¿Habías escuchado alguna vez la leyenda de 'Baby Blue'? Según se cuenta, había una madre soltera que cuidaba sola de su hijo pequeño. Un día, mientras estaba dando un baño al bebé, sonó el teléfono y la madre acudió a cogerlo. Cuando volvió al cuarto de baño, a pesar de haber dejado al niño sentado sobre su silla para la bañera, su bebé estaba flotando en el agua.
Sus intentos desesperados por reanimarlo no tuvieron ningún efecto: su bebé había muerto. La madre pierde la cabeza por el dolor y la culpa, rompe el espejo que tenía a sus espaldas y con uno de los trozos afilados que caen se quita la vida.
Quizás hayas leído esta historia en internet o te la haya contando algún amigo. También te habrán contado que esta pobre mujer se convirtió en un alma en pena y que podría llegar a aparecerse en el espejo de tu baño. Para invocarla, debes encerrarte en tu baño de noche y abrir los grifos de agua caliente hasta que se empañe el espejo. Después, deberás juntar tus brazos sobre tu regazo como si estuvieras sosteniendo un bebé, y empezar a moverte como si le acunases mientras le cantas la nana de Baby blue. Si no puedes cantar, también puedes escribir sobre el vaho del espejo las palabras 'Baby blue'.
Si lo haces bien, empezarás a notar que tus brazos empiezan a pesarte. Como si se estuviera apareciendo un bebé entre ellos. Como si cargases un peso de unos ocho o diez kilos. En algunos casos se puede incluso a notar las pequeñas manos del bebé muerto agarrarte los brazos. No te asustes, porque si te asustas tú se asustará él y empezará a arañarte.
No podrás verlo. Pero si lo has hecho bien, podrás sentirlo. ¡Pero, cuidado! ¡Tienes que reaccionar cuanto antes! En cuanto sepas que el bebé está entre tus brazos tienes que soltarlo, abrir la puerta y dar las luces lo más rápido posible para ahuyentar al espectro de la madre, que habrá venido a recuperarlo.
Si no lo haces rápido, esa horrible mujer se reflejará en el espejo y te gritará y te atacará hasta que le devuelvas a su bebé. Tienes que tener mucho cuidado, porque se cuenta que algunas personas han muerto haciendo esto. Como Laura, que se lo tomó a risas cuando estaba con sus amigas pero cuando empezó a notar el peso de ese bebé muerto sobre sus brazos se asustó tanto que no supo reaccionar y terminó viendo a la madre en el espejo.
A pesar de que sus amigas escuchaban los gritos desde fuera, no podían abrir la puerta del baño, y cuando por fin lograron entrar se encontraron lo peor. Laura estaba muerta. Su cara estaba arañada y sus brazos habían sido arrancados.
Puedes creerlo o no. Quizás, la única manera de saber si esto es verdad sea haciéndolo y comprobándolo por ti mismo. Lo que sí es cierto es que este tipo de historias siempre han existido, y cobran mucha fuerza entre adolescentes que se retan los unos a los otros a mostrarse valientes y atreverse a mirar a los ojos de la muerte. Los psicólogos llaman a este tipo de actos ritos de transición, ya que dejas de tener comportamientos de niño y muestras tu valentía y tu control del miedo gracias a ellos. ¿Te atreves a jugar a Baby Blue?
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