"Muchas mujeres se han suicidado y las que no siguen luchando con la depresión, y yo podría haberme convertido en una de ellas"
Todos hablan de 'Unorthodox', la aclamada serie de Netflix que narra las vivencias de una joven nacida y criada en una comunidad judía ortodoxa en la que la opresión cultural y familiar era el pan de cada día para las mujeres. Lo que pocos saben es que detrás se esconde una historia real: la de Deborah Feldman, autora del libro en el que se basó la serie.
Tras ocho años desde su publicación en Estados Unidos, ‘Unorthodox’ por fin ha llegado a España. Con motivo de su publicación, la autora, Deborah Feldman ha ofrecido una rueda de prensa promocional en la que ha compartido aspectos tan duros como las críticas que recibió de la comunidad judía tras la publicación del libro, llegando a compararla con Hitler, o las prácticas sexistas a las que son expuestas las mujeres judías cuando llegan a la madurez sexual.
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La historia de Deborah Feldman
Deborah creció en Satmar, una comunidad jasídica ubicada en Nueva York. Durante su infancia fue criada por sus abuelos, ambos supervivientes del Holocausto. "Como mi madre era lesbiana y mi padre padecía una discapacidad, siempre sentí que era tratada diferente", relata. Esta sensación de aislamiento fue la que le incitó a reflexionarse cuál era su lugar dentro de la comunidad.
Sin embargo, la asfixia psicológica llegó cuando con 17 años fue obligada a casarse. "Siempre pensé que me casaría por amor y que tendría libertad", pero su realidad comenzó a cambiar. "Después de casarme tuve que dejar de leer".
Sin lectura y sin intimidad entre mujeres, así era la vida de Deborah dentro de la comunidad. "Yo no tenía hermanas y las relaciones entre amigas se destruían en la comunidad para evitar la solidaridad entre nosotras. La relación con mi abuela fue la que me permitió llegar hasta donde he llegado hoy", confiesa Deborah.
La inaccesibilidad a la cultura fue sólo un grano de arena en una playa de machismo radical, y con el nacimiento de su hijo decidió poner remedio a la opresión. Con la excusa de mejorar la economía familiar, Deborah pidió a su marido estudiar clases de negocios. En secreto comenzó a estudiar literatura en la Universidad Sarah Lawrence de Nueva York.
“Comencé a escribir el libro mientras estaba en la comunidad”
"Yo iba a la universidad en secreto y tenía un plan para salir de la comunidad en la que vivía con mi bebé. Había ideado este plan en el hospital justo cuando nació". El objetivo de Deborah era ahorrar y contratar a un abogado, pero cuando comenzó a contactar con profesores especializados en derecho, su plan se fue a pique. "Una de las abogadas me dijo que no tenía ninguna oportunidad. Que debía quedarme en la comunidad hasta que mi hijo creciese, y que al ser mayor de edad ya me podría ir. Esa conversación fue horrible y me dejó devastada".
"No me rendí y fui a otros abogados". Tras visitas incansables, le aconsejaron dar a conocer su historia. "Lo único que va a funcionar no es una estrategia legal, sino publicidad constante. Necesitas que hablen de tu caso durante meses o años".
En ese momento, Deborah comenzó a escribir el libro que posteriormente se convertiría en un bestseller. "Escribí el libro con mucha presión, sabiendo que era mi única puerta hacia la libertad. No pude escribirlo con el tiempo necesario para reflexionar o convertirme en escritora", comparte.
En 2012, narrar una historia así desde el punto de vista íntimo de una mujer fue duramente condenado, sobre todo por la comunidad ultraortodoxa judía. "Una de las cosas que escribí y que nunca nadie había escrito fueron las leyes de la pureza ritualística". Por ejemplo, que las mujeres pasan a ser impuras con la menstruación. "No sólo lo escribí, sino que hablé de ello en la televisión. Me convertí en el demonio, me compararon con Hitler", recuerda.
Curiosamente, nadie desmintió las afirmaciones de Deborah. "Reaccionaron con rabia y trataron de desacreditarme. Decían que mis padres estaban locos, pero nadie dijo que lo que decía era una mentira".
En la otra cara de la moneda, decenas de mujeres pertenecientes a comunidades jasídicas comenzaron a escapar de la opresión. "Tras leer el libro mucha gente empezó a dejar la comunidad. Fue una avalancha".
“Las mujeres se van de la comunidad porque su bienestar y seguridad está en peligro”
Al reflexionar sobre el sexismo en la comunidad judía, Deborah Feldman tiene clara la existencia de un doble rasero entre hombres y mujeres.
"Cuando yo dejé la comunidad, eran fundamentalmente los hombres los que abandonaban. No tenía referentes femeninos", afirma. Por otro lado, el camino de los hombres y de las mujeres a la hora de dejar la comunidad es completamente diferente. "Los hombres que se van lo hacen por crisis de fe o como un proceso espiritual. Ellos pueden volver. En cambio, las mujeres que se van de la comunidad lo hacen porque consideran que su bienestar y seguridad están en peligro".
El ejemplo más cercano para Deborah es su exmarido, que abandonó la comunidad unos años después que ella. Eso sí, con muchas más facilidades. "Él no tuvo que escribir un libro. No necesitó contar la historia de su vida para salir y ser libre. Aun así, no le culpo de nada, sino a su familia y a la comunidad".
Si bien la autora pudo ser libre tras años de esfuerzo, no puede evitar reflexionar sobre todas las mujeres que no han tenido la misma suerte. "Muchas mujeres se han suicidado y las que no siguen luchando con la depresión. Están traumatizadas. Podría haberme convertido en una de ellas", afirma contundentemente. "También hay mucha gente valiente que ha recorrido este camino sin ayuda y sin apoyo público como yo".
Cómo salir de una situación de opresión
La historia de superación personal narrada en ‘Unorthodox’ puede extrapolarse a cualquier situación de opresión, desde una relación de maltrato hasta una familia extremadamente convencional.
- Habla con tus amigos. En la comunidad en la que creció Deborah, las relaciones de amistad íntima entre amigas estaban prohibidas. ¿La razón? Que la sororidad y el apoyo mutuo sea la principal vía de escape de la opresión. Por eso es tan importante rodearte de personas que te quieran y con las que puedas desahogarte.
- Canaliza tus pensamientos en el arte. Escribe, dibuja o canta. El arte no sólo es una vía de escape para nuestras emociones más dolorosas, sino que puede convertirse en el billete de salida de la opresión tal y como le sucedió a Deborah con su libro.
- No dejes de lado tus intereses. Estudiar literatura en secreto no fue sencillo para Deborah, pero le permitió ser libre y feliz. Por eso es fundamental no renunciar a tus sueños, hobbies y amigos aunque tu pareja te lo pida. Tu autonomía es primordial.
Y, sobre todo, pide ayuda profesional. Deborah se puso en manos de abogados y aun así tardó meses en encontrar a un profesional que le ofreciese ayuda real para poner remedio a la opresión.
No hagas caso a quienes te digan que no hay salida. Aunque tengas que hablar con decenas de abogados o psicólogos, tarde o temprano encontrarás apoyo y soluciones viables.