Son amadas y también odiadas. Sí, las dos cosas a la vez. Tienen esa capacidad de no dejar a nadie indiferente. ¿Qué tienen en común las canciones del verano? ¡Puede que más de lo crees! Te contamos cuáles son esos ingredientes que suelen formar parte de su receta y que las hacen ser todo un éxito.
Te recuerdan que hace calor (por si no te habías enterado)
Como si se tratase de la información meteorológica, la canción del verano te habla del calorazo que hace. “¿Era necesario?”, te preguntas. Pues mira, ni idea, pero lo cierto es que a algunos cantantes les encanta hacer referencia a las altas temperaturas en sus temazos estivales. Y es que, claro, imaginamos que si hablasen de lluvias y frío, sus canciones cortarían muchísimo el rollo en piscinas y chiringuitos.
“Cuando llega el calor los chicos se enamoran, es la brisa y el sol”, cantaban Sonia y Selena en ‘Yo quiero bailar’ (2001), ¡y cómo triunfaron! Referencias a la playa que también encontrábamos en ‘Quiero rayos de sol’, la canción de Jose De Rico y Henry Mendez que tanto sonó en 2011. “Quiero rayos de sol tirados en la arena, y ver cómo se pone piel dorada y morena…” decía la letra.
¿Por qué triunfan tanto las canciones que huelen a crema solar y hablan de calor, playas, sol y piscinas? Pues porque nos gusta que nos evoquen al verano. Incluso el mismísimo Calvin Harris tiene una canción titulada ‘Summer’ que habla de la temporada estival. Ya en los años 70 Fórmula V hablaba en ‘Eva María’ de una joven que se fue buscando el sol a la playa y, ojo, que incluso describían cómo era el bikini que llevaba (de rayas).
Usan términos sexys (y eso que tú ya estabas bastante caliente)
Los expertos dicen que no es ningún falso mito, que en verano la gente está más excitada sexualmente. Así que a ti, que en verano te pones cachondo con un pestañeo, escuchar la canción del verano no te va a ayudar mucho a bajar el calentón. Maluma subió la temperatura su tema con letra con alusiones sexuales y, además, haciendo referencia al poliamor. “Y si con otro pasas el rato, vamos a ser feliz, vamos a ser feliz, felices los cuatro, yo te acepto el trato y lo hacemos otro rato”.
El ‘Despacito' de Luis Fonsi tampoco puso nada fácil eso de sofocar el calor. “Quiero desnudarte a besos despacito, firmar las paredes de tu laberinto y hacer de tu cuerpo todo un manuscrito (…) Despacito, vamos a hacerlo en un playa en Puerto Rico hasta que las olas griten, ‘¡ay bendito!’ (…) Pasito a pasito, suave suavecito, nos vamos pegando, poquito a poquito, hasta provocar tus gritos y que olvides tu apellido”. Podría parecer el guión de una peli porno pero no, es parte de la letra de la canción que triunfó el verano pasado.
Te dicen cómo bailarlas (y eso es una movida)
Quienes bailan fatal no tienen un aliado en las canciones del verano, sino todo lo contrario, su gran enemigo, porque se acabó eso del freestyle. Tienen su propia coreografía y, ¡oh, no!, el temita que suena en todas las discotecas durante la época estival te dice cómo debes moverte al ritmo de la música. Que la propia canción te indique qué pasos tienes que seguir es una auténtica movida porque… o se te da bien la cosa o el canteo es muy grande.
Si eres de los que sale horrorizado de clase de Zumba, tienes con la canción del verano todas las de perder, porque además, ya sabes que en la discoteca todo se magnifica y esas luces de colores que te apuntan no van a dejar que pases desapercibido entre la multitud. A ti eso de que un single musical te diga que muevas una pierna para aquí y un brazo para allá, pues como que no te hace mucha gracia. Mejor que te dejen a tu bola, que ya te apañas tú solito. Lo hiciste con el ‘Aserejé’ y se te dio genial.
"La mano arriba, cintura sola, da media vuelta, Danza Kuduro”, decía Don Omar en su canción. Pero antes que él, en el verano de 2000, ya vino King África con sus míticos pasos de baile con ‘La bomba’. Ay, cómo nos puso la cabeza de cargada esa canción… “Una mano en la cabeza, una mano en la cabeza, un movimiento sexy, un movimiento sexy, una mano en la cintura, una mano en la cintura, un movimiento sexy, un movimiento sexy. Y ahora empiezo a menear. Suavecito para abajo, para abajo, para abajo. Suavecito para arriba, para arriba, para arriba” decía aquel tema que hablaba de… pues eso, de bailar.
Tienen letras facilonas (para que se peguen bien)
A ver, se trata de que la canción suene en la discoteca, chiringuito, terraza o en la fiesta de tu amigo y puedas cantarla o hacer el playback sin despeinarte. Vamos, que te sepas la letra. De la lista de la compra no te acuerdas, pero de la canción del verano sí. O mejor dicho, de su estribillo. Se pega como si fuese un Alien y oye, ¡cómo cuesta quitárselo! Cuando crees que lo has olvidado, salta en tu lista de reproducción o en la radio y hala, letra facilona de vuelta.
Si hay algo en lo que muchas canciones del verano coinciden es que tienen rimas muy simples y, también, una parte que no rima pero oye, da igual. En ‘La cintura’ de Álvaro Soler tenemos un claro ejemplo: “Porque mi cintura necesita tu ayuda, no lo tengo en las venas, voy a aprender a controlar”. La primera parte del fragmento rima y la segunda no. El tema demuestra, además, que repetir una palabra también forma parte de la fórmula de la canción del verano: “Y bajando, bajando, olvidando, olvidando, que estoy bailando, bailando (…) Mi cintura, cintura, mi cintura, cintura”.
Títulos cortos (muy cortos)
Si algunos los compositores no se complican demasiado con la letra de sus canciones, mucho menos lo hacen con los títulos que les ponen. Estos suelen ser cortos, muy cortos, tanto que algunos de ellos están formados por una o dos palabras. Además, algunas canciones del verano tienen la peculiaridad de contar con un nombre de persona como título.
“Un, dos, tres, un pasito pa’lante María, un, dos, tres, un pasito pa’atrás” cantaba Ricky Martin en el tema con el que triunfó en el verano de 1996. ¿Cómo lo llamó? Pues eso, ‘María’. Chayanne siguió esa tendencia de título corto, conciso y con nombre de persona en el tema ‘Salomé’, que triunfó en los meses más calurosos de 1999. Los del Río ya lo hicieron antes que ellos con ‘La Macarena’. La costumbre de titular a las canciones de esta forma continúa. En 2016 Álvaro Soler le cantaba a una chica llamada Sofía en una canción llamada tal cual.
Unos las aman, otros las odian, pero eso sí, la canción del verano no deja a nadie indiferente. Da igual cómo la cantes, da igual cómo la bailes porque, en el fondo, la única pretensión que tiene es que te diviertas con ella.